Capítulo 15-1
Finlay me llamó cuando llegó a casa, aunque le había dicho que un mensaje de texto sería suficiente. Hablamos durante una hora mientras caminaba por mi apartamento y empacaba mis cosas en un orden aleatorio. Nada de lo que necesitaria para quedarme en la ciudad una semana o dos. Me preguntó cómo me sentia. Mi primer instinto fue decirle que estaba bien. Pero recordé que me había dicho que fuera honesta, así
que lo fui. Le dije que se sentia raro estar de vuelta, como si una parte de mi faltara y mi lobo estuviera ansioso y en alerta máxima. Como el dulce que es, ofreció enviar a Sam y Medow para hacerme compañia. Pero rechace la oferta. Ya había hecho esto antes, y sabia que esta vez era temporal. Solo necesitaba que mi
lobo también lo entendiera.
A la mañana siguiente, me preparé y bajé a la panaderia. Habin pensado en cómo debería decirles a las hermanas que me iba. Después de años de conocerlas, sabia que una vez que se lo dijera a una, la otra lo sabri
a en dos minutos.
¡Amie! He extrañado ver esa cara tan linda–dijo la señora Andersen cuando bajć.
-Hola, es agradable ver que el lugar sigue en piele dije. Ella se rió.
-Nada cambia en este pueblo, y si lo hace, toma mucho más de tres días. Aqui, te he preparado un café y
unos scones de arándanos.
-Eres un ángel. Me dirijo al restaurante.
No me digas que esa hermana mia, que es una esclavista, te está haciendo trabajar en el turno temprano –
bufó la señora Andersen.
-No, señora. Solo necesito obtener algunos chismes de CeCe le dije y me alejé antes de que pudiera hacer más preguntas y perforar más agujeros en mi débil mentira. Cuando entré en el restaurante, el cocinero me -saludo y, al oirlo, la señora Jones y CeCe vinieron corriendo para darme un abrazo y darme la bienvenida. Set
sintió agridulce.
-Señora Jones, ¿tiene un minuto o dos para hablar? -pregunté,
med
-Siempre, cariño. Déjame solo colocar la orden del desayuno de Frank y luego podemos sentarnos–me dijo.
taza de café en la mano. Bebi el café que Asenti y tomé una mesa en la esquina. Pronto se unió a mi con una su hermana me había preparado y reuni mis pensamientos.
-Señora Jones, no sé si alguna vez le he dicho lo agradecida que estoy de que me haya dado una oportunidad. el día que llegué aqui. Estaba perdida, y usted me dio una forma de ganar dinero y un lugar donde quedarme. Realmente significa mucho para mi–comencé.
-Me alegra haberlo hecho. Trabajadores como tú son escasos. ¿Por qué tengo la sensación de que estás tratando de despedirte? -Era tan perspicaz como siempre.
-Mis vacaciones–empecé.
-¿Las primeras y únicas vacaciones que has tomado en cuatro años y que coincidieron con un hombre guapo cortejándote obstinadamente?-preguntó la señora Jones.
-Si, esas. Ella se rió-, Recibi una oferta para un nuevo puesto. Es una buena oportunidad y al principio iba a rechazarla, pero ahora la he aceptado. Necesito presentar mi renuncia. Lo siento, pero puedo quedarme y trabajar hasta que encuentres a alguien que me reemplace le dije. Ella asintió.
-No hay nadie que te reemplace. Pero creo que puedo persuadir a Laura para que venga a trabajar aqui. Te agradeceria si pudieras quedarte una semana desde que ella empiece, para ayudar a entrenarla.
-Por supuesto. Es lo menos que puedo hacer ncepté..
-Bien, lo aprecio. Entonces, este hombre tuyo. ¿Te trata blen?-preguntó.
No hay nada romántico entre Finlay y yo. Pero me trata bien le dije. Ella sonrió y asintió.
No diré que no me dará pena verte it. Eres mi mejor empleada y una chica muy buena. Pero creo que estás haciendo lo correcto. Nunca estuviste destinada a quedarte aqui permanentemente. Eres demasiado buena para un lugar como este. Siempre supe que estabas de paso. Pero me alegra que al menos hayamos tenido
cuatro años.
Yo también estoy feliz–le dije. Aunque el pueblo parecía morderme en todos mis puntos dolorosos en ese momento, sabía que recordaria mi tiempo aquí como algo positivo y un punto de inflexión en encontrarme y
aceptarme a mi misma.
No hagamos llorar a esta vieja. Hablaré con Laura y te avisaré cuándo puede empezar. Y enviaré a CeCe. Supongo que también quieres hablar con ella.
ticias sobre lo que habla estado
-Si, gracias, señora Jones. -CeCe vino saltando, llena de emocionantes pasando en los últimos tres dias. Felizmente la dejé hablar y absorbi su desbordante positividad. Tan pronto como le dije a CeCe que me iba, su ánimo alegre desapareció y me miró con ojos de cachorro. Me senti como
si hubiera pateado a un cachorro.
-¿Te vas? ¿Por qué? -preguntó.
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Capítulo 15-2
Es simplemente mi momento. El trabajo que Finlay ofreció era demasiado bueno para rechazarlo–dije.
