Switch Mode

El Precio de tu 101

El Precio de tu 101

Capítulo 101 

Silvia abrió la boca para continuar, pero Lydia la interrumpió con un gesto impaciente de su mano vendada. “Basta de hablar de hombres y tonterías. ¿Qué delicias me trajiste? ¡Vamos, muéstrame!” 

En el umbral de la puerta, el hombre fastidioso en cuestión permanecía inmóvil como una estatua de hielo. Una sonrisa gélida distorsionaba sus rasgos perfectos mientras las palabras de Lydia reverberaban en su mente. Nunca, en sus más oscuras contemplaciones, había imaginado que ella lo llamaría perroa sus espaldas

La ironía le atravesó el pecho como una daga de cristal. Frente al mundo, ella interpretaba el papel de la enamorada devota, dispuesta a sacrificarlo todo por él. Pero en la intimidad de una conversación privada, lo reducía a un insulto casual

Durante años había estado convencido de que el amor de Lydia era una constante inmutable, tan seguro como el sol saliendo cada mañana. Ahora veía la grieta en esa certeza, y la revelación le sabía a cenizas en la boca

Había regresado apresuradamente después de dejar a Inés, las palabras de disculpa por su prejuicio anterior pesando en su lengua como plomo. Que él, Dante Márquez, considerara disculparse ya era un acontecimiento extraordinario

Y ahoraCon un movimiento fluido que hablaba de años de refinamiento social, giró sobre sus talones. Sus pasos resonaron en el pasillo del hospital como campanadas fúnebres

El sonido atrajo la atención de las mujeres en la habitación. Cuando levantaron la vista, solo alcanzaron a ver la figura imponente de Dante alejándose, su espalda rígida como una barrera infranqueable

Silvia y Lydia intercambiaron miradas cargadas de significado

¿Crees que nos escuchó?La voz de Silvia contenía una mezcla de preocupación y satisfacción maliciosa

Lydia se encogió de hombros con estudiada indiferencia. Si escuchó, escuchó. ¿Acaso no tengo derecho a decir la verdad?” 

Silvia señaló hacia la figura que se alejaba, el desdén curvando sus labios carmín. Creo que hemos mellado su armadura perfecta.” 

Lydia extendió sus manos en un gesto de absoluto desinterés

Que se ahogue en su propio veneno, pensó con una satisfacción amarga

La tarde transcurrió entre los manjares que Silvia había traído cada bocado una prueba tangible de verdadera amistad. Los dulces favoritos de Lydia, las frutas más frescas, los bocadillos más exquisitoscada detalle elegido con un conocimiento íntimo de sus gustos

¿Para qué necesito el amor?, pensó Lydia mientras saboreaba un dulce. Las amigas son el 

verdadero tesoro

Capitulo 101 

Cuando el sol comenzó a ponerse, tiñendo la habitación de tonos cobrizos, Silvia comenzó a recoger sus cosas. ¿Realmente vas a irte a estudiar al extranjero?” 

El rostro de Lydia se ensombreció con resignación. No es lo que deseo, pero ya viste cómo son las cosas. Inés es una manipuladora y a Dante le encanta jugar con fuego. Esta vez sobreviví por milagro, ¿pero la próxima?” 

La realidad era clara como el cristal: Dante quería poseerlo todo. Anhelaba el amor verdadero sin renunciar a sus caprichos. Mantenía a Inés en un limbo perpetuo sin permitir que Lydia escapara de su órbita

A Inés no le importa, reflexionó Lydia. Ella siempre gana siendo la favorita

Entre un hombre obsesivo y una mujer desquiciada, ¿qué futuro le esperaba a Lydia? Si no podía vencerlos, al menos podía evadirlos. Mejor huir que servir de diana viviente

Los ojos de Silvia se abrieron con sorpresa. Escuché que¿Dante saltó del acantilado por ti?” 

¿En serio lo creíste?Lydia puso los ojos en blanco con desdén. Piénsalo bien, ¿Dante arriesgando su vida por mí? Si fuera capaz de tal sacrificio, ¿por qué me usaría como moneda de cambio por Inés? Sus acciones se contradicen.” 

Silvia se cubrió la boca, sus ojos redondos como platos. Entonces, ¿no saltó? ¿Es solo un 

rumor?” 

No exactamente,suspiró Lydia. Él saltó, eso es verdad.” 

El asombro transformó el rostro de Silvia. La revelación desafiaba toda lógica: Dante Márquez

el témpano de hielo personificado, saltando a una muerte casi segura por Lydia

¿Se volvió loco?, se preguntó Silvia, intentando reconciliar las contradicciones. Si Lydia le importaba tanto como para arriesgar su vida, ¿por qué la había entregado a unos secuestradores? Si no le importaba, ¿por qué saltar tras ella

La verdad era que Dante no parecía el tipo de hombre capaz de morir por amor. Pero tampoco parecía capaz de seguir viviendo si Lydia moría

El misterio flotaba en el aire como el aroma antiséptico del hospital, sin respuesta clara a la 

vista

03-13

El Precio de tu

El Precio de tu

Score 9.9
Status: Ongoing Type:
El Precio de tu

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset