Capítulo 157
Al abrir los ojos, lo primero que vio fue el anuncio publicado por la Academia de Música Oricalco.
En la parte superior de la imagen, la palabra “Declaración” capturaba la atención.
Debajo, en letras negras y claras, se podía leer:
“Tras una verificación por parte de nuestra institución, hemos confirmado que Noemí nunca ha cursado ningún programa en nuestra academia. Por este motivo, hacemos este comunicado.”
Además, la publicación etiquetaba directamente a Noemí.
Fue como si le hubieran arrancado la ropa que mantenía su dignidad, invadiéndola una ola de vergüenza.
De hecho, era cierto que ella nunca había estudiado en la supuesta Academia de Música
Oricalco.
Solo había sido una excusa para apaciguar a la familia Zelaya, cuando en realidad lo que había pasado era que se había conseguido un novio en Oricalco.
Sin embargo, en aquel momento, Noemí confiaba plenamente en que nadie tendría la capacidad ni el interés en verificar si realmente había estudiado en la Academia de Música
Oricalco.
Pero ahora…
Jamás imaginó que aquellos sucios secretos que prefería dejar en el pasado serían desenterrados, para quedar completamente expuestos ante todos.
Con el corazón palpitante de temor, abrió su cuenta de Twitter.
Lo que encontró fue una avalancha de críticas.
Desplazándose por Twitter, Noemí rápidamente comprendió el origen de toda esa hostilidad:
Alguien había expuesto con evidencia concreta sus intentos de difamar a Jordana, mostrando pruebas que no solo reivindicaban a Jordana sino que también la atacaban a ella con contundencia.
Ahora se sentía como una rata callejera, despreciada y perseguida por todos.
Noemí se mordió el labio, con las uñas clavándose en su carne, pálida como un papel.
En su enfrentamiento con Jordana, había perdido una vez más, y esta había triunfado sin esforzarse.
Antes de que Noemí pudiera reaccionar, su teléfono sonó indicando que había recibido un nuevo mensaje.
Era un mensaje de Fuerzas Iguales, informándole de una mala noticia.
17:37
Capítulo 157
“Srta. Sabín, lamentamos informarle que, debido a la mala reputación que ha adquirido en línea, ha sido excluida del equipo de producción.”
Los golpes seguían llegando uno tras otro, sin darle tiempo para reaccionar.
Con la mente zumbando, las piernas de Noemí se debilitaron.
Respiró profundamente varias veces hasta que logró calmarse:
Perder su carrera por ahora no era muy importante, mientras pudiera asegurarse de mantener a Álvaro a su lado, casarse con él y entrar en la familia Zelaya, todavía tendría una oportunidad
en el futuro.
Fue entonces cuando…
El teléfono sonó de nuevo.
Era una llamada de Álvaro.
Podía prever la tormenta que se avecinaba, Noemí, con los dedos temblorosos, finalmente respondió.
La voz de Álvaro resonó del otro lado de la línea como se esperaba.
“Noemí, ¡nunca fuiste a estudiar a Oricalco! ¡Me mentiste!”
No había ni rastro de su cariño habitual, solo la furia de haber sido engañado.
Curiosamente, Álvaro nunca prestaba atención a estos chismes del espectáculo, pero fue Pamela quien lo llamó para informarle sobre todo este asunto.
Después de colgar, Pamela incluso le envió una captura de pantalla.
En ella, se veía la declaración oficial de la Academia de Música Oricalco que confirmaba que, en su momento, Noemí nunca había recibido una carta de admisión para realizar sus estudios allí.
Álvaro siempre había creído en ella, pero fue solo después de ver esa captura que se dio cuenta de que la historia de Noemí sobre estudiar en Oricalco era una completa mentira.
Ella simplemente no quería cuidarlo y usó esa excusa para evadirlo, luego continuó engañándolo con más mentiras.
Y él había sido tan ingenuo que le creyó.
Al recordar todos esos años en los que había sido engañado sin darse cuenta, Álvaro no pudo
contener su ira.
22
Con una voz débil, Noemí intentó explicarse: “Álvaro, escúchame, en realidad fui a otra academia de música.”
Pero el hombre, cegado por la ira, no estaba dispuesto a escuchar ninguna explicación.
“No me vengas con más mentiras. ¡No volveré a creerte!”
2/3
17:37
Capitulo 157
“Te lo advierto, quiero que empaques tus cosas de Villa Dorada de inmediato. ¡No quiero volver a verte!”
Furioso, colgó sin darle a Noemí la oportunidad de responder.
Al escuchar el tono de línea ocupada en el teléfono, Noemí tropezó y cayó al suelo, incapaz de mantenerse en pie.
Ella sabía mejor que nadie que lo que más detestaba Álvaro era ser engañado, y en este asunto, ya no había vuelta atrás.
La única esperanza que le quedaba se había desvanecido por completo, dejando a Noemí con el rostro tan pálido como el papel, sin un ápice de color en su rostro.
Al final, solo pellizcándose la palma de la mano con fuerza pudo recuperar la cordura.
Noemí se repetía a sí misma en su interior: no podía entrar en pánico. No importaba cuán grande fuera el problema, siempre había una solución.
¡No estaba dispuesta a admitir la derrota con mucha facilidad, no lo aceptaba!
Con las manos firmemente entrelazadas, se esforzaba por regular su respiración para calmarse, y una vez que recobró la cordura, Noemí respiró profundamente.
Dadas las circunstancias, no le quedaba más remedio que recurrir a ese plan.
Después de colgar el teléfono, Álvaro estaba tan furioso y frustrado que lanzó su móvil al suelo. Al darse cuenta de la verdad, se sintió como un payaso, manipulado por Noemí en todo
momento.
El día que fue al aeropuerto a recogerla, en el fondo sabía muy bien que era un día importante y que Jordana no estaría contenta con su decisión de ir a buscar a Noemí.