Capítulo 93 Contratar a un director general en funciones
De repente, Natanael sintió un gran peso en el corazón. Dejó los documentos que tenía en la mano y le dijo a Mason:
-Contrata a un director general en funciones.
Mason se sorprendió.
-Sr. Rotela, ide qué se trata?
-Necesito tomarme un descanso durante un tiempo -respondió Natanael con solemnidad –. A menos que se trate de algo importante, no es necesario que me informes.
En una gran empresa, contratar a un director general era algo bastante habitual. Sin embargo, Mason se quedó bastante sorprendido. Después de que Natanael adquiriera su puesto, se había ocupado de todo. Por el bien de su carrera, no se permitía ni un momento de descanso. Sin embargo, sorprendentemente, ahora estaba dispuesto a renunciar a su poder.
Mason tardó un rato en recuperar la compostura.
-Entendido. Publicaré una oferta de empleo en el exterior -respondió y se marchó.
Mientras tanto, Natanael repasaba una y otra vez el documento que tenía delante, con la mente llena de pensamientos sobre Cecilia. No estaba dispuesto a aceptar la verdad. A lo largo de los años, había trabajado incansablemente, ganando dinero las veinticuatro horas del día. Hacía todo eso para compensar el déficit causado por el engaño de la familia Sosa. No sólo trabajaba para compensar el dinero, sino también su dignidad.
Para Natanael, los miles de millones no eran nada importante. Sin embargo, esos miles de millones le habían sometido a una inmensa humillación en la alta sociedad. Antes, todo el mundo le consideraba un tonto que intentaba ascender en la escala social utilizando a una mujer, isólo para convertirse en el hazmerreír! No sólo perdió miles de millones, sino que tuvo que casarse con una mujer con discapacidad auditiva. Incluso después de soportar todo eso, seguía sin tener lo que quería. Fue abandonado por Cecilia, e incluso ella le olvidó intencionadamente.
Pensar en todo eso hizo que Natanael se ajustara la corbata. Decidió traer al niño personalmente. Después, se enfrentaría a Cecilia por su amnesia fingida y le daría una lección.
Natanael estaba sumido en sus pensamientos, luchando con sus conflictos internos, hasta que un golpe en la puerta interrumpió su hilo de pensamiento.
–
-Adelante dijo.
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- MD.
Capitulo 93 Contratar a un director general en funciones
+5 Perlas
La puerta del despacho se abrió de un empujón. Cecilia estaba fuera, vestida con un traje claro. Sus hermosos y claros ojos se clavaron en la profunda mirada de Natanael.
Natanael se ajustó instintivamente la corbata, recuperando su aspecto inmaculado.
-Señora Sosa, inecesita algo?
Cecilia entró con elegancia y depositó un documento sobre el escritorio de Natanael. Cuando se inclinó, Natanael pudo ver su pecho. Un nudo en la garganta le hizo apartar la mirada. Sin embargo, no tardó en reanudar su mirada con descaro. Cecilia es mi esposa, ¿por qué no puedo mirarla? Además, después de varios años sin verla, me parece que se ha vuelto aún más encantadora que antes, pensó.
Cecilia no se percató de la profunda mirada de Natanael, ni se planteó que alguien tan distante como él pudiera tener también un lado así.
–
-Señor Rotela, he estudiado el proyecto de caridad y aquí tiene algunas sugerencias. ¿Podría estudiar su puesta en práctica? Lo más importante es que quiero asegurarme de que los niños con discapacidades físicas tengan tantas oportunidades de aprender como sea posible… Cecilia hacía todas esas cosas, en primer lugar, como excusa para acercarse a Natanael. En segundo lugar, también por los niños que, como ella, habían nacido con discapacidades.
Compartía meticulosamente sus pensamientos y opiniones con Natanael. Los dos estaban muy cerca, el sutil aroma de su cuerpo burlaba los sentidos de Natanael. No pudo evitar recordar aquella intensa sensación de años atrás. No era un hombre dado a la indulgencia. Aparte de su trabajo, no le interesaba nada más, incluidas las mujeres. Sin embargo, desde que se acostó con Cecilia, había momentos en sus sueños en los que descaba poder fusionarla con su propio ser.
-Sr. Rotela, ya he dicho todo lo que tenia que decir -La voz de Cecilia hizo que Natanael volviera en si.
Desvió la mirada.
-Lleve estos asuntos directamente al gerente a cargo.
Sólo el sabia que su corazón se sentía como si estuviera siendo abrasado por una bola de fuego en ese momento. Además, cierta parte de su cuerpo estaba reaccionando. Aun así, respondió con calma:
-De acuerdo.
Cecilia no pudo evitar reflexionar. Si ese era el caso, entonces ¿por qué perder el tiempo escuchandome hablar sin parar?>
-Señor Rotela, el proyecto ya ha comenzado. ¿Estaría dispuesto a acompañarme esta tarde a ver a los niños? Así también podré promocionar su empresa -Cecilia se esforzaba por
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acercarse a él con discreción.
