Capítulo 27 

Osvaldo se encontraba recostado en el sofá del hotel, con las piernas cruzadas bajo su pantalón de algodón, en una pose relajada, sosteniendo un cigarrillo que parecía revivirlo. 

Sonrió, siguiéndole el juego a su comentario. 

“Claro que sí, estoy pendiente de los proyectos que te interesan, esperando la oportunidad para actuar. Entonces, ¿por qué detuviste el proyecto CA?” 

A estas alturas, no había nada que no se pudiera decir. 

“La hija de Edward es la actual novia de Bernardo, y él planea invertir en Tecnología Táctica.” 

Con apenas una frase, Osvaldo lo entendió todo. 

Invertir en el CA de Gael y también en el TT de Edward, dos competidores directos, era evidente lo que Bernardo, ese sinvergüenza, planeaba hacer: sacrificar CA para favorecer a Tecnología Táctica y fusionar ambas compañías para expandirlas. 

Desde el punto de vista de un empresario, Bernardo no estaba equivocado, pues la fusión maximizaría los beneficios. Sin embargo, era una jugada muy baja, ya que Estudio de la Luz saldría perjudicado. 

No era de extrañar que Camelia decidiera detener la firma del contrato. 

Tras un breve silencio, Osvaldo dijo entre risas: “Si Gael se entera, seguro que no volverá a firmar con IP. ¿Me cuentas esto sin temor a que aproveche la situación para arrebatarles CA?” 

Camelia se unió a su risa y respondió: “Me preocuparía más si no intentaras arrebatarlo.” 

Este año, Capital Expansivo parecía que aún no había invertido en proyectos de videojuegos. Desconozco sus planes para el próximo año, pero en quien Camelia realmente confía era en Osvaldo. En este momento, solo este podría salvar a CA. 

Con el carácter de Bernardo, si no conseguía firmar con CA, seguramente intentaría impedir que CA firme con otra empresa. 

En todo Aguamar, solo Osvaldo no tenía miedo a IP, ni a la familia Ayala. 

Camelia bajó la ventanilla para ventilar. “¿Dónde estás ahora?” 

“Fuera del país.” 

“¿Cuándo vuelves?” 

“¿Cuándo te gustaría que volviera?” 

“Así que si te pido que vuelvas, ¿lo harás?” 

“¿Por qué no lo intentas? Dime: Osvaldo, te necesito ahora, vuelve pronto, y yo inmediatamente 

1/2 

15.00 

Capitulo 27 

reservaré un vuelo.” 

Camelia tomó su broma como una simple ocurrencia y dijo: “Habíamos acordado que este sábado te invitaría a cenar, ¿estarás en Aguamar para entonces, Sr. Hernández?” 

“Estaré, si me invitas a cenar, definitivamente estaré ahí.” 

“¿Entonces nos vemos el sábado para hablar con más detalle?” 

“Perfecto.” 

Después de colgar, Osvaldo llamó a Saúl. “Prepara toda la información sobre CA, y también el contrato.” 

Saúl estaba asombrado. “¿Vas a firmar con CA? Pero, amigo, no bromeemos. Pensábamos que era seguro que IP firmaría con CA y, para competir con ellos, me costó un gran esfuerzo encontrar a una empresa con más potencial. Estábamos a punto de cerrar un trato esta mañana…” 

Osvaldo también se sentía impotente. “¿Qué más puedo hacer? La chica vino a mí por ayuda. Si no me ocupo de CA, estará acabado.” 

Saúl incrédulo, preguntó: “¿Camelia te pidió ayuda? ¿Estás seguro? ¿Te lo pidió?” 

Osvaldo respondió: “Todavía no lo ha hecho, pero me invitó a cenar el sábado para hablar. ¿Y si 

lo hace?” 

Saúl se quedó en silencio. 

A la una de la tarde, Camelia estaba sentada en el restaurante del hotel, apenas había probado un par de bocados cuando alguien se sentó frente a ella. 

Al alzar la mirada, con solo un vistazo, sintió que los camarones en su boca perdían todo sabor, incluso le provocaron náuseas. 

Un traje azul zafiro a medida, cabello brillante perfectamente peinado hacia atrás, y esos ojos alargados llenos de arrogancia que siempre lo hacían parecer superior a los demás, no podía 

ser otro que Bernardo. 

Camelia se levantó con intención de marcharse, pero Bernardo ya se había expresado: “¿Por qué detuviste la firma del contrato con CA?” 

Su voz, cargada de frustración y enfado, dejaba claro que venía a reclamar. 

2/2