Libro 2❘ La fabulosa vida de Jay Capítulo: 4
Jay
Le di a la niña su tarjeta de hotel. Esperaba que esa chica supiera lo que estaba haciendo.
Rezaba para que Adam también lo supiera y que, por favor, el sexo fuera bueno.
Me estaba moviendo por la habitación, mezclándome y hablando con todos, cuando me
encontré nuevamente junto a Evan, quien estaba conversando con Kevin. No estábamos
hablando realmente de nada cuando, de repente, Austin, el hermano de Evan, dijo que
necesitaba hablar con todos nosotros en privado y que debíamos ir al baño.
De acuerdo, todos los hombres yendo al baño juntos era una forma segura de llamar la
atención. Austin quería privacidad. Dios mío, eso debería ser interesante.
Seguí a los chicos al baño para la reunión. Lo que dijeron allí fue lo último que esperaba.
-Antes de decir cualquier cosa, Kevin, sé que ella es tu hermana, y esto va a ser muy
incómodo para ti. Sin embargo, para que este plan funcione, lo siento, amigo, necesitas
involucrarte -dijo Austin.
-¿Qué le vas a hacer a mi hermana que va a ser incómodo? -preguntó Kevin.
Austin le dio una palmada en la espalda a Kevin y dijo:
-Lo siento por ser franco, pero Keira va a perder su virginidad esta noche, y necesitas
ayudarnos a hacerlo posible.
Gruñí al escuchar a Austin decir eso; no tenía tacto, lo juraba. ¿Cómo podía decirle eso a su hermano de esa manera? Kevin estaba sorprendido, con la boca abierta y una expresión de
incredulidad en su rostro.
-¿Voy a ayudar a hacer qué por mi hermana? -balbuceó Kevin.
-Kevin, no te estoy pidiendo que realmente lo hagas con tu hermana. No estoy enfermo. No, necesitas ayudar con mi plan de llevar a Keira y Adam al hotel esta noche -explicó Austin.
-¿Le conseguiste a mi hermana y a tu hermano una habitación de hotel? -preguntó Kevin,
con un poco de enojo en su voz.
-No fui yo, amigo. Fue Jay, en realidad -dijo Austin mientras todos me miraban.
-Oye, la niña vino a mí y dijo que quería darle a su muffin su regalo especial, que nunca más podría ser dado. Hablé con ella, ¿vale? Está segura de que quiere que Adam lo haga. Es su
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regalo de graduación para él -dije.
-Ok, entonces, ¿por qué no usar simplemente la casa de la piscina? ¿Por qué una habitación
de hotel? -preguntó Evan.
-Sí, um, no era conveniente, y Keira quería un poco de romance. Quiero decir, solo pierdes la
virginidad una vez, ¿verdad? -respondí.
No iba a entrar en detalles de que la casa de la piscina tenía una cámara y Keira no quería que Laura, la madre de los chicos, viera cómo perdía su virginidad. Necesitábamos salir de
ese baño; no era normal una reunión en el baño de hombres. Alguien sospecharía pronto.
-De acuerdo, bueno, de todas formas, hay una habitación de hotel. El plan de escapada de ir
al hotel simplemente no va a funcionar. Todos se darán cuenta rápidamente si Keira y Adam desaparecen por la noche -dijo Austin.
-Entonces ideaste otro plan para que Adam se acueste con todos nosotros. ¿No crees que
eso sería sospechoso? -preguntó Evan.
Así que el Sr. Americano tenía cerebro, eso era un plus. Lo estaba mirando en el baño, medio deseando que solo estuviéramos él y yo. Señor, me gustaría saber cómo se sentirían sus
labios sobre los míos.
Jay, recupérate. Evan no era una buena idea, tenía que recordármelo.
-Bueno, dado que no somos como Jay y no teníamos esta información antes de conseguir la habitación, tuve que idear un mejor plan rápidamente, sí -dijo Austin.
-Solo cuéntanos el plan antes de que me enferme. No quiero pensar por qué estamos
haciendo esto, por favor —dijo Kevin.
