Capítulo 19-1
La manada formó un circulo alrededor de Amie y de mi. Una ceremonia de sangre siempre era una ocasión especial. Un lobo jurando lealtad a mi y a la manada era algo importante. Esta ceremonia era una de las cosas que más me gustaban de ser el Alfa. Pero estar en el circulo frente a Amie se sentia especial de una manera diferente. Ella se vela impresionante en su vestido, con su cabello suelto y sus ojos verdes brillando a la luz del fuego. Mi sensación de que las piezas del rompecabezas se unian cuando ella se unia a la manada era más
fuerte que nunca.
-Estamos aquí esta noche para abrir nuestra manada y dar la bienvenida a un nuevo miembro en nuestro grupo. Armeria Rose Sage, Amie, has venido a nosotros para unirte a nuestra manada. ¿Vienes a nosotros con buenas intenciones, lista para unirte a nuestra manada y esforzarte por una vida mejor para cada uno de los
miembros de la manada? – le pregunté. Ella me miró a los ojos, algo que era raro para mi como Alfa, pero
apropiado para el momento..
-Si–respondió con una voz clara y pude ver lo seria que estaba.
-Manada de la Montaña Azul, ¿alguien levanta la voz con una objeción sobre por qué Armeria Rose Sage no
debería ser permitida unirse a nosotros? -pregunté a la manada. Dejé que los segundos pasaran en silencio.
Podia sentir a la manada a través de nuestro vinculo y sabia que ninguno de ellos tenía ninguna duda sobre
que Amie se uniera a nosotros. Pero era parte del ritual y disfrutaba del denso silencio. Cuando estuve satisfecho de que habíamos dado suficiente tiempo, sonrei a Amie y le entregué el cuchillo ceremonial.
Estaba tallado del asta de un ciervo. La primera caza que había hecho después de establecer nuestro territorio. El asta del ciervo estaba incrustada con una fila de pedernal afilado. Amie tomó el cuchillo y sin
dudarlo se cortó una linea desde el codo derecho hasta la palma.
-Yo, Armeria Rose Sage, pido unirme a la manada de la Montaña Azul–dijo y extendió tanto su brazo cortado como el cuchillo. Tomé el cuchillo y me corté el brazo derecho de la misma manera que ella.
-Yo, Finlay Nero Cadwick, Alfa de la manada de la Montaña Azul, te acepto como miembro de nuestra
manada -dije y agarré su brazo derecho justo debajo del codo. Nuestras heridas se alinearon y ella agarró mi brazo. Como el suyo era más corto que el mio, no alcanzó hasta mi codo. Podia sentir su sangre mezclándose
con la mía. Nuestros ojos se encontraron mientras nos quedábamos quietos y dejábamos que la magia
sucediera.
-¿Juras tu lealtad a mi y a mi manada?-le pregunté.
-Juro mi lealtad a ti y a la manada – dijo. Senti el vinculo de la manada encajar en su lugar con sus palabras.
Soltamos nuestros brazos y observé el suyo para asegurarme de que su herida sanara.
¡Demos la bienvenida a nuestro nuevo miembro de la manada!-grité a la manada. Hubo un fuerte aplauso y el círculo de miembros de la manada se desmoronó mientras todos caminaban hacia Amie para saludaria.
Me quedé observando cómo Cadence la abrazaba y luego se quedaba a su lado mientras el resto de la manada
la abrazaba o le daba la mano. Tia Matilda se unió a mi después de un rato.
-Buen trabajo – dijo.
-No es mi primera ceremonia de sangre. -Ella puso los ojos en blanco.
-No estaba felicitando tus habilidades ceremoniales -me dijo. Buen trabajo al conseguir que se uniera a nuestra manada, tonto.
-Oh. Cierto. Gracias.–Ella sacudió la cabeza me besó en la mejilla.
¡llora de correr con la manada!-le dije a todos. Los cachorros, los adolescentes y los lobos mayores se
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dirigieron de regreso a la casa de la manada. El resto de la manada se desnudo y se transformó. Los guié en una carrera más corta. Queria que todos pudieran unirse a la carrera completa. Nos detuvimos en el saliente sobre el rio. Eché la cabeza hacia atrás y aullé. El resto de la manada se unió y entre los lobos reconoci el aullido de Amic. Nos dirigimos hacia el claro. Habla dejado que los miembros de la manada corrieran junto a nuestro nuevo miembro durante la primera parte de la carrera. Ahora podía unirme a ella y trotar a su lado para la parte final sin sentir que bloqueaba el acceso de los demás a ella.
-¿Cómo se siente?-le pregunté en un enlace mental, disfrutando del hecho de que ahora podía comunicarme con ella en forma de lobo. Ella me miró y pude ver la alegria en sus ojos.
