Capítulo 75 La canción plagiada
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Cecilia se mantenía impasible mientras se dirigía a Estela con desdén:
-Realmente te tienes en muy alta estima, ¿no es así? ¿Has logrado dar un solo paso por tu cuenta en tu trayectoria hasta ahora? ¿Habrías sobrevivido sin el apoyo de la familia Sosa? ¿Te habrías convertido en una celebridad de primera si no fuera por Natanael?
Acercándose al oído de Estela, Cecilia bajó la voz y continuó con tono burlón:
-No creas que desconozco tus andanzas en el extranjero después de graduarte. ¿Imaginas que Natanael y su familia seguirían aceptándote si se enteraran?
Mucho antes de su regreso, Cecilia ya había realizado extensas averiguaciones. Para conseguir sus objetivos, incluso se había esforzado en investigar minuciosamente el pasado de Estela. Durante sus pesquisas, descubrió que Estela, conocida por proyectar una imagen de inocencia casi divina, había pasado por años bastante turbulentos en el extranjero.
Estela se sobresaltó. Creía haber ocultado bien su pasado, pero al parecer no había sido suficiente.
-En realidad no perdiste la memoria, ¿verdad? Lo creas o no, se lo contaré todo a Natanael -amenazó Estela, intentando recuperar el control de la situación.
Sin embargo, Cecilia no se inmutó en absoluto.
-¿Ah, sí? Entonces, ¿crees que a Natanael le gustará ver esos videos mañana? -la desafió con una sonrisa maliciosa.
Estela volvió a quedarse sin palabras. Realmente no esperaba que Cecilia se hubiera vuelto tan mordaz tras su regreso.
Cecilia, ¿qué tengo que hacer para que nos dejes a Natanael y a mí ser felices juntos? – Estela decidió jugar la carta de la lástima-. Aparte de lo de Natanael, no te he hecho ningún daño, ¿verdad? Te ruego que lo dejes ir. También te harás un favor a ti misma -suplicó, con lágrimas en los ojos.
-¿Me perdonaste entonces? -respondió Cecilia con ironía.
Sin dignarse a mirar más a aquella mujer pretenciosa, Cecilia dio media vuelta y se alejó. Tan pronto como Cecilia desapareció de su vista, las lágrimas de Estela se evaporaron por completo. Solo quedaba miedo en su corazón. Temía que Cecilia revelara a Natanael sus experiencias en el extranjero. Si Natanael se enteraba, estaría perdida.
ilmposible! De ninguna manera. Cecilia, itú fuiste quien me obligó!», pensó Estela, desesperada.
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Capítulo 75 La canción plagiada
Al día siguiente, Cecilia se despertó con una llamada de Viviana.
-Ceci, ile vendiste tu canción a Estela? -preguntó sin rodeos.
Cecilia no pudo evitar sentirse desconcertada.
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-Central Media, la discográfica de Estela, ya se había puesto en contacto conmigo. Querían comprar los derechos de mi música, pero los rechacé -explicó.
Al oír esto, Viviana se enfureció al instante.
-Ceci, ¿has visto las noticias sobre el lanzamiento de la nueva canción de Estela? Esa canción, «Rayo de luz en la oscuridad», ¡ha plagiado tu música!
Tras escuchar las palabras de Viviana, Cecilia abrió su computadora y buscó la nueva canción de Estela. El día anterior le había resultado familiar, pero no le había prestado mucha atención. Sin embargo, al volver a escucharla, reconoció una melodía que había compuesto casualmente hacía unos años.
-Recuerdo que tenías una canción llamada «Rayo de luz», Ceci. ¡Apenas le cambió el nombre! -se burló Viviana.
Como a Viviana le había gustado especialmente aquella melodía, la recordaba muy bien.
-Recuerdo que no me preocupé más por ella después de publicarla en una plataforma especializada–comentó Cecilia.
-Cuando Estela no pudo comprar tu canción, recurrió a robarla. Qué táctica tan astuta – dijo Viviana con sarcasmo mientras buscaba información en su computadora-. Ceci, ¿sabías que algunas de las canciones que cantó Estela fueron compradas y otras robadas?
Cecilia también estaba bastante indignada.
-Sí, lo sabía. Pero no esperaba que ella plagiara mi trabajo.
En realidad, no era una coincidencia. Estela siempre había codiciado las canciones de Cecilia, así que había encargado específicamente a alguien que buscara sus composiciones más antiguas para rehacerlas.
-Es ridículo cómo ha saltado a la fama gracias a esta canción–comentó Viviana, deseando poder enfrentarse a Estela cara a cara para ver lo dura que era en realidad-. ¡Haré que mi abogado le envíe una carta ahora mismo!
-Espera -la detuvo Cecilia-. No podemos demandarla así como así.