Capítulo 15 

Jordana no supo en qué momento se quedó dormida, pero cuando despertó, ya era el día siguiente. 

Quien la despertó fue Otilia, acababa de regresar a casa después de un turno nocturno. Sentada al borde de la cama, con una expresión llena de curiosidad, preguntó: “¿Cómo fue, cómo fue? ¿Qué tal te llevaste con Romeo?” 

Frotándose los ojos soñolientos, Jordana respondió: “No vi a Romeo.” 

Otilia se levantó de un salto, furiosa, “Ah, ¿así que se atrevió a plantarte? Esto es increíble. Espera, jahora mismo voy a buscarlo!” 

“Romeo tuvo un contratiempo y no pudo ir, pero envió a alguien en su lugar.” 

A punto de salir de la habitación, Otilia se detuvo al escuchar eso, pero una mueca apareció en su rostro. “¿Un sustituto? ¿Eso es posible?” 

Luego, retractando su pie del umbral, regresó a su lugar original, con los ojos brillando por saber el chisme. “¿Quién, a quién envió? ¿Es guapo? ¿Qué tal se llevan? ¿Te gustó?” 

Sabiendo que tarde o temprano Otilia se enteraría, Jordana no tuvo intención de ocultarlo: 

“Lorenzo Galván.” 

“¡No me digas!” Otilia sacó su teléfono, buscó rápidamente y le mostró una foto, “¿Este Lorenzo Galván?” 

Jordana asintió. “Sí, ese.” 

“Según la información oficial en línea, Lorenzo tiene veintinueve años, mide uno noventa, encabeza la lista de personas con mayor riqueza de Aguamar, es un codiciado soltero de oro, por quien innumerables damas y señoritas luchan a capa y espada. Vaya, ese suplente definitivamente deja al titular a kilómetros de distancia. Ese chico Romeo, sí que sabe lo que 

hace.” 

Luego, acercándose a Jordana, con los ojos aun brillando, preguntó: “¿Qué tal, hubo química entre ustedes? ¿Le pediste su contacto para seguir hablando y conocerse mejor?” 

Fue entonces cuando Jordana recordó que no había intercambiado información de contacto con Lorenzo y él tampoco se lo había pedido. Era su primera cita a ciegas y se le había olvidado por completo lo de pedir su contacto. 

Inconscientemente, negó con la cabeza. “No…” 

Antes de que pudiera terminar, el sonido inesperado del teléfono la interrumpió, sacó su teléfono y en la pantalla brilló un número desconocido. El área de donde provenía el número, era Aguamar. 

Casi sin pensar, contestó. 

Al otro lado del teléfono, la voz baja y magnética de Lorenzo resonó. “Hola, ya estoy en la casa 

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Capitulo 15 

de tu abuelo. El Sr. Hugo me pidió que te llamara para saber a qué hora llegarás.” 

En un primer momento, Jordana se quedó perpleja, preguntándose cómo había conseguido su número de teléfono. Un segundo después, se dio cuenta: Lorenzo estaba en casa de su abuelo, y naturalmente, el número se lo había proporcionado Hugo. 

Echó un vistazo a la hora en su teléfono, las nueve de la mañana. 

¿Lorenzo había ido a casa de su la familia tan temprano para marcar el inicio de su jornada laboral? 

Jordana no lo entendía, pero aun así respondió con respeto. “Espera un momento, llegaré en breve.” 

Después de cortar educadamente la llamada, antes de que pudiera decir nada, Otilia le dio una palmada en el hombro. 

“No solo tienes su contacto, sino que ahora él ya está en la casa familiar preparándose para conocer al abuelo. Si hubiera regresado un poco más tarde, ¿estarían ya en camino de casarse?” Dijo bromeando. 

Por un momento, Jordana no supo qué responder, porque lo que Otilia decía no estaba ni un poco equivocado. 

Si hubiera llegado a casa una o dos horas más tarde, probablemente ya estaría con Lorenzo en camino al registro de matrimonio. 

Otilia notó una expresión ligeramente incómoda de Jordana, como si hubiera acertado con su comentario, por lo que, con los ojos bien abiertos, exclamó: “¿No me digas? ¿Realmente avanzaron hasta el punto de casarse?” 

Jordana esbozó una sonrisa tímida, luego asintió con la cabeza. La expresión de Otilia demostró el shock, incredulidad y una mezcla de emociones. 

“Sí, él me pareció atractivo, además, su familia lo está presionando para que se case. Así que decidimos casarnos, hoy lo llevaré a ver a mi abuelo para que le dé el visto bueno, luego iremos a la oficina de registro civil con nuestros documentos para legalizar el matrimonio.” 

“¡Eso es maravilloso! ¡Así es como debe ser! Si en adelante Álvaro o alguien de su familia vienen a molestarte, simplemente deja que Lorenzo se encargue. Seguro lo resolverá sin problemas.” 

Jordana pensó que Otilia tendría algunas críticas sobre lo rápido que avanzó su relación con Lorenzo. Sin embargo, para su sorpresa, su prima, al igual que Hugo, no tenía ninguna objeción. 

Tras una breve hesitación, no pudo resistirse a preguntar: “¿No te parece que casarme con Lorenzo es un poco apresurado?” 

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