Capítulo 11
Los Herederos Multimillonarios
Adrian…
“¡¿Te das cuenta lo que estás diciendo desgraciado?!“. Le di un fuerte puñetazo y lo vi caer al suelo. En el momento en que cayó, me senté sobre él y comencé a golpearlo en la cara.
“¿Te das cuenta de lo que hiciste? ¡Arruinaste mi matrimonio, arruinaste mi vida y todo esto por dinero!“, grité golpeándolo una y otra vez, su nariz sangraba pero eso no me detuvo, estaba furioso. 4
“¡Adrian, detente! ¡Vas a matarlo!“, escuché a Harry gritar, alejándome de él. Lucho por liberarme. 1
“¡Sueltame! ¡Lo voy a matar!“, grité.
“Adrian, detente, ya está inconsciente“, Harry dijo y noté que Rachel y dos guardias de seguridad estaban ahí mirándome con horror.
Miré al bastardo tirado en el suelo y dije: “Está bien, no lo golpearé de nuevo. Suéltame“.
Harry me soltó, yo respiraba con dificultad, pero estaba tan furioso que empecé a destruir mi oficina, a destrozarlo todo. Dejé mi escritorio vacío, tomé un jarrón y lo tiré contra la pared, y golpeé la pared con el puño. 1
“Adrián, cálmate“, escuché a Harry gritar.
Vi
que todos seguían ahí de pie. “¡Salgan todos de mi oficina!“, grité, pero nadie se movió; solo me miraban.
“Dije que salieran de aquí y se lleven ese pedazo de mierda“, grité más fuerte. Charles seguía inconsciente en el suelo, así que tuvieron que cargarlo para sacarlo.
Estaba solo en todo este caos. ¡No puedo creer que todo fuera una trampa! Grité y comencé a golpear la pared. Mis nudillos ya sangraban, pero no me importaba.
Caí de rodillas y comencé a llorar.
“¿Qué hice? Oh, Dios mío, ¿qué hice?“, lloré.
Estuve sentado así por media hora cuando la puerta se abrió y alguien se acercó a mí. No podía levantar la cara. Sentí una mano en mi hombro.
“Todo va a estar bien, amigo“, Harry dijo.
Lo miré y vi su mirada triste mientras se arrodillaba a mi lado.
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Capitulo 11
“No, no, Harry. Ashley… Ash, Dios mío, lo arruiné todo“, grité. 1
“Necesito que te calmes“, dijo con voz suplicante y puedo decir que él también se siente culpable.
Mi dolor era insoportable y puse mi cabeza en su pecho. Me abrazó, tratando de consolarme. Pensé
que mi vida había terminado hace cinco años, pero hoy es peor. Quiero matarme por todo lo que le hice y le dije ese día.
“Ashley“, lloré.
“Tengo que irme. No puedo quedarme aquí“, le dije a Harry.
“¿A dónde vas?“, preguntó y me di la vuelta.
“Voy a buscar a Ashley, Sandra sabrá dónde está“.
“No creo que sea una buena idea“, Harry dice, sacudiendo la cabeza.
Caminé hacia mi escritorio y tomé mis llaves y mi teléfono, ignorando a Harry mientras caminaba hacia el ascensor.
Apreté mi puño en el volante una vez que estuve en mi coche y comencé a golpear mi cabeza contra él. Me dejé llorar por unos momentos antes de limpiarme la cara. Encendí el coche y me fui con un destino en mente.
Cuando llegué al edificio, corrí al apartamento en el que sabía que Sandra vivía y comencé a tocar hasta que abrió la puerta.
Me miró con los ojos muy abiertos y dijo: “¿Adrian? ¿Qué estás haciendo aquí?“, preguntó sorprendida de verme.
“¿Dónde está ella?“, le pregunté.
“¿Quién?“, preguntó, aún parada en la puerta con los brazos cruzados mientras me miraba fijamente.
“Ashley, ¿dónde está?“.
“Ella no vive aquí, no sé dónde vive“, Sandra dijo, aún mirándome con enojo.
“¡Estás mintiendo! ¡Te vi con ella la semana pasada!“.
“¿Y qué? ¿Qué te hace pensar que te diré dónde está después de todo lo que le has hecho?“.
“Por favor, necesito disculparme con ella“, le supliqué. 2
“Ah, ¿así que por fin descubriste la verdad? ¿Y ahora le crees que es inocente?“. Sandra
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Capítulo 11
comenzó a cruzar los brazos sobre el pecho nuevamente y me miró con frialdad.
“Cariño, ¿quién está ahí?“, escucho que un hombre pregunta y miro por encima de su hombro y veo a un hombre acercándose a ella.
“Adrian, mi primo“, suspira, mirándolo.
“Adrian, este es Brian, mi esposo“.
¿Esposo? ¿Cuándo se casó?
Debe haber notado mi mirada confusa. “Nos casamos hace cuatro años. Si no fueras tan imbécil te habría invitado“.
Auch, eso duele, pero probablemente me lo merecía.
“Cariño, déjalo entrar, no puede quedarse afuera toda la noche“, Brian dice, tocándole los hombros. 3
“Está bien, solo unos minutos, ¡luego quiero que te vayas!“.
Asentí con la cabeza y entré.
Les conté todo v Sandra estaba furiosa. 5
y
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