Capítulo 460
-Una actuación impecable, Elwood tiene un ojo que nunca falla -comentó alguien entre el público.
-Además, es muy atractiva, cada vez se ve más hermosa.
-Parece que en el mundo de la música está a punto de surgir otra estrella.
-Esta señorita, al presentarse ante tantas personas de influencia, tiene un futuro prometedor.
Araceli hizo una profunda reverencia ante todos y, acompañada por los aplausos fervorosos,
abandonó el escenario.
Al ver que Araceli había terminado su actuación, Sabrina no se levantó para ir a buscarla de inmediato, sino que se quedó en su asiento disfrutando del resto del espectáculo.
Pasada aproximadamente media hora, el espectáculo musical llegó a su fin.
A continuación, comenzaron otras presentaciones de talentos.
Sabrina miró la hora y decidió ir a buscar a Araceli.
Sin embargo, al acercarse al backstage, escuchó una conmoción.
De repente, Sabrina se dio cuenta de que durante todo el concierto, Fabián no la había llamado para apresurarla a ir con él.
No sería que…
Siguiendo el sonido, Sabrina se encontró con un grupo de personas reunidas frente a la puerta de una habitación.
A través de los huecos de la multitud, vio a André saliendo con una mujer en brazos.
La mujer se veía desaliñada, llevaba puesta la chaqueta de André sobre sus hombros, su cabello estaba enmarañado y su mejilla estaba muy hinchada.
Esa mujer no era otra que Araceli.
Fabián llegó desde algún rincón, abriéndose paso hasta donde estaba André.
André se volvió hacia él.
-¿Ya investigaste lo que pasó?
Fabián, con el rostro lleno de enojo, respondió:
-El tipo que intentó propasarse con Araceli se llama Antonio Prats, es un hijo de familia rica, bastante conocido en el círculo social. Parece que vio a Araceli por primera vez, la confundió con una novata y, tras tomarse unas copas de más, tuvo malas intenciones… Sin embargo, Araceli lo golpeó con una lámpara, provocándole una conmoción cerebral. Ahora está en el hospital y sigue amenazando con vengarse de Araceli…
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Capitulo 460
-¿Antonio? -Sabrina recordó vagamente haber escuchado ese nombre en la familia Ramos; era parte de un poderoso conglomerado.
La voz fría de André resonó una vez más.
-De ahora en adelante, no quiero volver a escuchar ese nombre en Colombia.
Sabrina comprendió al instante que Antonio… estaba a punto de ser vetado en Colombia.
Fabián asintió.
-Entendido, me encargaré de eso de inmediato.
-Espera -André lo llamó de nuevo.
Fabián se giró.
-¿Algo más, André?
Los ojos oscuros de André eran tan fríos como la noche.
-Una escoria como esa no debería seguir libre. Envíalo a la cárcel.
Fabián soltó una risa sarcástica.
-No te preocupes, me aseguraré de que lo reciban con una cálida bienvenida allí.
Al presenciar la escena, una frase cruzó por la mente de Sabrina: “La ira de un hombre por su
amada.”
Para un hijo de familia rica con conexiones, enviarlo a prisión de un plumazo, sin siquiera pestañear ante los poderosos que lo respaldan, era impresionante.
-André, no es para tanto… No deberías meterte en problemas por mi culpa —dijo Araceli en voz baja.
André la interrumpió con su tono firme.
-¿No es para tanto? Entonces dime, ¿qué consideras un problema grave?
Araceli bajó la mirada.
-Lo siento, acabo de regresar al país y no conozco bien el ambiente del círculo. No pensé que alguien pudiera ser tan atrevido. Si lo hubiera sabido, lo habría evitado…
Araceli estaba por decir algo más cuando de repente notó a Sabrina entre la multitud.
-Señorita Ibáñez, ¿qué hace aquí? ¿Vino a buscar a André? -preguntó, sorprendida.
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