Capítulo 38 

Jordana pensó que lo más probable era que fuera la primera opción. 

Después de todo, los logros que Lorenzo había alcanzado hasta ahora ya eran, sin duda, mucho más extraordinarios que los de la mayoría. 

Eso significaba que en todos los aspectos él era mucho más destacado que la gente común, con cualidades inigualables que lo ponían en un nivel completamente distinto. 

Además, aquellos que ocupaban posiciones de poder durante mucho tiempo solían tienen una visión aguda y perspicaz. 

Luego, al Hegar al lugar, Lorenzo sacó un ungüento y se lo aplicó en la piel, haciendo que el dolor disminuyera un poco gracias a la fresca sensación y el alivio que proporcionaba el ungüento. 

El lugar al que Lorenzo la llevó era una zona de mansiones a orillas del río en Aguamar. 

Aunque Jordana había dejado Aguamar hace tres años, aún conocía esta zona residencial. 

‘Villa Amanecer.” 

Construida hace diez años, la mansión estaba ubicada en el codiciado centro de la ciudad de Aguamar. 

El rio de Aguamar se llamaba Rio Amanecer. 

El nombre de “Villa Amanecer tenia el significado de “frente a las orillas del Río Amanecer, viendo las aguas brillantes del rio.” 

En toda la zona solo había unas pocas mansiones. 

Cada una era independiente, con una superficie de más de trescientos metros cuadrados. Además, las mansiones estaban bastante separadas entre sí, ofreciendo una privacidad total. 

Los residentes de este lugar eran personas extremadamente ricas o de alto estatus. 

En aquel entonces, la familia Soler quería comprar una mansión allí, pero no calificaban para 

obtener una. 

La decoración era de estilo minimalista, con sofás de madera, mesas de café, pisos de madera y enormes ventanas de suelo a techo con cortinas blancas que dejaban pasar la luz. 

Junto a la ventana había una banca larga, y al lado de la pared, una serie de estantes de suelo 

a techo. 

La luz cálida y amarillenta se derramaba, creando un ambiente tranquilo y acogedor. 

Era lo que Jordana imaginaba que debería ser un hogar. 

Además de los muebles necesarios, no había nada superfluo, todo coincidía con la estética de 

Jordana 

15.01 

Capitulo 38 

Sin embargo, pensó que probablemente no coincidía con la estética de Lorenzo. 

Muy pocas personas apreciaban estas cosas con un aspecto clásico, especialmente los jóvenes. 

Ella, por su estudio de la pintura, tenía una predilección especial por estos objetos de aspecto 

clásico. 

La mirada de Jordana se posó en la banca y las estanterías de una esquina del salón, y cuanto más miraba, más familiares le resultaban. 

De repente, un recuerdo llegó a su mente, ¿no era esta escena exactamente igual a una que había dibujado al azar y garabateado hace más de diez años? 

Aquel dibujo todavía debería estar colgado en una de las paredes de la antigua mansión de la familia Rubín. 

Su mente se bloqueó por un momento, y sin pensar, giró la cabeza instintivamente y le preguntó a Lorenzo. 

“¿Esto lo decoraste tú?” 

Lorenzo se mantuvo impasible. 

“Lo decoró mi madre, al parecer se inspiró en un dibujo que había visto.” 

“Oh.” 

Dado que Hugo tenía relaciones con la familia Galván, y Lisa también había visitado la antigua mansión de la familia Rubín, donde seguramente había visto ese dibujo. No era tan extraño después de todo. 

Jordana le echó otro vistazo, pero seguía sintiendo que había algo extraño. 

Pronto descubrió qué era lo que le resultaba extraño: en toda la villa no había sirvientes, solo ella y Lorenzo, lo que, debido al amplio espacio, hacía que el lugar se sintiera algo vacío. 

Después de aplicar de manera uniforme el ungüento en la zona morada, Lorenzo le explicó con una voz suave: “Mi madre dice que los jóvenes deberían vivir la vida de los jóvenes, así que nos dejó vivir aquí. 

Si más adelante necesitas trabajar, este lugar es ideal por su ubicación, es conveniente ir a cualquier lugar.” 

Jordana asintió, ya que estaban muy cerca del Taller Pincel, solo separados por una calle, lo que hacia que ir al trabajo fuera extremadamente conveniente, a solo unos minutos a pie. 

Era exactamente la ubicación que más deseaba. 

“Me gusta la tranquilidad, no me agrada que me molesten. Por eso aquí solo hay sirvientes que vienen a limpiar en horarios específicos, el resto del tiempo solo estamos nosotros dos.” 

Por casualidad, Jordana también prefería la tranquilidad; no le gustaba socializar ni estaba 

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Capítulo 38 

acostumbrada a tener sirvientes siempre alrededor. 

Ella disfrutaba de estar sola, valoraba mucho su espacio privado y no le gustaba que la gente 

entrara sin avisar. 

En la Mansión Luna Azul, los constantes sirvientes a su alrededor la hacían sentir incómoda. 

Jamás imaginó que los gustos de Lorenzo coincidieran tanto con los suyos. 

Lorenzo esperó a que el ungüento en las manos de Jordana se secara antes de llevarla al piso superior, señalando una habitación en el lado derecho del piso. 

“Esta habitación ya estaba preparada como nuestra habitación nupcial, a partir de ahora vivirás aquí.” 

Al escuchar las palabras “nuevo hogar,” el corazón de Jordana se sintió como si hubiera sido rozado por el fuego de forma repentina, y tras pensarlo un poco, finalmente habló. 

“¿Qué te parece si tú te quedas aquí y yo me mudo a otra habitación?” 

“Puede que necesite tiempo para adaptarme… a ser la Sra. Galván.” 

Aunque ella y Lorenzo ya estaban casados legalmente, esta relación había avanzado con tanta rapidez que aún no estaba lista para compartir la misma cama con Lorenzo, ni mucho menos vivir juntos en la misma habitación. 

Ella no era buena socializando, y solo imaginar la escena la hacía sentir tan incómoda que sus ples parecían querer hundirse en el suelo. 

Bajo la cálida luz amarilla, los ojos de Lorenzo parecían especialmente suaves y acogedores. 

“Está bien. Pero deberías quedarte en el nuevo hogar. Es más espacioso. 

Además, fue preparado especialmente para ti.”