Capítulo 292
Alarico rápidamente extendió los brazos y abrazó a Elena.
Jajajaja.
Todos se reían.
Raquel y Camila observaban desde afuera. Raquel miró a Camila con algo de preocupación.- Camila, ¿estás bien?
Camila levantó una ceja.–¡Estoy perfecta! ¡Raquelita, quédate aquí un momento!
Dicho esto, Camila apartó a la gente con un gesto y se acercó a Alarico y Elena.
Al ver a Camila, Elena inmediatamente mostró una expresión de miedo y se escondió detrás de Alarico.–Camila, ¡no me golpees más, uuuh!
Alarico protegió a Elena y miró a Camila con desdén.–Camila, ¿qué es lo que quieres ahora?
Camila sonrió con malicia.—Elena, ¿tanto miedo tienes de que te golpee? ¿Sabes que te mereces que te lo hagan por ser la amante de otro?
¿La amante?
Los compañeros a su alrededor se quedaron sorprendidos y comenzaron a murmurar.
-¿Por qué Camila dice que Elena es la amante?
-¿Qué relación tienen Camila y Alarico?
El rostro de Alarico cambió de inmediato. — Camila, ¿ya terminaste con esto? ¡Lárgate de aquí!
Camila no se movió, sonrio en cambio. -¿Alarico, tienes miedo? ¿Tienes miedo de que todos sepan que estamos comprometidos? ¿Tienes miedo de que todos sepan que eres mi prometido?
Camila pensó que realmente había sido tonta. Alarico nunca había hecho pública su relación con ella, y eso lo decía todo.
Alarico intentó hablar, pero Camila lo interrumpió. -Alarico, rompamos nuestro compromiso.
Alarico se quedó en shock, no esperaba que Camila quisiera romper su compromiso.
Sus dos familias habían sido amigas por generaciones, y sus padres le habían insistido en que se encargara de la familia GuerreroSofía, pues Sofía sería su futura esposa. Así que él se acercó
a Camila con esa intención.
Le halagaba su belleza, le decía que le gustaba, y de esa forma logró ganarse su corazón.
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A ella le encantaba seguirlo, compartir con él todo tipo de cosas divertidas y deliciosas.
Era alegre, vivaz, siempre sonriendo y luminosa, pero Alarico solo la veía como una tonta.
El nacimiento de un pequeño lunar en su rostro le resultaba aún más desagradable.
Después, conoció a Elena en la cancha de baloncesto. Un adolescente en plena pubertad, con las hormonas a flor de piel, pronto se sintió atraído por el cuerpo de Elena, especialmente cuando ella comenzó a acercarse a él.
Sin embargo, nunca imaginó que Camila quisiera romper su compromiso con él.
Esa chica tan fea quería terminar con él.
Alarico miró a Camila y fue la primera vez que se fijó en sus ojos. Eran claros y hermosos, con un brillo intenso.
Camila habló de nuevo. -Alarico, escúchame bien, no es que tú no me quieras, es que yo no te quiero a ti. ¡Rompemos el compromiso!
Camila se quitó el brazalete de la muñeca y se lo entregó a Alarico.
Este brazalete era una joya familiar de los Ramírez, y en el momento del compromiso, la madre de Alarico se lo había colocado a Camila en la muñeca.
Ahora ella lo había retirado y se lo devolvía.
Los ojos de Alarico se congelaron.–Camila, fuiste tú quien decidió romper el compromiso. ¡No te arrepientas después!
-¡No me arrepentiré!—dijo Camila con firmeza.
-Está bien, rompemos el compromiso.–Alarico guardó el brazalete familiar.
Camila dio un paso hacia atrás y se alejó rápidamente. Cuando llegó al lado de Elena, gritó fuerte: -¡Muchachos, cuiden a sus novios! ¡Elena es una amante que le gusta robarse los novios de otras!
Elena palideció.–¡Pero como se atreve!
Camila no le prestó atención y se marchó.
Ahora, los compañeros comenzaron a murmurar y señalar a Alarico y Elena.
-Vaya, ¡resulta que Alarico tiene prometida! ¿Cómo es que está con Elena a escondidas de su novia?
-¿No viste que Elena se estaba pegando como un chicle a Alarico hace un momento? Qué depravada.
Capitulo 292
-Ni me lo digas, no me sorprendería. Mira esos senos, ¿qué hombre podría resistirse?