Capítulo 335
Fabián gruñó de rabia.
-¿Cuándo les dije que publicaran noticias positivas sobre Sabrina? ¡Maldita sea, son un
montón de idiotas!
-¡Quitenme todas las noticias positivas sobre Sabrina ahora mismo y publiquen su mala reputación, sin importar si es verdad o mentira!
-Además, contraten a algunos bots para influir en las redes. ¡Maldición, no puedo creer que no pueda destruirla!
El asistente dudó.
-Pero, señor Guerrero, Sabrina acaba de donar diez mil millones, lo que le ha ganado muchos seguidores. Incluso los medios oficiales han elogiado su donación. Ir en contra de los medios oficiales… ¿no es un poco arriesgado?
El rostro de Fabián se contrajo de rabia.
-¿No les dije ya? ¡Publiquen todo su material negativo!
El asistente se sintió desesperado. Había estudiado en una prestigiosa universidad de comunicación y entendía que, en la situación actual, publicar información negativa sobre Sabrina solo los pondría en contra del público. Eso no era algo bueno.
-Señor Guerrero, con la popularidad de Sabrina en línea, esos rumores no tendrán efecto y solo aumentarán el desprecio hacia nosotros.
-Además, la opinión pública en línea ya está completamente a su favor.
-Antes podíamos explotar su donación de diez mil millones y los supuestos delitos. Sin embargo, el periodista que hizo preguntas difíciles en vivo le dio a Sabrina la oportunidad de
aclarar todo.
-Si no fuera por las preguntas del periodista, teníamos mucho espacio para maniobrar, pero ahora… no hay margen de acción.
-Señor Guerrero, sugiero que tomemos un enfoque más estratégico con estos asuntos.
Fabián se quedó atónito. Él mismo había enviado mensajes a los periodistas para que, durante la transmisión en vivo, atacaran a Sabrina y la derribaran.
¿Quién lo iba a decir? Resultó que su estrategia le salió por la culata y terminó beneficiando a Sabrina.
Fabián deseaba darse unas bofetadas.
-Retiren todas las notas que los influencers y cuentas de marketing estaban a punto de
publicar.
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Capitulo 335
El asistente suspiró aliviado.
-De acuerdo, lo arreglaré de inmediato.
Sin embargo, no pasaron ni dos minutos cuando el teléfono de Fabián volvió a sonar. Esta vez era el gerente de relaciones públicas que había llamado antes.
-Señor Guerrero, su aviso llegó tarde. Las notas para limpiar la imagen de Sabrina ya se publicaron hace diez minutos…
-¡Maldita sea! -Fabián maldijo furioso-. ¿Tienes un problema en la cabeza? Te dije que atacaras a Sabrina y ¿tú vas y le haces campaña? ¿Perdiste el juicio?
El gerente de relaciones públicas estaba al borde del llanto por la frustración.
-Señor Guerrero, solo seguí sus instrucciones.
-Hace un momento, cuando la noticia de la donación de Sabrina llegó a tendencias, le llamé de inmediato. Usted dijo que era parte de su plan y que cooperara…
-Pensé que era una nueva estrategia publicitaria suya, primero hacer que Sabrina se volviera notoria y luego destacar sus logros positivos.
-Después de todo, el video en vivo de Sabrina fue promovido desde su cuenta…
El gerente sabía que Fabián había hecho todo lo posible para empañar la imagen de Sabrina, así que asumió que Fabián tenía algún conflicto personal con ella y realmente quería destruirla. Pero la reciente llamada con Fabián lo había hecho dudar.
Habían empleado estrategias de “primero difamar, luego limpiar” antes, pero esta fue la campaña de marketing más exitosa hasta la fecha, única y no replicable.
Llegó a pensar que Fabián había recibido el consejo de un experto y había ideado una táctica de publicidad tan ingeniosa.
Incluso se preocupó por haber malinterpretado la situación y siguió de cerca la transmisión en vivo. Cuando vio al periodista atacar a Sabrina y cómo ella lo resolvió fácilmente, finalmente se convenció de que no se había equivocado.
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