Capítulo 6
“Lo hago yo solo.”
Cristóbal apartó la mano de Jimena y, con movimientos torpes pero decididos, se vistió por su cuenta, se lavó la cara y bajó corriendo las escaleras para desayunar. El comedor lo recibió en completo silencio; Rodrigo había salido temprano para atender sus asuntos en la empresa. Tras terminar su comida, el niño se sumergió en un maratón de caricaturas y videojuegos que inicialmente lo mantuvo entretenido, pero la soledad de toda la mañana pronto le pasó factura, -provocándole un aburrimiento que lo llevó a considerar buscar a la Srta. Guadalupe para jugar. Sin embargo, recordaba claramente que su padre le había advertido que estarían ocupados, negándole el permiso para visitar la empresa.
Con la consola de juegos firmemente abrazada contra su pecho, Cristóbal se quedó inmóvil, sumido en sus pensamientos. De repente, su rostro se iluminó con una idea que consideró brillante: su papá adoraba a la Srta. Guadalupe, y si le pedía directamente a ella permiso para visitarla, seguramente su padre no podría oponerse. Determinado, tomó su teléfono y contactó a Guadalupe. Tras conseguir su aprobación, le pidió entusiasmado a Jimena que le cambiara la ropa y solicitó al chofer que lo transportara hasta la oficina donde trabajaba su padre.
Banco del Futuro Sur, departamento de tecnología.
En la amplia sala de reuniones, los desarrolladores frontend, backend, diseñadores de UI y gerentes de producto se encontraban congregados para una importante junta de planificación estratégica.
-¿Están seguros de que estos son todos los requisitos para la página del mercado? ¿Podemos confirmar esto?
Aitana mantenía la mirada fija en la proyección de la pared, donde se mostraban
detalladamente el nuevo documento de requisitos de la empresa y los meticulosos bocetos del diseño de interfaz.
-Entonces, así quedamos. El equipo de frontend y backend debe organizarse y entregarme un cronograma detallado antes de finalizar el día. Cualquier duda pendiente también debe resolverse antes del cierre de la jornada.
-Está bien, damos por terminada la reunión.
Con estas palabras concluyentes, Aitana se incorporó y fue la primera en abandonar la sala, dirigiéndose con paso firme hacia la oficina del director técnico.
Había llegado a la empresa desde temprano y toda su mañana había transcurrido entre reuniones consecutivas. Ahora, finalmente disponía de un breve respiro para presentar formalmente su renuncia al cargo.
La posición que Aitana ocupaba en la estructura organizacional resultaba fundamental, y su capacidad profesional estaba fuera de toda duda, razones por las cuales el director insistió
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Capitulo 6
vehementemente en persuadirla para que reconsiderara su decisión de marcharse.
Tras una extensa conversación en la privacidad de la oficina, cuando el director comprendió que Aitana buscaba un cambio de carrera y no había sido captada por la competencia, no tuvo más alternativa que aceptar su determinación.
-Está bien, puedes irte, pero tienes que encontrar a alguien con tu nivel para que pueda manejar todo lo que haces.
-Por supuesto.
Con este acuerdo sellado, Aitana contactó inmediatamente al departamento de recursos humanos para iniciar sin demora el proceso de selección de un programador senior, comprometiéndose personalmente a entrevistar a los candidatos potenciales lo antes posible. Con estas gestiones completadas, se dirigió a la sala de descanso donde preparó cuidadosamente una dosis de medicamento para combatir su resfriado.
La exposición a la intemperie la noche anterior le había provocado un auténtico malestar, y tras una mañana de intensas reuniones, sentía que su cabeza estaba a punto de estallar, al grado de haber perdido completamente el apetito.
Solo después de ingerir la reconfortante bebida medicinal caliente experimentó una leve mejoría. Permaneció de pie, completamente inmóvil durante unos instantes, antes de extraer su teléfono del bolsillo y marcar un número que conocía de memoria.
Era el contacto de su tía abuela.
Ahora que había tomado la decisión definitiva de divorciarse y abandonar su puesto laboral, con la firme intención de regresar al campo del diseño artístico, necesitaba comunicárselo a su tía abuela, aunque este propósito le generaba una considerable aprensión.
Las duras palabras de su pariente continuaban resonando vívidamente en su memoria.
“Abandonar tu talento por un tipo… ¡Qué tontería! No vuelvas a buscarme, como si no fueras mi sobrina.”
Su mano apretó el dispositivo con una fuerza que reflejaba su tensión interior.
Pero ella nunca había renunciado completamente a su vocación. Simplemente no había podido dedicarse con exclusividad al diseño, aunque su tía abuela desaprobara cualquier distracción que la apartara de ese camino.
Finalmente, Aitana decidió no realizar la llamada. En su lugar, compuso un mensaje de texto para su tía abuela.
[Tía abuela, he vuelto.]
Tras reflexionar unos segundos, añadió dos palabras significativas: [Sedas de los Andes], acompañadas de una imagen que mostraba el símbolo de una nube.
Apenas terminó de enviar el mensaje, varias notificaciones aparecieron simultáneamente en la
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parte superior de la pantalla de su teléfono, todas con titulares que captaron inmediatamente su atención.
[Regresa Guadalupe, heredera del Grupo Calderón, doctora por la Escuela de Negocios de Pensilvania]
[El Grupo Macías incursiona oficialmente en el campo de la IA]
[El Grupo Macías anuncia la creación de una nueva división tecnológica con Guadalupe como nueva presidenta]