Capítulo 6
No quería seguir sentándose con ella, después de todo, conseguir que él se sentara con ella había sido un favor que Melissa había pedido antes. Él era su tutor, y al sentarse a su lado, podía ayudarla con las lecciones… Pero ahora que lo pensaba, ¿acaso Ubaldo alguna vez le había dado alguna clase? Sólo se pasaba mandándola. Parecía creer que con eso podría intimidar a Melissa, pero ella no le hacía caso. Ubaldo no había comido, y Adriana se sentía mal, sufriendo constantemente… Él se sentó a un lado, con el rostro sombrío, y miró a Melissa, quien estaba sentada junto a la ventana. Esta vez, ¡realmente estaba enojado! Cuando ella fuera a disculparse, le iba a mostrar de lo que era capaz.
Por la tarde, al salir de clases, el Maybach que venía por Melissa se detuvo en la entrada. Melissa salió de la escuela, pero vio que Ubaldo y Adriana ya habían subido al auto. Melissa también se apresuró a acercarse. Todos en la escuela ya sabían que había ofendido a Ubaldo y esperaban ver su caída. Al ver que ella seguía sin vergüenza hacia el auto, no pudieron evitar murmurar entre ellos.
“¡Pensé que ya no se llevaba con Ubaldo!“.
“Ella es una lamebotas, ¿cómo podría cambiar?“.
“Ubaldo es demasiado bueno! Si fuera yo, ¡habría despedido a la hija de esa criada insolente en el acto!“.
Ignorando esas voces burlonas, Melissa no se molestó en responderles. Miró a las dos personas que ya sin vergüenza ocupaban el auto. Antes de que pudiera hablar, Ubaldo dijo: “¿No dijiste que no volverías a casa conmigo?“.
Había visto a gente sin vergüenza, ¡pero nunca a alguien así! Melissa le respondió a Ubaldo: “Dije que no volvería a casa contigo, pero eso no significa que puedas tomar el auto de mi familia“.
Ubaldo se quedó rígido, casi había olvidado que ese auto pertenecía a la familia Sandoval. Viendo a Melissa tan enojada, empezó a pensar por qué estaba tan furiosa. ¿Acaso no había sido ella quien le había permitido usar el auto? ¿Por qué ahora estaba enojada?
El conductor, Enrique, viendo la situación, trató de calmar las aguas, “Melissa, sube al auto. ¿Por qué sigues enojada con el joven maestro?“. Luego, le lanzó una mirada a Ubaldo, insinuándole que se calmara.
Ubaldo miró a Melissa y le dijo magnánimamente: “Está bien, ¡sube ya! No tomaré en cuenta lo de hoy. Te daré otra oportunidad“. Considerando que usualmente se portaba bien, ese día la dejaría pasar.
“…“. Cuando Melissa lo escuchó decir que le daría otra oportunidad, casi creyó haber oído mal, “¿Me darás otra oportunidad? Ubaldo, ¡¿quién te crees que eres?! Baja del auto con tu novia, jahora!“.
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Capítulo 6
¡Qué descaro el de él, diciendo que le daría otra oportunidad! Y su padre, ¿qué tal? Llamándolo joven maestro y a ella sólo por su nombre.
La multitud alrededor, al ver eso, comenzó a criticar a Melissa:
“¿Qué le pasa a Melissa? ¡Se atrevió a insultar al chico más guapo de la escuela!“.
“¡Exacto! Ubaldo ya estaba siendo bastante amable con ella, y ella ni aprecia eso“.
“Que Ubaldo la despida ya, no puedo seguir viendo esto“.
¡No entendían por qué Melissa estaba actuando de esa forma ese día, no había manera de calmarla! Ubaldo, con la cara rígida, dijo: “¿Así es como va a ser? No me enojé contigo por lo de mediodía, decidí perdonarte, Melissa, ¿realmente quieres continuar con esto?“.
Melissa respondió: “Desde hoy, ¡no habrá lugar para ti en mi auto!“. Aún pensaba que estaba jugando con él.
