Capítulo 387
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Raquel y Camila se subieron al carro y se marcharon, mientras Alberto y Rodrigo se quedaban afuera. Alberto observaba a Rodrigo con suspicacia: -Tío, ¿qué te pasa?
No fue hasta que el carro de Raquel y Camila desapareció completamente de la vista que Rodrigo retiró su mirada. Miró a Alberto y dijo: -¿Qué me va a pasar? Estoy perfectamente, muy lúcido.
Alberto respondió: -¿No te das cuenta de cómo intentabas complacer a Raquel
deliberadamente hace un momento?
Alberto nunca había visto a su tío comportarse así.
Rodrigo se enojó: —¿Qué significa intentar complacer? Lo que hago es respetar y valorar a mis maestros, algo que tú no entenderías.
¿Respetar y valorar a sus maestros?
¿Qué tenía eso que ver con Raquel?
Alberto pensó que Rodrigo simplemente estaba divagando.
Quería hablar con Raquel hace un momento, ¿por qué me interrumpiste? Quería preguntarle
si lo de su relación con Luis era verdad.
Al mencionarlo, Rodrigo asintió: -Creo que es verdad.
Alberto insistió: -¿Por qué?
Rodrigo miró a Alberto y dijo con seriedad: -Porque tú no eres digno de Raquel; ella merece algo mejor.
Dicho esto, Rodrigo se fue.
Alberto se quedó sin palabras otra vez.
¡El mundo realmente estaba al revés!
¿Dónde estaba ese Rodrigo que pensaba que Raquel no era digna de él?
Raquel pasó la noche en la casa de Villa del Lago y fue despertada por una llamada telefónica a la mañana siguiente. Era Luis quien llamaba.
Raquel presionó el botón para responder: -Hola, Luis.
-Luis: Raquelita, te tengo una noticia, el falso El Invencible ha escapado.
Capitulo 387
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Raquel yacía perezosamente en la cama, sin sorprenderse. Sabía que el impostor escaparía.
-Luis: Raquelita, el estafador se llevó todos los activos de la familia Pérez, desapareció por completo. Esta mañana, el tribunal y el banco ya fueron a embargar la antigua casa y la empresa de la familia Pérez. Ahora la familia Pérez está en caos, completamente saqueada.
Raquel soltó una risa fría, no tenía ninguna simpatía por las personas de la familia Pérez, y aunque antes les había advertido, solo recibió burlas crueles a cambio. -Ellas fueron arruinadas por su propia codicia e ignorancia, cada uno debe asumir las consecuencias.
Luis se rió:
Raquelita, entonces disfrutemos del espectáculo, veamos cómo maneja esto la gente de la familia Pérez.
La antigua casa de la familia Pérez.
Todos los miembros de la familia Pérez se habían reunido en la sala de estar.
El personal del tribunal y del banco ya habían comenzado a pegar sellos de embargo. Doña Sara los detuvo, roja de ira y muy alterada, gritando: -¡¿Qué están haciendo?! ¡Esta es mi casa! ¡ Salgan de mi casa ahora mismo, o los demando por invasión de privacidad!
Un empleado del tribunal miró a doña Sara con incredulidad y respondió: -Entonces, le invitamos a que nos denuncie en el tribunal.
El personal del banco presentó todos los documentos: -Fueron ustedes quienes hipotecaron todos los activos, incluyendo esta antigua casa. Ahora estamos procediendo legalmente a confiscar sus propiedades. Deben abandonar el lugar inmediatamente, o nos veremos obligados a expulsarlos.
