Libro 21 La fabulosa vida de Jay Capítulo: 11
Jay
Después de finalmente decidirme por un esquema de colores y elementos para la boutique, fui al local de al lado a esperar a que llegara un cliente. Laura y Mitzi me siguieron para que pudiéramos decidir el diseño del logo.
Estaba en mi estación preparándome para mi cliente que estaba por llegar cuando escuché la
puerta. Una de mis asistentes, Andrea, saludó a quien acababa de entrar.
Estaba sacando mis pinceles que sé que necesito para mi clienta, ya que es habitual, cuando
escuché esa voz. Era una voz que nunca esperé escuchar en mi salón.
-¿Aceptan clientes sin cita previa? -dijo la voz.
No puede ser él, ¿por qué está aquí ahora?, pensé, cerré los ojos y me di la vuelta para ver a Tristan de pie en la recepción.
-Oh, esto se va a poner como todo un episodio de The Young and The Restless aquí, querida
-dijo Mitzi a Laura cuando vio a Tristan.
Me acerqué a él.
-Tristan, ¿qué haces aquí? -pregunté.
-Bueno, necesito un corte de pelo, y sé que eres el mejor… y tal vez quería verte —dijo él.
-Tengo un cliente y tengo la agenda llena. Andrea puede cortarte el pelo -le dije dándome la
vuelta.
-Bueno, ¿puedo hacer una cita entonces? Preferiría que tú me cortaras el pelo, Jay–dijo
Tristan.
Le daba la espalda y podía sentir los ojos de todos mirándome. Cerré los ojos y respiré hondo. Tristan James era la última persona que esperaba volver a ver. Sin embargo, aquí está en mi salón ahora mismo.
-Habla con Andrea y mira cómo están mis citas -expresé.
-Gracias, Jay–contestó Tristan.
Respiré hondo de nuevo y dije:
-Tengo que ir a buscar algo atrás, si la señora Castenello llega, díganle que estaré con ella enseguida -les dije a todos antes de dirigirme al cuarto de atrás.
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Necesitaba calmarme. Tristan era el único hombre que podría alterarme y no podría haber elegido un peor momento que ahora para volver a mi vida.
+8 Point:
Mitzi
¡Dios mío, no puede ser, Tristan! ¡¿Qué diablos hacía ese hombre aquí?!
-¿Quién es ese? -Laura me susurró.
-Ese, querida Laura, es el hombre que rompió el corazón de Jay -le susurré de vuelta.
Laura estaba a punto de preguntarme algo más cuando vimos a Tristan girar e irse, se detuvo
junto a mí y dijo:
-Mitzi, no te había visto antes. Te ves deslumbrante como siempre.
-Tristan, ¿todavía fingiendo jugar a la casita con tu esposa? -le pregunté.
Él me sonrió y dijo:
-De hecho, finalmente fui honesto con ella y nos divorciamos de manera amistosa.
-¿Así que finalmente admites que eres gay? Llama a la prensa, eres todo un hombre honesto
-le dije sarcásticamente.
-Fue un placer verte, Mitzi. Señora -dijo mientras salía por la puerta.
-¿Qué fue eso? -preguntó Andrea, después de que Tristan se fue.
-La kriptonita de Jay, ese fue el tipo que le rompió el corazón y convirtió a Jay en un secreto sucio, queridos míos. No nos gusta ese hombre, incluso si es un tipo guapo -les dije.
-Ese es el tipo, ¿por qué está aquí? -preguntó Andrea, sorprendida.
-Espera, ¿qué quieres decir con la kriptonita de Jay? -preguntó Laura.
Suspiré.
-Jay se enamoró de él. Quiero decir, profundamente. Eran una gran pareja, pero había un problema. Tristan estaba casado con una mujer, así que técnicamente Jay era su amante. No importaba cuánto intentara ese chico dejar esa relación, Tristan constantemente lo arrastraba de nuevo con la mentira de que saldría del armario y se liberaría de la farsa que era su
matrimonio -les dije.
-Vaya, pobre Jay–dijo Laura.
-Sí, así que no confiamos en ese saco de músculos, es un problema. Será mejor que vaya a
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ver cómo está nuestro chico en la parte de atrás, Andrea, puede que tengas que encargarte, cariño -le dije.
-¿Era tan mala la relación? -preguntó Laura.
-Cariño, Rose tenía más posibilidades de revivir a Jack en el fondo del océano del Titanic, que la relación de Jay con Tristan. Incluso el ingenuo Tristan sugiere problemas -le dije.