Capítulo 19-2
-Increible. Casi había olvidado lo que se siente ser parte de una manada. El vinculo y la conexión constante
me dijo. Llegamos a la hoguera y todos se dirigieron a su pila de ropa. Amie se sentó y no parecia tener prisa por volver a su forma humana. Se quedó en su forma de lobo, con la lengua ligeramente fuera, observando a todos a su alrededor.
-¿Cansada?-pregunté, preocupado de haber exagerado con la carrera. Era fácil olvidar que ella era nueva en esto de transformarse y no habla tenido tiempo de desarrollar su resistencia núm.
-Para nada. Podria correr otra vez. Solo estoy disfrutando el momento me dijo antes de transformarse y
ponerse su vestido. Me rei mientras me aseguraba de que todos estuvieran presentes y listos para dirigirse a la casa de la manada. Martin, Sam y Medow se unieron a Amie y a mi mientras nos dirigiamos al comedor. Sabia que la manada habia preparado un banquete durante el dia que los que no corrieron con nosotros habri
an dispuesto. Estaba hambriento, como siempre después de transformarme, y esperaba con ansias la comida. Sonreí cuando Medow enganchó su brazo en el de Amie. Las dos ya se hablan vuelto cercanas, y me uni a
Martin mientras molestaba a Sam.
-Parece que te han cambiado por un modelo más nuevo. Tu compañera parece tener una debilidad por las
pelirrojas–le dijo Martin a Sam.
-Tal vez te está coleccionando añadi. Ambos nos reimos al ver el destello de celos en los ojos de Sam antes
de que acelerara el paso y se acercara al otro lado de Medow, tomando su mano.
-No lo molesten -nos regañó Medow-, Solo tenia que tener un par a juego. Pero Sam siempre será mi compañero añadió, dándole un beso. Todos nos reimos, incluso Sam. Al llegar al comedor de la casa de la manada, un buffet con montones de comida había sido dispuesto. Como Alfa, debía tomar mi porción primero. Tomé un plato y lo llené de comida. La manada luego esperó a Amie. Al principio parecia un poco insegura, pero cedió y tomó un plato para ella. Después de eso, todos se lanzaron y las mesas llenas de comida pronto estuvieron rodeadas de miembros hambrientos de la manada. En lugar de sentarse a comer, todos caminaban y hablaban, se rozaban los hombros y se aseguraban de que el vinculo de la manada fuera fuerte. Amie tenia a
Cadence como sombra mientras se movía. Observé cómo se aseguraba de que él estuviera incluido en las conversaciones y se tomaba el tiempo para prestarle atención. El padre de Cadence se habia asegurado con ambos, conmigo y con Amie, de que a ella no le molestara tenerlo cerca. Pero a Amie le gustaba el cachorro y yo solo encontraba todo el asunto adorable.
Era un poco después de la medianoche y la fiesta estaba terminando. Habia salido al porche trasero de la casal de la manada para tomar un poco de aire mientras los últimos miembros de la manada permanecian. Escuché los pasos de Amie, era fácil saber que era ella ahora que teniamos el vinculo de la manada, incluso si sus pasos eran casi silenciosos.
-¿Te estoy molestando? -preguntó.
-Para nada dije y señalé la otra silla junto a la que estaba sentado. Ella se sentó-. ¿Qué pasa? -pregunté.
-Es el cumpleaños de mi hermano en un par de semanas–dijo. Recordé que me había contado sobre su
tradición.
¿Quieres seguir enviando tus tarjetas? -pregunté.
-Si.
-¿No crees que respetarian que te has asentado en una nueva manada?-pregunté.
Probablemente. Pero por ahora no estoy lista para correr el riesgo -dijo. Asenti.
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-Solo avisame qué día y a donde vas. Si no quieres hacerlo sola, ahora tienes opciones para llevar a alguien contigo le dije.
-Gracias. Pero no creo que sea buena compañía. Lo haré sola insistió. Asenti.
-Solo asegúrate de registrarte regularmente para que sepamos que estás a salvo.
-Lo haré. Gracias. -Hubo un largo tramo de silencio cómodo. La luna nueva se acercaba y el arroyo estaba
iluminado solo por las estrellas.
-Es hora de ir a la cama, Pelirroja. Espero verte en la sala de conferencias directamente después del desayuno mañana. Es hora de empezar tu nuevo trabajo le dije finalmente. Ella se rió,
-Si, Alfa–dijo y se levantó. La forma en que usaba mi titulo siempre me hacia sentir algo. Hice mi mejor esfuerzo para no dejarlo ver-. Que duermas bien, Finlay añadió.
-Tú también, Pelirroja. Bienvenida a la manada. Estoy feliz de que seas una de nosotros.
-Yo también.
