Capítulo 191
Al ver a la persona que se acercaba, Romeo, consciente de la tensión en el ambiente, se inclinó discretamente hacia Sabrina.
-Me voy a descansar un rato. Cuando termines tu asunto, búscame.
-Está bien, ve–respondió Sabrina con voz serena, mientras su mente se concentraba en un solo objetivo.
La cadena de su madre debía recuperarla a como diera lugar. Aunque no confiaba en que Araceli y André cumplieran su palabra, eso ya no le preocupaba. Con personas tan desvergonzadas como ellos, siempre tenía un plan alternativo. Si las redes sociales no tenían memoria, ella se encargaría personalmente de hacerlos famosos una vez más.
-¿Tocas el violín? -preguntó André con voz baja, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de asombro y algo más que Sabrina no logró descifrar.
-Sí–contestó ella sin rodeos.
-¿Por qué nunca lo mencionaste?
-¿Alguna vez me lo preguntaste? -Sabrina esbozó una sonrisa cargada de ironía-. Después de tener al bebé, te dije que quería trabajar, pero tú saliste con que no confiabas en dejar al niño con extraños y que mejor me quedara en casa. Ni siquiera te interesó saber a qué me
dedicaba.
André permaneció en silencio. Era cierto, jamás lo había preguntado, porque realmente nunca le importó. De pronto, cayó en cuenta de lo poco que conocía a la mujer con quien se había casado.
-Los resultados ya están publicados -continuó Sabrina, sin interés en prolongar aquella conversación-. Según lo acordado, Araceli debe devolverme la cadena de mi madre. ¿No es así, señor Carvalho?
Había apostado con Araceli; lo lógico sería buscarla directamente a ella. Pero el hombre frente a ella era quien respaldaba todas las acciones de Araceli. Sin él, ¿cómo podría ella causar tanto alboroto? Lo más irónico era que este hombre fuera su esposo.
-Parece que siempre me ves como el villano -murmuró André, con una sombra cruzando su
mirada.
-El que siempre piensa lo peor de los demás es usted, señor Carvalho. ¿Acaso no es cierto que cada vez que ve algo raro con Araceli, asume que soy yo quien la está molestando?
André no pudo responder; el silencio se instaló entre ellos por unos segundos que parecieron
eternos.
-Te llevaré con Araceli.
Sabrina aceptó sin resistencia, pero discretamente envió un mensaje a Daniela. Araceli
21:01
contaba con el respaldo de Fabián, Thiago, Fernanda y, por supuesto, André, quien seguramente tramaba algo. Ella sola no podría enfrentarse a todos; necesitaba aliados.
Daniela vio el mensaje y se puso de pie inmediatamente.
-Señor Castillo, Sabrina va a hacer que Araceli y Fabián cumplan con la apuesta. Vamos a ver qué pasa.
-Tenemos que grabar este momentazo añadió con una sonrisa traviesa—. Ah, y…
Se acercó a Gabriel y bajó la voz.
-Sabrina dice que cuando hicieron la apuesta había mucha gente alrededor. Me imagino que ahora también habrá muchos curiosos que querrán ver este numerito.
Gabriel captó de inmediato la intención y sonrió cómplice.
-Entonces invitemos a todos a que se unan.
Parecía que
Sabrina estaba decidida a humillar públicamente a los Carvalho y a Araceli. Perfecto, a él le encantaba la gente con agallas. Quien tiene una deuda, la paga. Y quien debe un favor… también lo devuelve.
En otra sala de descanso, la atmósfera se había vuelto tan densa que casi podía cortarse. Todos, excepto Luana que murmuraba como perdida en sus pensamientos, mantenían expresiones sombrías. Entre más habían despreciado a Sabrina antes, más les dolía ahora
reconocer su error.
-Tranquila, Araceli, no tienes por qué preocuparte -dijo Fabián, rompiendo aquel silencio asfixiante.
-Sabrina solo ganó gracias al violín que tenía, el Astra Aestiva. Fue pura chiripa, y apenas te ganó por una décima.
