Capítulo 12-1
¿Cómo se supone que voy a ayudar a Amie en su primer cambio cuando nadie le ha dicho qué esperar? Está a punto de suceder y no sé si tenemos tiempo para explicárselo todo. Siento que la ira me invade por la injusto que es para ella. No ha sufrido ya bastante? Cuando me contó la verdadera razón por la que habia dejado su antigua manada, casi se me rompió el corazón. La habia conocido solo por unos días y ya sabia que era una loba increible. Cómo alguien que ha crecido con ella no puede verlo, nunca lo entenderé. Su historia también me dolió de otra manera, una manera que no tenia nada de lógica. Habia encontrado a su compañero, lo que significaba que no era mi compañera. Lo sabia. Si lo hubiera sido, lo habría sabido tan pronto como la vi en el restaurante. Pero de alguna manera, una pequeña parte de mi mantenta la esperanza. Tal vez porque no tenía
su lobo, no habia hecho clic. Era estúpido; sabla que no funcionaba asl. Pero una parte de mi mantenia la esperanza, creciendo un poco más fuerte con cada cosa nueva que aprendia sobre ella. No tenia sentido estar amargado con la diosa luna porque habia emparejado a Amie con alguien tan Indigno de ella, en lugar de emparejarla conmigo. Pero ahora no era el momento de lamentarse por eso. Amie me necesitaba. Necesitaba a la manada. Puede que no fuera una de nosotros, pero esperaba que lo fuera. Y no Importaba lo que decidiera, el primer cambio era dificil y confuso. Era mejor tener una manada a tu alrededor.
Le tomé la mano y ella me miró.
-Ven, vamos al bosque y te lo contaré–dije. Ella asintió y se levantó con piernas temblorosas. Tia Matilda caminó a su otro lado y nos aseguramos de que estuviera estable. A nuestro alrededor, la manada caminaba. Los que la habian conocido más de cerca, caminaban más cerca de nosotros. Vi a Medow sosteniendo una
manta y sonrei. Estarian alli para Amie.
-Detengámonos en el claro que está adelante dijo mi tia. Asenti. Era lo suficientemente grande y el suelo del bosque estaba cubierto de musgo suave. Era un buen lugar.
-Amie, mirame -dije, y ella levantó sus ojos verde bosque hacia mí-. El primer cambio no es cómodo. Tu temperatura corporal subirá para acelerar los cambios en tu cuerpo. Habrá calambres en tus músculos a medida que comiencen a cambiar. Sentirás los huesos rompiéndose y reacomodándose. No es divertido, pero generalmente es rápido una vez que comienza. Una vez que pase la primera vez, nunca volverá a sentirse asi. La próxima vez apenas lo sentirás expliqué y vi cómo sus ojos se agrandaban de miedo.
-Estará bien, niña. No estás sola. Estaremos contigo -dijo mi tía y guió a Amie a sentarse. Me senté a su lado en el suelo del bosque. Ella miraba a su alrededor y sus ojos se detuvieron en Cadence.
-¿Incluso los cachorros? -preguntó.
-Si, necesitan ver y entender para que puedan estar preparados cuando les toque a ellos. -Ella asintió y cerró los ojos mientras un temblor recorria su cuerpo. Me senti impotente al no poder hacer nada por ella. Había guiado a varios de nuestros miembros más jóvenes de la manada en su primer cambio. Pero nunca me habia sentido así antes. Tal vez era porque estaba tan desprevenida, o tal vez porque sentia que la vida le habia dado una mala mano hasta ahora. No sé por qué, pero me costaba mantener la calma. Lo único que me detenía de actuar era el conocimiento de que Amie necesitaba mi calma.
Es hora de quitarte la ropa, querida. Confia en mi, no querrás romperla y terminar caminando de vuelta a la casa de la manada envuelta en una manta. He estado alli, hecho eso, no vale la pena -dijo Matilda. Hubo risas suaves de la manada. La mayoría de los lobos rompían su ropa en algún momento. La desnudez no era un gran problema en la sociedad de los hombres lobo. Pero aún evitábamos andar desnudos si se podia evitar. Matilda y Medow hablan ayudado a Amie a ponerse de pie y la estaban ayudando a desvestirse. La manada miraba hacia otro lado por respeto e incluso yo bajé los ojos para darle algo de privacidad. Cuando se hundió en el suelo junto a mi, estaba envuelta en la manta que Medow habla traido.
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-¿Tienes alguna pregunta? le pregunté. Ella me miró y negó con la cabeza. Podia ver el miedo y la confusió
nen sus ojos.
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Capítulo 12-2
-Todo estará bien. A menos que cuentes que esto significa que mi tia tenía razón y eso es una pequeña catá strofe. Está demasiado acostumbrada a tener tazón todo el tiempo intenté bromear y consegui una sonrisa de ella. Cuando una mueva serie de calambres la recorrió, me agarró la mano.
