Capítulo 111 Volvamos a casa
El resentimiento de Natanael no se debía solo a que la familia Sosa lo engañara para casarse en aquel entonces, sino también al hecho de que Cecilia fingiera su muerte y pasara tantos años viviendo con Calvin en el extranjero.
Los ojos de Cecilia estaban teñidos de dolor.
-Sabes muy bien que lo que pasó entonces no tuvo nada que ver conmigo.
por
-Pero tú fuiste una de las beneficiadas, ¿no? -En la voz de Natanael había una pizca de rabia reprimida. Lo que le enfurecía era que Cecilia solo sintiera que estaba en deuda con él haberle engañado para casarse, sin mencionar ni una sola palabra sobre su fingida muerte, Calvin o el niño.
Tras sus palabras, Cecilia se quedó sin réplica. Después de un prolongado silencio, Natanael salió solo al balcón y volvió a encender un cigarrillo.
Con el viento cortante, no podía dejar de toser. En algún momento, sus ojos habían adquirido un tono rojizo y le escocían un poco. Tampoco sabía por qué había decidido mantener a Cecilia con él de aquella manera. Tal vez porque no estaba dispuesto a aceptar la verdad, incapaz de asumir que ella se hubiera juntado con otro hombre cuando él la había buscado sin descanso durante cuatro o cinco años. Quizá no podía aceptar el hecho de que la chica que le había amado durante más de una década de repente se desenamorara de él y decidiera marcharse.
Incluso ahora recuerdo la primera vez que Cecilia me propuso el divorcio y cómo se marchó con tanta despreocupación. En aquel momento, nunca creí que me dejaría. Ahora entiendo que no era una rabieta. Por el contrario, su marcha era algo que había contemplado y planeado durante mucho tiempo».
Al pensar en eso, Natanael apagó el cigarrillo y entró de nuevo en la sala, irradiando un aura de frialdad.
-Ven, vamos a casa -dijo.
Ir a casa? ¿Todavía tengo casa?», pensó Cecilia, un poco perdida.
Los dos subieron al coche. Mientras conducían, Natanael no podía evitar toser sin parar. Sin embargo, Cecilia hizo oídos sordos, mirando las gotas de lluvia que resbalaban por la ventanilla. «Cuando una persona ya no quiere a otra, quizá se manifieste en la indiferencia que ella mostraba ahora..
Natanael miró por el retrovisor. La expresión fría e indiferente de ella le hizo sentir una punzada de dolor en el corazón.
Tras la larga noche, Cecilia se retiró a la habitación que ocupaba en el pasado. A la mañana
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Capitulo 111 Volvamos a casa
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siguiente, cuando se había despertado y refrescado, el desayuno ya estaba servido en el comedor.
-Hice que Mason comprara la comida. Cualquier cosa que haga falta en el futuro, díselo – explicó Natanael, adelantándose para sacar una silla y sentarse. Hablaba con la misma naturalidad que en el pasado.
Cecilia se sentó lo más lejos posible de él. Cuando su mirada se posó en el cubo de basura cercano, vislumbró la foto en blanco y negro y la urna que había en él.
-De acuerdo -respondió.
Anoche, había pasado mucho tiempo reflexionando. Mientras Elías estuviera a salvo, decidió que podía quedarse allí. También sería la oportunidad perfecta para encontrar una manera de obtener el esperma de Natanael. Una vez que lo hubiera conseguido, podría buscar la forma de marcharse.
Al ver que por fin había dejado de ser sarcástica con él, Natanael sintió una sensación de alivio.
Mientras comía avena, Cecilia preguntó:
-¿Cómo va lo de mi amiga?
-Ya la he liberado -respondió Natanael. Haciendo una breve pausa, continuó con voz fría –: Estela es una artista de Central Media. Deberías saber que Central Media es una filial del Grupo Rotela. Dile a tu amiga que no publique acusaciones infundadas en el futuro.
La mano de Cecilia se apretó alrededor de la cuchara que sostenía. Este largo discurso suyo no era más que una descarada defensa de Estela.
-Mi amiga no publicó acusaciones sin fundamento. La canción de Estela es un plagio de una canción de una compositora extranjera, y ella es la abogada de esa compositora -aclaró Cecilia.
Natanael soltó una risita burlona.
-Puesto que es abogada, debería saber mejor que nadie lo que se puede escribir y lo que no.
La sonrisa burlona de su rostro aguijoncó los nervios de Cecilia. Natanael no se dio cuenta de su enfado y añadió:
-Además, teniendo en cuenta su nivel de conocimientos, si se enfrentara al departamento jurídico del Grupo Rotela en un pleito internacional, sus posibilidades de perder serían del cien por cien.