Capítulo 146
Los comentarios en Twitter se multiplicaban como una avalancha digital, cada uno más entusiasta que el anterior.
“¡No puedo creer que esté en Francia y me haya perdido la oportunidad de encontrarme con el príncipe de mis sueños!” se lamentaba una usuaria.
“¿Quién será la misteriosa musa que ha cautivado al maestro?” especulaba otra.
De pronto, un comentario destacó entre los demás: “¡FAMILIA, LA ENCONTRAMOS! ¡Es ella! @Beatriz Ramirez”
La afirmación venía respaldada por evidencia aparentemente sólida: “¡CONFIRMADO! Beatriz publicó un video bailando esta mañana en una plaza francesa, usando exactamente la misma ropa que aparece en el video del maestro. Además, su ubicación actual coincide perfectamente.”
Romeo, absorto en su teléfono, seguía cada hilo de comentarios con intenso interés. No podía negar que el poder de investigación colectiva de los internautas resultaba asombroso en ocasiones. Intrigado por las menciones constantes a Beatriz, accedió a su perfil de Twitter.
La cuenta de Beatriz era un despliegue cuidadosamente curado de fotografías y videos artísticos. Entre ellos, destacaba una publicación reciente: un video grabado esa misma mañana en la Plaza Masséna. La grabación mostraba a una joven ejecutando una danza elegante, sus movimientos fluidos y controlados demostraban años de entrenamiento.
Lo que capturó inmediatamente la atención de Romeo fue el atuendo: idéntico al que aparecía en el video del Clair de Lune. Más aún, la complexión física y el peinado eran prácticamente indistinguibles.
“¡La encontramos!” exclamó Romeo, golpeando el hombro de Ariel con entusiasmo apenas contenido. “Mira esto, ¿no crees que es ella?”
Ariel estudió ambos videos con atención profesional. Objetivamente, las coincidencias eran notables: la vestimenta, la ubicación, incluso el porte general coincidían. Sin embargo, algo en su instinto musical le generaba.dudas.
“Dado que esta Beatriz está en Niza,” sugirió con cautela medida, “deberíamos contactarla directamente para confirmar.”
Romeo asintió con entusiasmo. “¡Yo me encargo!”
Una rápida investigación del perfil de Beatriz reveló su reciente contrato con Aurora Art Films, una feliz coincidencia ya que la productora pertenecía a la familia de Romeo. Un par de llamadas después, tenía en su poder los contactos tanto de Beatriz como de su agente.
Mientras tanto, en otro punto de la ciudad, Beatriz y su tía Leonor Moreno se encontraban en plena estrategia de construcción de imagen. Como agente experimentada en el mundo del
16.20
Capitulo 146
espectáculo, Leonor había trazado un plan meticuloso para presentar a su sobrina como una refinada artista recién retornada de sus estudios en el extranjero.
La estrategia inicial incluía performances de danza clásica en locaciones europeas emblemáticas, buscando captar la atención internacional. El video matutino en la Plaza Masséna había sido el primer paso de este plan, recibiendo una respuesta positiva que auguraba el éxito de la campaña.
Sin embargo, antes de poder implementar la siguiente fase de su estrategia, el video de Beatriz se había vuelto viral de forma inesperada. Las métricas de interacción en su cuenta de Twitter se dispararon repentinamente.
Leonor, revisando el panel de estadísticas, encontró el nombre de Ariel, el Príncipe del Piano, mencionado repetidamente en los comentarios. Sus ojos brillaron con ambición al reconocer la oportunidad que se presentaba.
Por supuesto, era perfectamente consciente de que Beatriz no era la misteriosa bailarina del Clair de Lune. Sin embargo, las coincidencias en vestimenta y apariencia eran demasiado perfectas para ignorarlas. Si lograban que Beatriz ocupara el lugar de la verdadera bailarina, conseguirían el respaldo de una figura tan influyente como Ariel, asegurando el futuro
estrellato de su sobrina.
“Beatriz, mira esto,” llamó a su sobrina, mostrándole el video viral. “Ariel está buscando a la mujer que baila en este video. Por una extraordinaria coincidencia, hoy llevabas el mismo atuendo, el mismo peinado, y hasta estabas en la misma ciudad. Si logramos que te identifiquen como la mujer del video, como la musa de Ariel, tu carrera despegará instantáneamente.”
La propuesta flotó en el aire, cargada de promesas y peligros por igual. El plan era arriesgado, pero el premio potencial era demasiado tentador para ignorarlo.
212