Está bien. Acuéstate e intenta relajarte. No lo resistas le dije y ella se acostó. La manada se acercó y
todos la observamos mientras hacia su mejor esfuerzo por relajarse. No pasó mucho tiempo antes de que el brillo apareciera a su alrededor. Estaba cerca ahora. Su cuerpo tembló y un gemido bajo escapó de ella
cuando se escuchó el primer sonido de huesos rompiéndose. Mientras la observaba con preocupación, su cuerpo cambió y su piel de porcelana comenzó a desaparecer bajo un espeso pelaje. Antes de darme cuenta, la mujer habia sido reemplazada por un lobo. Lo único visible era su cabeza, que sobresalia de la manta. Era
hermosa. El pelaje alrededor de su naiz,
ojos era de un rublo fresa claro y se oscurecia cuanto más se alejaba de la cara. Apenas podia esperar para ver el resto de ella.
-Amie, ¿puedes intentar sentarte?-le pregunté, sabiendo que era confuso estar en tu otro cuerpo por
primera vez. Ella parpadeo hacia mi con los mismos ojos verdes de siempre y se sentó. Se tambaleó un poco, pero pronto se estabilizó. La manta se acumuló a su alrededor y todos tuvimos nuestro primer vistazo a lo que, con suerte, seria nuestro nuevo miembro de la manada. Su cuerpo estaba cubierto de un pelaje rojo
la punta de su cola y sus patas eran del mismo color claro que su cara.
oscuro,
-¡Es tan linda! -exclamó Cadence y todos se rieron. Pude ver el brillo en los ojos de Amie y supe que no se ofendió. Pero cuando el cachorro se apresuró a acariciarla, me levanté y bloqueé su camino. Lo atrapé y lo tomé en mis brazos. Juntos, miramos hacia abajo a Amie. Cuando me levanté, ella casi alcanzaba mi pecho,
sentada. No era un lobo pequeño.
-Cadence, tenemos que respetarnos unos a otros. No tocamos a alguien sin preguntar, especialmente si n en forma de lobo y no podemos enlazarnos mentalmente con ellos. Amie está en un lugar muy vulnerable y necesitamos respetar eso. Nos ha honrado al cambiar en nuestra presencia por primera vez le dije al cachorro. Él me miró y luego miró a Amie, quien lo miraba de vuelta.
-Si, Alfa. Lo siento, Amie dijo. Sonref y le revolví el cabello antes de dejarlo en el suelo.
-Buen chicole dije y lo observé regresar con su padre. Miré a Amie.
-¿Lista para ponerte de pie?-pregunté. Ella se concentré y colocó sus patas traseras debajo de ella. Se tambaleó un poco y dio un paso hacia un lado, su cola equilibró su cuerpo automáticamente, pero no estaba acostumbrada a la sensación y giró, tratando de verla. No pude evitar reirme. Se estabilizaba cada minuto má 5. Amie se dirigió hacia donde estaba Cadence y empujó su mano con el hocico. El me miró y asenti con una sonrisa. Con una mirada reverente en sus ojos, pasó su mano por su pelaje y chilló.
-Es tan suave le dijo a todos. Senti un momento de celos, pero lo aparté. La manada comenzó a cambiar uno por uno. Se acercaron a Amie con cuidado de no abrumarla y dejaron que sus lobos la saludaran. Me quedé en mi forma humana hasta que la manada la hubo saludado.
en mi
-¿Te gustaría probar esas nuevas patas?-le pregunté. Ella ladró felizmente y me rei. Me transformé e lobo rubio polvoriento. Era más grande que el de Amie, pero no por mucho. De pie, su lobo era casi tan alto como los de Martin y Sam. Me acerqué a ella y la empujé para que comenzara a moverse. Era extraño no poder hablar con ella. Pero entendió mi intención y comenzó a caminar. Lo hizo bien para ser su primera vez. Matilda se habia transformado y comenzó a caminar al otro lado de Amie. Le informé a la manada a través del enlace mental que llevaríamos a Amie a su primera carrera y que podian reanudar las celebraciones. Después de un rato de caminar, insté a Amie a un trote lento. Mi tia pronto se canso y me comunico mentalmente que regresaria para cuidar a los cachorros. Le dije a Martin, Sam y Medow que se unieran a nosotros. Pronto, los
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cinco estábamos corriendo por el bosque. Me aseguré de mantenerme cerca de Amie, para asegurarme de que
no se cansara o perdiera el equilibrio. Pero era una natural. Su lobo parecía hecho para la velocidad y cuando aceleramos sobre el suave suelo del bosque, sus ojos brillaban de alegría. Después de un rato más, les dije a los demás que podian regresar a sus planes de la noche. Sabla que Medow y Sam necesitarian algo de tiempo a solas como pareja, y Martin usualmente tenia una cita planeada. Guié a Amie al mismo mirador en el que habíamos estado esa mañana, La luna colgaba sobre el rio y las estrellas brillaban. Era una noche tan perfecta
como se podía esperar. Levanté la cabeza y aullé a la luna. Como agradecimiento por todo lo que nos daba. Otros se unieron y miré a Amie, que simplemente estaba a mi lado, mirándome. Dejé de aullar y la miré a los ojos y solté otro aullido. Ella respiró hando y luego se unió a mi. Las primeras notas fueron inciertas, pero a
medida que crecia su confianza, también lo hacia su nullido,
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