Capítulo 330 La grieta se ensancha
Los dos se sentaron uno frente al otro, la atmósfera estaba cargada de tensión. Nathaniel fue el primero en romper el silencio, con la voz teñida de frustración. —¿Por qué no me escuchas? ¿Por qué no me dijiste qué estaba pasando?
Cecilia mantuvo la cabeza gacha y sus ojos nublados por la confusión. “Pensé que mejoraría cuando llegara a casa”, murmuró.
Nathaniel levantó la mano con la intención de extenderla y tocarla, pero Cecilia esquivó hábilmente su agarre. Su mano se quedó congelada en el aire y su expresión se endureció. —¿Con quién estabas hoy, Ceci?
Sorprendida, Cecilia lo miró. —¿Enviaste a alguien para que me siguiera otra vez? —preguntó con voz aguda y suspicaz. Esto era exactamente el tipo de cosas que Nathaniel había hecho antes de perder la memoria, y ella no estaba dispuesta a dejarlo pasar.
A Nathaniel se le hizo un nudo en la garganta y un destello de confusión cruzó su rostro.
¿Qué quieres decir con ” otra vez “? ¿ Cuándo envié a alguien a seguirte ?
Antes de que pudiera aclarar nada, la puerta de la habitación de Martha se abrió y aparecieron los médicos. Les explicó que la anciana había sufrido un ataque de ira, lo que le causó cierta angustia, pero les aseguró que no había ningún peligro inmediato. El médico hizo hincapié en la importancia de mantener la paz y la calma durante su recuperación.
Mason, que se encontraba de pie, en silencio, miró a Cecilia. Recordó lo que había presenciado esa tarde y decidió permanecer en silencio, sin atreverse a provocar más a Nathaniel.
—Señor Rainsworth, nos vamos de regreso —dijo Mason, manteniendo un tono neutral.
—Claro —respondió Nathaniel, su atención se desvió momentáneamente mientras Mason y su grupo se marchaban, dejando la habitación en silencio una vez más.
Ahora, solo estaban Cecilia y Nathaniel. “Gracias por traerme a casa hoy y por conseguir un médico para tratar a Martha”, dijo Cecilia, tratando de mantener una distancia educada. Sabía que el asunto de rastrearla era independiente del asunto en cuestión, pero aun así le dejó un sabor amargo.
—Somos marido y mujer, no hay necesidad de dar las gracias —afirmó Nathaniel con firmeza. Volvió a extender la mano, esta vez agarrando el codo de Cecilia—. ¡Y nunca nadie te ha seguido!
Pero Cecilia se mostró escéptica. Ya había visto ese comportamiento en él antes. “Falta solo un mes para Año Nuevo”, comenzó, tratando de dirigir la conversación. “Te llevaremos de regreso a Daltonia, Villa mañana”. Era una afirmación, no una pregunta.
Nathaniel la abrazó con más fuerza y sintió una punzada en el pecho. —¿Y qué hay de ti ?
—Tengo que cuidar a Martha —respondió Cecilia con tono distante.
Nathaniel sintió como si le hubieran clavado un cuchillo en el corazón, pero no pudo evitar la pregunta que lo había estado carcomiendo. “Ceci, ¿te casaste conmigo porque me amabas?”
1/2
Capítulo 330 La grieta se ensancha
+5 Perlas
En sus recuerdos, ella lo amaba profundamente, incapaz de soportar la idea de causarle dolor. Pero ahora, su silencio lo decía todo.
Al principio, Cecilia creyó que amaba a Nathaniel, pero al final se dio cuenta de que había estado enamorada del hombre equivocado todo el tiempo.
El silencio que se extendió entre ellos era insoportable. Finalmente, con una oleada de desesperación, Nathaniel abrazó a Cecilia. —¿Me estás enviando de vuelta por Calvin? —Su voz se había vuelto ronca, el miedo de perderla era palpable.
Ningún hombre se había atrevido jamás a robarle descaradamente a su mujer.
—No, es solo que siempre he sentido que algún día tendríamos que separarnos. Cuanto antes, mejor —dijo Cecilia, con voz firme pero con el corazón apesadumbrado. Trató de explicarse más—. Nathaniel, la verdad es que nunca te importé. Antes de perder la memoria, no me amabas en absoluto. Una vez que recuperes la memoria, seguramente todo te parecerá desagradable tal como está ahora.
Nathaniel encontró sus palabras casi divertidas. Tal vez no recordara el pasado, pero aún sentía la profundidad de sus emociones por ella.
Si no hubiera amado a Cecilia , ¿por qué es la única persona que recuerdo después de perder la memoria? Si no la amaba , ¿ por qué elegí quedarme a su lado ? Si no la amaba , ¿cómo pude haberla consentido tan a menudo ?
—En ese caso, volvamos a hablar de esto cuando recupere la memoria —dijo Nathaniel con voz resuelta. No tenía intención de dejarla y, sabiendo que era imposible obligarlo a irse, Cecilia se dio cuenta de que tendría que tomar las cosas paso a paso.
Después de una noche de insomnio, Cecilia se despertó bruscamente con el timbre de su teléfono. Lo cogió y una voz que a menudo la atormentaba en sus pesadillas resonó por el altavoz.
“Ceci.”
Era la voz de su madre biológica, Paula.
A Cecilia se le encogió el corazón, aunque mantuvo la calma. —Señora Paula, ¿necesita algo? —preguntó, manteniendo el tono lo más neutral posible.
La mención de “Señora Paula” por teléfono hizo que Paula apretara los dientes con frustración. “Te has embolsado los ocho mil millones que dejó tu padre. Es hora de que se los devuelvan a su legítimo dueño. Norman ya ha sido arrestado”.
—Escúchame, soy tu madre —continuó Paula, con una voz que destilaba falsa preocupación—. Entrégate. Tu hermano y yo aún podemos encontrar una manera de ayudarte.
Enviar regalos