Capítulo 174
Álvaro no rechazó directamente la buena intención de Noemí, solo se masajeó la frente con frustración.
“Entonces, mejor márchate de una vez. No quiero verte ahora.”
Noemí, siendo una mujer astuta, pudo discernir que aunque Álvaro le estaba pidiendo que se fuera, su tono ya no era tan tajante y frío como antes.
Con una voz ligeramente seductora, dijo: “Álvaro, entonces, ¿por qué no te tomas este vaso de agua?”
Mientras hablaba, se inclinó deliberadamente hacia él.
Esa noche, Noemí llevaba puesto un vestido con un escote pronunciado, y al inclinarse, reveló más de lo esperado.
Álvaro pudo ver fácilmente la extensión de piel expuesta.
En circunstancias normales, Álvaro habría despreciado a Noemí sin titubear.
Pero esa noche algo diferente le sucedía: su corazón latía rápido y todo su cuerpo se llenaba de excitación.
Álvaro, quien frecuentaba clubes nocturnos, sabía que estos síntomas indicaban que había sido drogado.
No necesitaba pensar mucho para saber que el agua que había bebido antes estaba adulterada, y que Noemí era sin duda la responsable de todo eso.
Se pellizcó fuertemente la pierna, tratando de usar el dolor para mitigar estas sensaciones.
Pero Noemí notó este detalle agudamente.
Con la delicadeza de una rama de sauce, sus manos se deslizaron alrededor del cuello de Álvaro, mirándolo con unos ojos seductores.
Su voz era suave y coqueta.
“Álvaro, vine aquí con tanta prisa que ni siquiera traje un abrigo. Hace mucho frío afuera, ¿realmente serías capaz de echarme así?”
El hombre no respondió directamente, simplemente se esforzó por empujarla.
“No te tocaré, la que me gusta es Jordana.”
A pesar del calor que consumía su cuerpo, su mente se mantenía relativamente clara.
Sabía que le gustaba Jordana y no Noemí.
También conocía bastante bien el carácter de Jordana y sabía que si ella descubría que había tenido algo con Noemí, nunca volvería con él.
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Después de ser rechazada y empujada repetidamente por Álvaro, por culpa de Jordana, Noemí se sintió furiosa y frustrada.
¿De qué servía que le gustara alguien así?
¿Cría que Jordana se fijaría en un tonto como él?
Mientras maldecía a Álvaro en su mente, Noemí todavía tenía que mantener una apariencia de vulnerabilidad.
Con lágrimas en los ojos, dijo: “Álvaro, sé que te gusta Jordana, pero yo te quiero a ti.”
“Lo creas o no, mi partida hace tres años y todo lo que te dije, no fue por elección propia. Mi madre insistió en que me mudara a Oricalco, diciendo que como estabas paralítico, sufriría contigo y si no me iba, cortaría lazos conmigo.”
Las palabras de Noemí, cargadas de una pasión convincente, parecían sinceras.
Era experta en manipular a los hombres; durante el tiempo que estuvo con Álvaro, también había logrado engañar a muchos hombres para que muchos de ellos aceptaran ser su respaldo emocional sin siquiera cuestionarlo.
Al final, Noemí, con los ojos enrojecidos, abrazó a Álvaro.
“Sé que tienes un gran orgullo, por eso nunca quise decirte la verdad. Pero piénsalo, si no te quisiera, no habría dicho todas esas cosas para engañarte.”
Noemí tenía una voz dulce y sabía exactamente cómo manejarla al ser una experta en
seducción.
Sus palabras no eran expresadas al azar: las susurraba al oído de Álvaro, dejando que su cálido
aliento acariciara su lóbulo.
Su cuerpo pegado al de Álvaro, sus manos moviéndose con destreza sobre él.
Álvaro no la empujó.
Las palabras de Noemí casi lo convencieron.
Y el hombre, ya estimulado, se dejó llevar por el deseo.
Aunque su mente intentaba mantener algo de cordura, fue vencido por la lujuria en su interior.
¿Y qué si tocaba a Noemí?
Era un hombre, cometer errores formaba parte de lo que hacían los hombres.
Su padre había cometido el mismo error.
Las palabras de no tocar a Noemí ya estaban olvidadas.
En cuanto a Jordana.
Lo de él con Noemí, solo lo sabían ellos dos. Si él no decía nada, ¿cómo iba a enterarse
Jordana?
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Capitulo 174
Además, ahora estaba claramente drogado, lleno de deseo y si se unía a Noemí, sería por el efecto de la droga.
Fue esta quien lo manipuló, forzándolo a tener un encuentro íntimo con ella, no fue una elección activa de su parte el hecho de querer estar con Noemí.
Convencido en su mente, Álvaro ya no pudo controlar el fuego interior que sentía y atrajo a
Noemí hacia su abrazo…
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