Capítulo 125 

Antes, Benicio la llevaba a todo tipo de competiciones. Frente a estas situaciones, Jordana se mantenía tranquila y serena, sin mostrar signos de nerviosismo. 

En el escenario junto a Jordana, también había otro experto mucho mayor que ella. 

El experto, de entre cincuenta y sesenta años, llevaba puesto un traje, usaba lentes para leer y tenía el cabello salpicado de canas, pero sus ojos brillaban con inteligencia. 

La presencia de estos dos jueces, tan diferentes en edad, inmediatamente provocó un torbellinc de comentarios en la transmisión en vivo. 

El consenso entre el público era que: 

Solo el experto mayor parecía un verdadero especialista, mientras que Jordana, con su apariencia elegante y atractiva, parecía más bien una figura decorativa, incluida en el programa por su popularidad. 

Cuando ella entró, la obra ya estaba desplegada y lista en el caballete, y junto a ella estaba una joven vestida con un elegante vestido tradicional, con maquillaje y un peinado con un toque 

clásico. 

Jordana sabía que, debido a las limitaciones de tiempo del programa, algunos talentos que requerían más tiempo, como la pintura y la artesanía, eran presentados directamente en el escenario con los trabajos ya terminados. 

Lo que tenía delante probablemente era la obra de una destacada joven actriz y su contribución al espectáculo. 

Con solo mirar de lejos, ella reconoció que la pintura en el caballete era una copia de “Paisaje de Montañas y Ríos” de Kilian, una obra que había practicado repetidamente durante su primer año aprendiendo a pintar con Benicio. 

A los nueve años, incluso había participado en un concurso de pintura con una copia de esta misma obra. 

Por alguna razón, al mirar la pintura en el caballete, Jordana sintió que algo estaba fuera de lugar, pero no podía precisar qué era exactamente. 

El experto mayor primero sacó una lupa con borde dorado de su bolsillo y estudió la pintura detenidamente, entrecerrando los ojos. 

Después de unos diez minutos, ajustó sus lentes en la nariz y, con un gesto pensativo, comenzó 

a hablar. 

“Esta pintura, tanto en técnica como en la ejecución del trazo, demuestra una gran maestría y atención al detalle, merece la máxima puntuación.” 

Tras recibir la aprobación y el elogio del experto mayor, la joven actriz no pudo ocultar su orgullo. 

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Luego fue el turno de Jordana para examinar la obra. 

Al acercarse, su mirada finalmente se detuvo en la esquina inferior derecha de la pintura. 

Después de echar un breve vistazo, tenía una idea clara de por qué la pintura le parecía extraña. Miró a la joven actriz que estaba a su lado y le preguntó con tono bastante sereno, pero con 

cierta firmeza. 

“¿Estás segura de que esta es tu obra? ¿No habrás traído por error la de otra persona?” 

La joven actriz se quedó perpleja por un momento, claramente no esperaba que la hiciera esa 

pregunta. 

Después de un breve silencio, levantó la barbilla con confianza y respondió. 

“No, no hay ningún error. Esta es mi obra. He estado aprendiendo pintura con un maestro desde pequeña, por doce años.” 

La sala de conversaciones de la transmisión en vivo estalló en controversia. 

Los mensajes llenaban la pantalla criticando a Jordana por su falta de profesionalismo y por crear confusión innecesaria. 

Los fanáticos de la joven actriz se unieron para condenar a Jordana. 

Mientras tanto, Berta, que estaba viendo la transmisión en vivo, se sintió satisfecha al ver que esta estaba siendo criticada por todos. 

Pensó que Jordana quería sobresalir pretendiendo ser una profesional, ¡pero no era tan fácil! 

“¡A ver cómo se las arregla ahora!“, pensó, esperando que Jordana se convirtiera en el 

hazmerreír de todos. 

Jordana, sin embargo, mantuvo un tono de voz suave pero firme. 

“Debe haber habido un error y probablemente trajiste la obra equivocada. Esta pintura es la que presenté en un concurso de arte cuando tenía nueve años, y en la esquina inferior derecha está mi sello.” 

Las obras presentadas en los concursos de arte solían subastarse y el dinero recaudado se destinaba a los premios para los participantes. 

Jordana sospechaba que la familia de la joven actriz había comprado su trabajo presentado en aquel momento. 

Al escuchar esto, la joven actriz miró más de cerca y, efectivamente, allí estaba el sello en la esquina inferior derecha. 

Con tantos sellos presentes en la obra, no había notado que la esquina inferior derecha llevaba el sello del autor original. 

Ella no sabía nada sobre pintura. 

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Capítulo 125 

Simplemente había escogido una obra sin renombre de la colección de su abuelo, pensando que podría pasar desapercibida y mejorar su imagen. 

Sin embargo, su plan se había vuelto en su contra. 

Su rostro se enrojeció de inmediato y rápidamente aceptó la salida que Jordana le había dado. 

“Lo siento, no lo revisé bien. Todas las pinturas me parecían iguales, simplemente tomé la equivocada.” 

Pero los espectadores de la transmisión en vivo no iban a dejar pasar el asunto tan fácilmente. 

Algunos tomaron capturas de pantalla de la pintura, ampliaron la imagen y revisaron cuidadosamente las letras pequeñas en el sello de la esquina inferior derecha. 

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