Capítulo 72 Mi primer amor
-No tengo tiempo -respondió Natanael con indiferencia a la invitación de Estela, sin siquiera molestarse en responder directamente.
Estela no esperaba un rechazo tan contundente. Al pensar en lo que acababa de ocurrir entre él y Cecilia, cerró inconscientemente su mano vacía en un puño. Conteniendo el malestar en su corazón, se volvió hacia Cecilia y le preguntó:
-Cecilia, ¿podrás asistir? Tenemos nuestra reunión universitaria después de la exposición. Quién sabe, ver a nuestros antiguos compañeros podría refrescarte la memoria.
Natanael también posó su mirada en Cecilia. Ella, que acababa de expresarle su deseo de recuperar la memoria, se encontró en una posición difícil para rechazar a Estela, por lo que aceptó:
-De acuerdo.
Después de recoger la invitación, Cecilia salió de la oficina. Al ver que ella también asistiría a la exposición, Natanael sintió la tentación de acompañarla. Finalmente, cedió ante la insistencia de Estela y accedió a ir.
Mientras Estela observaba en silencio los cambios en la actitud de Natanael, su resentimiento hacia Cecilia crecía aún más que antes. Por su parte, al salir de la oficina de Natanael, Cecilia no pudo evitar sentirse frustrada. «Casi lo había conseguido…“, pensó.
Esa noche, siguiendo la hora indicada en la invitación, Cecilia hizo que su chófer la llevara al teatro de la ópera. Nada más llegar, se percató de la presencia de numerosos famosos y personal de los medios de comunicación, así como de algunos antiguos compañeros de universidad.
Estela había reservado la sala de conciertos y la sala de exposiciones de la ópera. La entrada estaba estrictamente limitada a los invitados; cualquier otra persona era rechazada. Cecilia entró con una invitación en la mano y fue guiada a un lugar que ofrecía una amplia vista del recinto.
Al principio, no comprendió las intenciones de Estela, hasta que vio aquella silueta familiar antes de que comenzara la actuación. Entonces lo entendió. Sorprendentemente, Natanael también había llegado y se había sentado en la primera fila. «¿No había dicho que no vendría?“, pensó Cecilia, sin poder evitar una mueca burlona. Siempre que se enfrentaba a Estela, nunca la rechazaba de verdad.
Estela rebosaba satisfacción. Con la presencia de Natanael, los medios de comunicación se volcaron en ella. Todas las noticias sobre Estela eran positivas. Los acaudalados compañeros de universidad que antes la despreciaban ahora competían por su atención, con la esperanza de acercarse a Natanael.
1/2
4:28 pm
MD
Capítulo 72 Mi primer amor
+5 Perlas
Sin embargo, sus planes habían fracasado. Natanael estaba rodeado de guardaespaldas, por lo que era imposible acercarse a él. Desde la distancia, Cecilia no podía saber qué le decía Natanael a su guardaespaldas. Al poco rato, uno de ellos se acercó respetuosamente a ella:
-Señorita Sosa, nuestro director general ha solicitado su presencia.
Sin ningún motivo para negarse, Cecilia dio un paso al frente. Por un momento, todos los ojos se posaron en ella.
-¿No es Cecilia? -susurró alguien.
-¿No decían que estaba muerta? -comentó otro.
-¡Exacto! Ha vuelto de entre los muertos añadió un tercero.
Los compañeros que conocían a Cecilia cuchicheaban entre ellos mientras ella se sentaba junto a Natanael bajo el peso de las miradas curiosas de todos.
-Señor Rotela, ¿por qué me ha llamado? ¿Necesita algo? -preguntó Cecilia.
La aguda mirada de Natanael se posó en ella.
-¿No dijiste que querías recuperar la memoria? Estoy aquí para ayudarte.
Por alguna razón desconocida, una sensación de inquietud empezó a brotar del fondo del corazón de Cecilia bajo su mirada escrutadora. Afortunadamente, Estela subió al escenario
en ese momento.
En cuanto apareció, Estela se fijó inmediatamente en Cecilia, que estaba sentada con Natanael. Un destello de emoción oculta brilló en sus ojos, pero no dejó que se manifestara. Antes de empezar a cantar, comenzó a hablar pausadamente:
-La canción que interpretaré hoy es nueva, dedicada a mi primer amor, que también resulta ser la única persona a la que he amado.
«El primer amor, la única persona a la que había amado…», pensaron todos. Por aquel entonces, todo el mundo en la escuela sabía que Estela, una chica de origen humilde, había conseguido prendarse de la influyente familia Rotela, concretamente de Natanael. Por lo tanto, no había duda de a quién se refería.
Como se trataba esencialmente de una actuación interna, algunas personas comenzaron a vitorear con entusiasmo.
