Capítulo 70 Sé que estabas embarazada
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Cecilia había supuesto que Natanael recordaba aquel lugar y que lo estaba utilizando para obligarla a admitir que no había perdido la memoria. Sin embargo, no fue así.
La mano bien definida de Natanael se apretó alrededor del volante, su expresión compleja.
-¿Cómo está el niño, Cecilia? -preguntó con voz tensa.
Aún recordaba cuando Zacarías le había dado el historial médico de Cecilia, que indicaba que llevaba dos semanas embarazada. No había preguntado hasta ahora, esperando que Cecilia tomara la iniciativa de hablar.
Al oir su pregunta, las pupilas de Cecilia se contrajeron.
-¿Qué niño? -respondió, fingiendo confusión.
Natanael estacionó el coche antes de mirar a Cecilia; su humor era particularmente opresivo.
-Sé que entonces estabas embarazada -declaró, su mirada penetrante clavándose intensamente en Cecilia, como si intentara ver a través de ella.
Cecilia estaba aterrorizada de que ya hubiera descubierto a Jonás. Aunque se había preparado, aún tenía miedo de enfrentarse a Natanael, temerosa de que pudiera arrebatarle a Jonás y a Elías. Se obligó a mantener la calma mientras respondía:
-Lo único que recuerdo es que el médico me dijo que había tenido un aborto.
El humor de Natanael cayó en picado en un instante. Debería haber sabido que era imposible que el niño existiera. Si existía, ¿cómo era posible que Cecilia hubiera regresado sola? Las personas que había enviado para seguirla llevaban tiempo observándola, pero nunca habían visto a un niño. Además, ¿cómo era posible que Cecilia, tan frágil en aquel momento, hubiera dado a luz a un niño?
A Natanael se le hizo un nudo en la garganta que le dejó sin habla durante un buen rato.
En el camino de vuelta, Cecilia se sintió particularmente inquieta. En cuanto llegó a casa, no pudo evitar marcar el número de Calvin. La llamada fue atendida rápidamente y se oyó la magnética voz de un hombre.
-¿Qué ha pasado, Ceci?‘–preguntó Calvin, sabiendo que Cecilia no le llamaría a menos que fuera importante.
-Hoy, Natanael me ha buscado y me ha preguntado por un niño. Sabe que anteriormente estuve embarazada -informó Cecilia con sinceridad.
Un momento después, la reconfortante voz de Calvin llegó desde el otro extremo:
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Capítulo 70 Sé que estabas embarazada
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-No te preocupes, he hecho que alguien cambie las fechas de nacimiento de Jonás y Eli.
-Qué bien, qué bien–respondió Cecilia, dándose cuenta de que había perdido momentáncamente la compostura.
-No tengas miedo. Mientras yo esté aquí, nadie podrá llevarse a Eli y Jonás–le aseguró Calvin.
En ese momento, a miles de kilómetros de distancia, Calvin se encontraba en lo alto de un rascacielos junto al mar. Detrás de él, en una gran sala de conferencias, un grupo de ejecutivos esperaba a que terminara su llamada para poder continuar con la reunión.
Tras colgar el teléfono, Calvin sintió cierta desgana. Entonces dio instrucciones a su ayudante:
-Asegúrate de vigilar de cerca a Eli. No podemos permitir que nadie del bando de Natanael lo descubra.
Recientemente, se había dado cuenta de que alguien estaba investigando el pasado de
Cecilia. No esperaba que la influencia de Natanael fuera tan vasta como para rastrearla hasta aquí. Como le preocupaba alarmar a Cecilia, prefirió no decírselo.
Esa noche, Cecilia tuvo una pesadilla. En el sueño, Natanael había descubierto a los dos niños. No sólo los rechazaba, sino que además quería que desaparecieran de la superficie de la tierra. Se despertó sobresaltada, con la frente empapada de sudor frío.
Aún recordaba cómo, cuando se casó por primera vez con Natanael, Elena no dejaba de insistirles
para que empezaran a planear un bebé. En aquel momento, Natanael le había dicho:
-Dejando a un lado si llegaré a tocarte, aunque lo hiciera y te quedaras embarazada, no permitiría que el niño naciera.
Con aquel recuerdo revoloteando en su mente, a Cecilia le resultaba imposible volver a dormirse. Parecía que tenía que darse prisa.
Al día siguiente, Cecilia eligió un conjunto que acentuaba su figura y se aplicó un delicado maquillaje. Cuando salió de casa, guardó sus herramientas en el bolso, por si las necesitaba en la oficina del director general de la Corporación Orión…