Capítulo 302
El balón de baloncesto salió disparado hacia Héctor, y estaba a punto de golpearlo en la espalda cuando, de repente, él alzó la mano y atrapó el balón en la palma con precisión.
Giró la cabeza hacia Alarico, quien lo había desafiado, y en ese mismo instante echó a correr
directamente hacia la canasta.
¡Héctor aceptó el desafío!
Los dos chicos más guapos de la Universidad del Futuro realmente estaban enfrentándose.
Todos los presentes contuvieron la respiración.
Alarico se colocó de inmediato frente a Héctor, intentando arrebatarle el balón.
Pero Héctor hizo un amague y esquivó a Alarico con agilidad.
Alarico volvió a intentar interceptarlo.
Sin embargo, Héctor saltó con el balón en las manos. Su camiseta negra se levantó con el movimiento, dejando al descubierto su cintura esbelta y los abdominales bien marcados. Con un “¡bam!“, encestó el balón con una sola mano.
Imponente.
Impresionante.
Derrotó a Alarico sin contemplaciones.
¡Guau!
Las estudiantes que estaban allí no pudieron evitar gritar de emoción.
-Héctor es tan guapo…
-Alarico siempre ha sido el capitán del equipo de baloncesto. Resulta que era porque Héctor nunca había jugado.
-Héctor es increíblemente atractivo.
Héctor bajó la mano; su pecho musculoso subía y bajaba levemente por el esfuerzo. Recogió su chaqueta negra del suelo y se marchó con paso firme.
Camila se quedó en el mismo sitio, observando su espalda mientras se alejaba. Pensaba… qué fuerza la suya.
Cuando peleaba con alguien, o cuando jugaba al baloncesto, todo su cuerpo irradiaba poder.
Capítulo 302
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Parecía del tipo que tendría “energía de novio” a raudales.
Sentía un poco de miedo… pero no podía dejar de mirarlo.
Como las demás chicas, era la primera vez que Camila veía a Héctor jugar baloncesto. Su corazón latía con fuerza, “pum, pum“, como si fuera a salirse del pecho.
-¡Héctor, espérame!
Gritó Camila mientras corría tras él.
Alarico se quedó completamente rígido. No podía creer que Héctor lo hubiera vencido.
Los movimientos de Héctor habían sido tan precisos, tan potentes, que no le había dejado ninguna oportunidad de reaccionar.
Había perdido.
-Alarico, es solo un partido. No te lo tomes tan a pecho -Elena trató de consolarlo con voz
suave.
El rostro de Alarico era indescriptible. Con un empujón apartó a Elena de su camino y se fue sin
mirar atrás.
Elena, al ser empujada, perdió el equilibrio y retrocedió varios pasos. Por poco se cae al suelo.
En ese momento, una voz clara y melodiosa sonó: -¿Estás bien, Elena?
Elena alzó la mirada y vio a Raquel mirándola con una expresión divertida, como si estuviera disfrutando del espectáculo.
Y no solo era Raquel. Muchos compañeros también la observaban, señalándola y murmurando entre ellos. Hoy había pasado de ser la protagonista a convertirse en el personaje secundario de la historia de Camila. Su confesión pública se había transformado en una completa burla.
Elena siempre se había movido como pez en el agua en la Universidad del Futuro. Era la primera vez que sufría una humillación de tal magnitud. No podía soportarlo. Con los ojos enrojecidos, salió corriendo.
-¡Elena! -Ana la llamó un par de veces desde atrás.
¿Por qué todos se iban?
¿Cómo había terminado todo así?
Ana miró a Raquel con rabia. —¡Raquel, fue culpa tuya, ¿verdad?! ¿Por qué siempre tienes que
estar en mi contra?
Levantó la mano con la intención de abofetear a Raquel.
Capitulo 302
Pero no lo logró. Una mano grande, de dedos largos y firmes, se alzó de repente y sujetó su
muñeca en el aire.