Capítulo 129
Justo después, Elena accedió a otra de sus cuentas secundarias, “Bailarina“, y fingió etiquetar a su otra cuenta “DivaRadiante “: -Sí, tienes razón, si Raquel, que se duerme en las clases, se convierte en la chica más hermosa de la Universidad del Futuro, ¡sería una burla! ¡Es mejor Elena!
Luego, Elena cambió de nuevo a su cuenta principal “Elena” y escribió: -Chicos, no peleen, Raquel también está bien. Puedo cederle el puesto de la chica más hermosa.
Elena cambió entre tres cuentas, interpretando tres papeles distintos para calmar la situación. No podía perder el título de la chica más hermosa de la Universidad del Futuro.
Como era de esperarse, después de esta maniobra, sus viejos seguidores masculinos llegaron al
rescate.
El estudiante A: “Raquel es bonita, pero la chica más hermosa solo puede ser la excelente Elena.
El estudiante B: “Elena es mi diosa, nadie puede moverla de su lugar en mi corazón.”
El estudiante C: “¡Yo llevo la bandera de Elena!”
Para el resto, Elena era conocida por su belleza y dulzura, especialmente con esos chicos, siempre conversando con ellos de manera encantadora. Además, sumado a su físico, había ganado muchos seguidores fieles.
El foro de la Universidad del Futuro se fue calmando lentamente, y nadie más mencionó el cambio de la chica más hermosa.
Raquel, la Diosa del Sueño, realmente no era digna de ese puesto.
Con esta serie de movimientos, Elena había logrado mantener su título.
Sin embargo, Elena apretó el teléfono con furia y dio un paso adelante, pisando fuerte. Esta vez, había usado a Felipe y casi había terminado cayendo en su propia trampa. ¡Casi pierde su título a manos de Raquel! Había sido un error garrafal.
Justo en ese momento, el sonido de un celularcomenzó a sonar con una melodía suave. Era una
llamada.
Era Ana quien llamaba.
Ana, emocionada, preguntó: —¡Hola, Elena! ¿Qué tal? ¿Raquel ya fue echada de la Universidad del Futuro? ¡Tengo que contarle a Carlos y a los demás para que también se rían de Raquel!
Elena, abatida, respondió: -Anita, Raquel no fue echada de la Universidad del Futuro,
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Ana, sorprendida, exclamó: -¿Qué?
Elena quiso hablar, pero en ese momento una voz clara y melodiosa la interrumpió: -Elena, siento mucho decepcionarte.
Elena levantó la vista y vio a Raquel junto a Camila.
Raquel tenía una ligera sonrisa en los labios y la miraba con una expresión tranquila.
Elena colgó de inmediato. La miró con resentimiento y dijo: -Raquel, realmente no mereces estar en la Universidad del Futuro. ¡Algún día te sacaré de allí!
Raquel, sin perder su sonrisa, respondió: -Entonces espero ese día.
Elena se quedó en silencio por un momento.
Justo entonces, una figura masculina, alta y elegante, se acercó. Era Alberto.
Elena lo agarró inmediatamente y le dijo: -Alberto, ¡no deberías haber dejado que Raquel entrara en la Universidad del Futuro!
Alberto miró a Raquel, cuyos ojos, brillantes como agua clara, también lo observaban.
En ese instante, se escucharon unos pasos de tacones altos acercándose. Alguien se aproximaba. —Presidente Alberto, Elena tiene razón, no deberías haber dejado entrar a Raquel en la Universidad del Futuro.
Raquel se dio vuelta y vio a Rosa.
Rosa, que había dejado atrás la vergüenza de la fiesta de cumpleaños, apareció hoy con una falda negra ajustada, tacones de cristal y un aire refinado y brillante.
La Universidad del Futuro era su alma mater, y ella era una figura conocida allí. Además, era la discípula más destacada de señor Rodrigo, así que su aparición causó un gran revuelo.
Muchos estudiantes emocionados sacaron sus teléfonos para grabar. —¡Miren, miren! ¡Rosa
ha vuelto a su alma mater!
-Rosa estudió en el extranjero durante dos años, participó en varias grandes cirugías, y lo más importante, ¿sabes ahora quién es su asistente? ¡El Invencible!