Finlay, ese es el chico guapo que no se rindió hasta que aceptaste salir con él, verdad? -preguntó CeCe.
Correcto.
Ya veo, bueno, entonces lo apruebo, más o menos–puse los ojos en blanco mientras ella hacía algo en su
teléfono.
-No es asi–le dije.
Ajá, claro que n
- no.
-No, en serio, no lo es. El pertenece a alguien más no era una mentira. Incluso si Finlay estuviera soltero, tenia una pareja en algún lugar esperando.
-¿Qué? ¿No está soltero? ¿Entonces para qué diablos estaba coqueteando contigo? -dijo CeCe, claramente indignada en mi nombre.
No estaba coqueteando. Es un poco complicado de explicar. Pero tiene una conexión con mi familia y me reconoció. Queria ofrecerme un trabajo, eso es todo–era lo más cercano a la verdad que podia decir, y CeCe
me miró durante un largo rato antes de asentir. La puerta del restaurante se abrió, y lessi entró apresuradamente y se dirigió directamente a nuestra mesa. Ahora sabia lo que CeCe habia estado haciendo
en su teléfono.
-¿Te vas?-preguntó mientras se paraba junto a mi y me miraba.
-Si le dije.
No me gusta dijo y se dejó caer en una silla.
-¿Por qué no?-pregunté.
-Hay muchos raros por ahi, Amie. Si te vas, no puedo vigilarte dijo. Tuve que sonreirle.
-Eso es dulce de una manera machista. Pero soy una chica grande, puedo cuidarme sola. Estoy más preocupada por ustedes. ¿Han resuelto las cosas?-pregunté para distraerlos. La forma en que ambos se sonrojaron me dijo que no lo hablan hecho-. Si, eso pensé. Miren, es fácil. Jessi, te gusta CeCe, mucho. Pero te preocupa que tu reputación como el coqueteador del pueblo la aleje. CeCe, has tenido un enamoramiento por Jessi desde siempre. Pero tienes miedo de que no te tome en serio, sino como otra aventura más. Son buenos juntos, se respetan y no voy a decirles qué hacer. Pero en mi opinión, necesitan sentarse y hablar sobre ello. De lo contrario, la vida pasará y ambos terminarán viejos y con muchas preguntas de “qué hubiera
pasado si…“.
Me senti bastante feliz con mi pequeño discurso. Tuvo el efecto deseado de desviar la atención de mi partida y todas las preguntas que podrían tener al respecto. Pasamos un par de momentos en silencio mientras CeCe y Jessi trataban de no mirarse, y luego terminaban sonriendo cada vez que atrapaban al otro haciéndolo. Me senti como una tercera rueda, pero fui rescatada cuando la señora Jones se acercó a nosotros. Les dio a los dos tortolitos una mirada interrogante y luego puso los ojos en blanco hacia mi. Sonrel.
-Hable con Laura, puede empezar el lunes, ¿Te parece bien?-me preguntó. Eso significaría que necesitaria quedarme en la ciudad una semana y media. No era tan malo como habia temido.
Me parece bien–confirmé. Después de eso, solo me senté y observé a la gente. No había nada malo con la fábrica de rumores en el pueblo. Pronto todos los locales sabian que me iba, y se acercaban a mi mesa para
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intercambiar algunas palabras, diciéndome que era triste verme ir. Era una sensación agradable. Incluso la señora Andersen se detuva.
Lamento no habértelo dicho esta mañana. Quería que tu hermana fuera la primera en saberlo le dije.
Oh, está bien, querida. ¿Estoy en lo correcto al suponer que ese pedazo de hombre sexy que te dejó ayer es la razón de todo esto?-preguntó y levantó las cejas. Era un poco inquietante escuchar eso de ella, pero
sonrel.
En cierta medida. Pero no de una manera de levantar cejas. Me ofreció un trabajo – le dije.
Claro, claro. Mi hermana me dijo tanto. Pero no estamos ciegas, sabes. Vemos cosas solo sonreí y negué con la cabeza. Me cambié para mi turno en el baño y casi me senti nostálgien al saber que me quedaban pocos días para ponerme el uniforme verde menta. Cuando terminé mi turno, caminé a casa y envié un mensaje a Finlay, informándole cuándo seria mi último dia. Le tomó dos minutos y luego llamó.
-Te recogeré el sábado después del próximo–dijo.
-Sabes, puedes enviar a alguien más. No tengo muchas cosas, la mayoría de mis muebles puedo donarlos ya que la habitación en la casa de la manada tiene todo lo que necesito -dije.
-Ni lo intentes. Conozco el camino, así que será más fácil para mí.
-Claro, o existen estas cosas llamadas GPS hoy en día -lo molesté.
-¿Estás tratando de deshacerte de mi, Red? -preguntó.
-Nunca. Pero pensaría que un Alfa tendría mejores cosas en las que gastar su tiempo que recogerme a mi y
mis cajas le dije.
-Buen intento. No te daré una salida hasta que te haya integrado bromeó. Terminamos hablando durante casi tres horas. Fue agradable tener su compañia, incluso si no era en persona. Ayudó con la ansiedad que mi lobo sentia al estar lejos de lo que claramente vela como su manada.
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