-No te preocupes, amigo, también te cubro en esto. Lo más probable es que también tengas sexo, ya que Jamie también tiene que venir -dijo Austin.
-Por favor, dime que no has planeado una orgía estilo Calígula -dije al escuchar a Austin
decir eso.
-Austin, te quiero, hermano, pero no vamos a hacer algo estilo Caligula por Adam. Ahí trazo
la línea -dijo Evan.
-¿Qué es Calígula? -preguntó Kevin.
-Un emperador romano que era aficionado al sexo y le gustaban las orgías. Hubo una
película en los años 70 sobre él que fue conocida, pero en realidad era una película porno
explicó Evan.
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Oh, Dios mío, Evan sabía sobre películas. Oh, esto no era bueno. No podía enamorarme de Evan; él no había salido del clóset y no sería un secreto sucio. Simplemente no podía hacer eso conmigo mismo.
-Vaya, no sabía que era una película. Tengo que encontrarla, pero volvamos al plan. Aquí está mi plan: la casa de la fraternidad está vacía; necesito sacar mis cosas. Evan iba a
conducir conmigo mañana para ayudarme a empacar–dijo Austin.
Evan miró a Austin como si entendiera lo que estaba tratando de explicar.
-Quieres hacer como que los chicos van a la universidad para que puedan ver qué les espera.
Esa no es una mala idea —dijo Evan a Austin.
-Sí, entonces, mi idea es la siguiente: haré un discurso sobre cómo necesitan saber qué les espera o algo así; improvisaré, como soy bueno haciendo. Evan y yo conduciremos a Jamie y Kevin hasta la casa de la fraternidad por la noche, y luego, Jay, tú llevarás a Adam y Keira al
hotel. Mañana temprano, después de que hayan hecho lo suyo y todas esas cosas, los recogerás en el hotel, los llevarás a la universidad, y luego todos volveremos juntos con mis
cosas -dijo Austin.
-Guau, en realidad suena como un buen plan, pero, ¿qué voy a hacer en una universidad cuando finalmente los lleve hasta allá? ¿No parecerá sospechoso si me ven regresar con
ustedes cuando no fui con ustedes al principio? -pregunté a Austin.
-Bueno, después de dejarlos, puedes simplemente irte y regresar a tu casa -dijo Austin.
-Eso es mucho viaje por un poco de sexo. Sin ofender, Kevin, ya que Keira es tu hermana. Seamos honestos aquí, vamos a hacer mucho viaje para que dos personas tengan sexo. Dios mío, Hallmark debería hacer una película navideña sobre esto, porque seguro sería
interesante les dije.
Podía oír a Evan reírse por lo que dije. Tenía una risa linda. Enfócate, Jay, necesitaba enfocarme en que Keira tuviera sexo y no en Evan.
-De acuerdo, ayudaré, pero díganles que llevaré a Jamie y a Keira a sus casas para empacar una bolsa de noche; así, los padres confiarán mejor en la idea si soy yo quien lleva a las chicas. No creo que necesite explicar por qué es mejor si soy yo quien lleva a las chicas; es bastante obvio -les dije.
-No, eso es una excelente idea. Gracias por pensar en eso. No estaba pensando que tendrían que empacar una bolsa —dijo Austin.
-¿Estás bien, Kevin? -preguntó Evan.
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-Sí, solo es algo en lo que nunca pensé que estaría discutiendo: cómo hacer que mi hermana pierda su virginidad -dijo Kevin, moviendo la cabeza.
-Dios mío, está tomando a todo un pueblo para que dos chicos tengan sexo esta noche, se dan cuenta de eso, ¿verdad? -les dije a los chicos en el baño.
Kevin gimió y dijo:
-¿Podemos todos estar de acuerdo en no repetir esta conversación nunca más, por favor?
-Estoy de acuerdo. Ayudar a dos graduados de secundaria a conseguir una habitación de hotel para su desfloración es definitivamente algo de lo que nunca más quiero hablar -dije.
