El encargado tenía la cara encendida de la emoción.
-¡Nuestra transmisión en vivo se desbordó! Aunque invertimos plata en promocionar el evento, el resultado de la campaña fue impresionante, ¡superó todas las expectativas!
-Ahora mismo, nuestro canal en vivo ya casi llega al millón de espectadores, ¡y los números siguen subiendo!
Damián se apresuró a mirar la pantalla.
Al revisar, quedó completamente paralizado.
Mientras conversaba con el encargado, la transmisión había superado la barrera del millón de personas conectadas.
Un millón de espectadores… ¿Qué clase de locura era esa?
En todos sus años como director, jamás había visto tanto auge.
Damián se quedó pasmado por unos segundos, hasta que por fin asimiló lo que estaba pasando.
Siempre había sido muy perceptivo, y en ese instante sintió que, al fin, su gran oportunidad había llegado.
Giró enseguida y le habló al técnico que tenía al lado:
-Asegúrense de que la transmisión y el servidor aguanten, ni se les ocurra que esto se caiga o se quede pegado.
Todo el equipo de Damián sabía la importancia de esa transmisión. Nadie podía arruinar semejante momento.
El encargado agregó:
-Director Palacios, esa participante llamada Sabrina… además de que es bonita, tiene un talento impresionante. Aunque no gane el primer puesto, seguro va a ser la favorita del público.
Damián respondió sin dudar:
-Hay que ponerle atención a esa concursante. Puede que ella sea la carta que necesitamos para remontar.
-Ah, y prepárense para cuando le toque enfrentarse a Araceli Vargas. Hagan también promoción con ella, quiero ver cuánta gente logra atraer su presentación.
El encargado entendió de inmediato: Damián estaba probando el arrastre de cada concursante para decidir cómo repartir los recursos del equipo.
Aquí, el que tenía más fuerza y seguidores era el que mandaba, así era la competencia.
En ese momento, la sección de comentarios de la transmisión iba tan rápido que apenas y se podía leer lo que la gente escribía.
Damián, serio, leía los mensajes de los internautas. La mitad de ellos platicaban sobre la apariencia de Sabrina; muchos se habían conectado solo por verla.
Un veinte por ciento del público comentaba sobre su talento, y se notaba que eran expertos del gremio por el tipo de mensajes que dejaban.
Otro veinte por ciento, al parecer, eran fans de Sabrina: hablaban maravillas de su talento y belleza, recomendándola a los demás.
El resto eran, evidentemente, los “haters” de Sabrina.
Damián pidió al área técnica que le mostraran datos detallados en tiempo real, para tener control completo de la situación.
En ese instante, Sabrina estaba frente a las cámaras, siendo entrevistada por el presentador.
Después de cada presentación, los concursantes tenían cinco minutos para pedir apoyo del público.
El presentador le hizo la pregunta que todos querían oír:
-Lo que tocaste hace un rato fue muy conmovedor, pero nunca había escuchado esa pieza. ¿Cómo se llama y qu compuso?
la
1/2
21:09
Capítulo 692
En ese momento, la expectativa en la sala era absoluta; incluso Elwood, que siempre estaba relajado, se incorporó en su asiento, atento.
La calidad de esa pieza no tenía nada que envidiarle a la de STAR.
Él no había logrado encontrar a STAR, pero si daba con el autor de esa obra, su viaje a Colombia habría valido totalmente la
pena.
Desde que STAR revolucionó la industria, hacía años que no salía una nueva pieza con potencial de convertirse en clásico.
Elwood, todo un veterano, lo supo apenas terminó de escuchar: aquella composición no era inferior a La Promesa.
La voz de Sabrina, tranquila pero firme, resonó en el micrófono.
–La pieza se llama “Luz de luna sobre el mar“, es de mi autoría.
El presentador se quedó en shock.
-¿Tú misma la compusiste?
Sabrina sonrió.
-Así es.
El presentador, que también formaba parte de la asociación de violinistas y sabía del tema, supo de inmediato que esa obra tenía un valor enorme.
-¡Vaya! -se le escapó la exclamación-. Además de intérprete, eres compositora. Si te soy sincero, tu pieza no tiene nada que envidiarle a las de los grandes maestros del mundo.
El público entero explotó en murmullos y asombro.
-¿Es en serio que es de ella? ¡Menuda genio!
-Acabo de buscar en internet y no aparece nada sobre “Luz de luna sobre el mar“. Parece que sí es suya.
