Capítulo 333 No lo expondré
¿Inclinarse ante ella y disculparse?
Stella se quedó allí, atónita ante su exigencia. Su mano, que colgaba flácida a su costado, se cerró en un puño.
Si no hubiera sido por el video en vivo que Cecilia y Sean habían publicado, lo que la llevó a la desgracia total, nunca habría caído tan bajo. Y ahora, le exigían que se disculpara en
persona.
Considerando las tácticas de Nathaniel, no tuvo más opción que aceptar. “Está bien, iré”, dijo, su voz apenas ocultaba su amargura.
Stella apenas podía recordar cómo había logrado salir de la Villa Daltonia. Su mente estaba confusa cuando salió de la propiedad.
Después de irse, Jocelyn expresó su confusión. “Sr. Nicholas, ¿por qué insistió en que se disculpara con Cecilia? Siempre ha estado en desacuerdo con el Sr. Nathaniel, ¿y ahora va a defender a su esposa?”
Cuando terminó de hablar, sintió un escalofrío en la espalda. La mirada normalmente amable y cálida de Nicholas se había vuelto inesperadamente fría. —Jocelyn, no lo entiendes —respondió él, en voz baja y amenazante.
Jocelyn no tenía idea de la historia entre Nicholas y Cecilia y, por primera vez, no se atrevió a investigar más. “Entonces haré que alguien siga a Stella, para asegurarme de que se disculpe”.
—Por supuesto —convino Nicholas y su actitud se relajó un poco.
Los dos no se quedaron mucho tiempo en la Villa Daltonia antes de irse. Tan pronto como se fueron, Nathaniel y Mason entraron a la villa a través de un pasaje secreto.
Mason no esperaba que el túnel secreto, originalmente cavado por Nathaniel, sirviera para tal propósito.
Aunque Nathaniel había perdido la memoria, parecía como si tuviera una conciencia instintiva de dónde estaban escondidos los archivos confidenciales al regresar a la Villa Daltonia. No pasó mucho tiempo antes de que los obtuvieran.
En el camino de regreso, Nathaniel le entregó los documentos a Mason. Mason, sorprendido, le preguntó: “Sr. Rainsworth, ¿no preferiría verlo usted mismo?”
—Confío en que no me traicionarás —dijo Nathaniel solemnemente.
—Sí, señor —respondió Mason, atreviéndose finalmente a mirar los documentos.
Mientras pasaba las páginas, Mason se dio cuenta de que los ahorros personales de Nathaniel eran mucho más sustanciales de lo que parecían a primera vista. Sus fondos en el extranjero eran incontables, incluso superaban con creces los activos combinados de Orion Corporation.
Mason no pudo evitar sentir que definitivamente se había alineado con la persona correcta.
1/3
Capítulo 333 1 No lo expondrá
+5 Perlas
—Puedes dejar tu trabajo ahora y fundar una nueva empresa —dijo Nathaniel con calma, recostándose en su silla—. Quiero hacerles un gran regalo a Nicholas y Ceci antes de que nazca mi hijo.
Mason había sugerido en una ocasión fundar una nueva empresa, pero Nathaniel pensó que no contaban con los fondos necesarios. Si iba a fundar una nueva empresa, tendría que rivalizar con Orion Corporation en escala.
—Entendido —convino Mason, con creciente entusiasmo.
En aquel entonces, había trabajado codo a codo con Nathaniel para transformar el común y corriente Rainsworth Group en una próspera Orion Corporation. Ahora, poner en marcha otra empresa sería un desafío que esperaba con ilusión.
Continuaron conduciendo, Mason estaba entusiasmado, mientras que Nathaniel se mantuvo notablemente sereno. Para él, fundar una empresa era solo un día más en la oficina.
En ese momento, recibió una llamada. Pensando que era Cecilia, los ojos de Nathaniel se iluminaron mientras respondía. Pero pronto, la alegría en su rostro desapareció por completo.
—Nathaniel, supongo que has estado al tanto de las noticias estos últimos días —dijo la voz de Elena, fría y calculadora—. Haz lo mejor que puedas para tener una buena vida con Cecilia. Si necesitas algo, no dudes en llamarme. Pero hagas lo que hagas, no expongas a tu hermano menor. En este momento, él es la columna vertebral de nuestra familia. Después de pensarlo mucho, Elena había decidido hacer esta llamada a Nathaniel.
“Sabes qué clase de hombre es tu abuelo. Nunca permitiría que un ciego siguiera dirigiendo Rainsworth Group. No tuve más remedio que recurrir a esas medidas”, continuó, con un tono que intentaba transmitir una sensación de arrepentimiento.
Nadie se atrevió a dejar que un ciego tomara el control del Grupo Rainsworth, pero todos desconfiaban del vidente Nathaniel. En consecuencia, nadie se atrevió a cuestionar la autenticidad de la persona que estaba en el escenario.
Nathaniel escuchó en silencio, con expresión indescifrable. No sentía ningún sentimiento particular hacia su madre biológica, dado que no tenía recuerdos de ella. Por eso, cuando escuchó sus justificaciones para abandonarlo, no le afectó.
—No te preocupes, no lo delataré —dijo Nathaniel finalmente, con voz fría y distante. Luego agregó—: Pero déjame decirte esto: detesto que alguien más me reemplace. Recuperaré mi identidad a mi manera. Si todo lo demás falla, lo mataré. Me niego a vivir escondido para siempre , ocultando mi verdadero nombre y estatus.
Elena se quedó desconcertada y se le hizo un nudo en la garganta. —Nathaniel, ¿cómo puedes decir esas cosas? Nicholas es tu propio hermano menor —dijo con voz entrecortada, intentando apelar a sus lazos familiares.
—Como dije, no lo expondré —repitió Nathaniel con firmeza.
Elena quería decir más, pero Nathaniel ya había colgado el teléfono. De repente, le pareció particularmente aterrador el amnésico Nathaniel, que no reconocía a ninguno de los miembros de su familia .
