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La Guerra de una Novela 16

La Guerra de una Novela 16

Capítulo 16 

Thiago alzó la vista, sorprendido, y encontró los ojos de André clavados en él, con una intensidad que atravesaba como un filo invisible, cargada de autoridad y reproche

Antes de que el pequeño pudiera articular palabra, la voz grave y gélida de su padre resonó de nuevo en el comedor, cortando el aire con precisión

-¿Acaso fue Sabrina quien te metió esas ideas en la cabeza

Thiago no le temía a su madre, siempre cálida y cercana, pero la figura de su padre, severa y distante, lo intimidaba desde que tenía memoria

Bajo la mirada, incapaz de sostener esos ojos que lo escrutaban

-No, papá, no fue mamá quien me lo enseñó

Pero su titubeo, su voz apenas audible, solo avivó las sospechas de André, quien lo interpretó como un intento torpe de encubrir la verdad

Una risa seca, casi desprovista de humor, escapó de los labios de André

-Si no sabe guiar al niño por el camino correcto, que se tome un tiempo para pensar en sus 

errores

Entonces, sus ojos se posaron de nuevo en Thiago, firmes y decididos

-Thiago, te irás a la villa por unos días. Prepárate

El niño abrió la boca, dispuesto a protestar, pero un destello de ilusión cruzó su mirada al recordar fragmentos de conversaciones pasadas. Su tía había mencionado aquel incidente: su madre empujando a la señorita Vargas al agua, negándose a pedir perdón, y cómo su padre lo había enviado a la villa hasta que Sabrina, derrotada, terminó cediendo entre lágrimas. Tal vez, pensó, si regresaba alli, su madre volvería a doblegarse y todo se arreglaría

Al otro extremo de la ciudad, en un apartamento bañado por la luz suave de la tarde, Daniela observaba con incredulidad cómo Sabrina abandonaba los grupos de chat y bloqueaba sin titubear a André y a Araceli

-¿Sabrina, esta vez hablas en serio? -pregunto, con una mezcla de asombro y cautela

Sabrina, tras cortar esos lazos digitales con un último toque en la pantalla, levantó la vista

serena

-¿Crees que estoy jugando

Daniela dejó escapar un suspiro, apoyando una mano en la cadera

-La última vez, cuando Araceli acabó en el agua, también estabas decidida. Pero luego Thiago se puso malo yMira, me preocupa que André use al pequeño para hacerte volver

16.05

Las mujeres, pensó Daniela, suelen ablandarse por sus hijos, capaces de soportar lo indecible por ellos. Y los hombres, astutos, lo saben bien; un hijo puede ser la llave para tenerlas en su palma

Sabrina respondió con una calma que rozaba la certeza

-Esta vez no, Daniela. No te preocupes

-¿Segura? -insistió su amiga, arqueando una ceja

Sabrina esbozó una sonrisa tenue, cargada de una nueva claridad

-Segura. Creí que entregarme por completo a Thiago me hacía una madre perfecta, pero solo me estaba engañando a mi misma

EntoncesDaniela le lanzó un guiño travieso- esta noche te invito a salir. Te juro que la vas a pasar increible

Daniela, libre y sin ataduras, era una habitual de bares y discotecas, un mundo que Sabrinal había dejado atrás

-No, de verdad, no me apetececomenzó Sabrina, alzando las manos en negativa

-¿Cómo que no? -la cortó Daniela, con un tono juguetón. ¿Te olvidaste de quién eras? En el Conservatorio de Música Santa Victoria eras la reina. ¿Sabes cuántos chicos cayeron rendidos después de verte bailar en la fiesta de aniversario

Hizo un mohin exagerado.. 

-Nuestra Sabrina, violinista, bailarina, hermosa, la musa de medio conservatorioy terminó con André, ese tarado que no sabe valorarla

-Hay un mundo lleno de hombres buenos más allá de André. ¡Vente conmigo, relájate un poco! -insistió, con un brillo entusiasta en los ojos

Ante tanta energia, Sabrina cedió con una risa suave

-Está bien, me convenciste

A las ocho de la noche, el bar las recibió con un murmullo elegante y una atmósfera más refinada de lo que Sabrina había imaginado. No era el caos ruidoso que temía, sino un espacio cuidado, de lineas sobrias y luces tenues

Daniela alzó las cejas con una sonrisa cómplice

-Este lugar es nuevo y los hombres que vienen aqui son de primera. Te prometo que no te vas a arrepentir

Sabrina, ya más relajada, le devolvió la sonrisa

-Ya estoy aqui, así que no voy a ponerme difícil. Me dejo llevar

Caphulo 16 

No había terminado de hablar cuando una voz conocida, cargada de sarcasmo, irrumpió desde atrás como un eco inesperado

-Vaya, pero si es la eterna sombra de André. ¿Qué haces aquí? ¿Viniste a buscarlo otra vez

La Guerra de una Novela

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Score 9.9
Status: Ongoing Type:
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