Capítulo 11
“¿De qué estás hablando?” Cuestionó Manuela y Benjamín replicó: “¡No lo niegues! ¿Crees que no sé lo que pasa entre tú y Fabricio?”
“¿Fabricio?” Mencionó Manuela, pues ella estaba confundida, pero al ver de reojo la expresión culpable de Omar detrás de Benjamín, empezó a sospechar.
¿Era posible que Omar estuviera tramando algo contra ella?
Detestaba la astucia de Omar, pero lo que más le dolía era la forma en que Benjamín, sin discernir, la atacaba físicamente.
Desde el pasado hasta ese momento, nunca había confiado en ella.
De repente, sintió un nudo en el corazón, pues parecía que necesitaría tiempo para olvidar el pasado por completo.
Manuela respiró profundo, tratando de calmarse, después dijo: “Benjamín, hazte esta pregunta: desde que te conozco, ¿alguna vez te he traicionado? Escuchas rumores y los tomas por verdad sin investigar, ¿no te preocupa arrepentirte de tus acciones?”
Al ver su postura firme y segura, Benjamín frunció el ceño, dudando un poco.
Omar le había dicho que Manuela y Fabricio habían estado viéndose a escondidas, y en un arranque de ira, él había vuelto para confrontarla, más no había considerado que Omar podría estar actuando con malas intenciones, por tanto, guardó silencio durante un largo tiempo.
De repente, Manuela sonrió con amargura y comentó: “Da igual, incluso si te equivocaras, nunca te arrepentirías. Al fin y al cabo, eres el Sr. Benjamín, siempre por encima de todo. Nunca has sido blando conmigo.”
Por mucho que la hiriera, él nunca sentiría remordimientos, lo había aprendido de la manera más dura a lo largo del tiempo.
Rápidamente, Manuela se recuperó y, sin miedo, miró a Benjamín a los ojos mientras le decía: “Sr. Benjamín, la próxima vez que te atrevas a levantarme la mano, buscaré protección legal. Espero que lo pienses bien.”
Dicho eso, se fue con Fabricio, sin mirar atrás.
Benjamín observó su figura mientras se alejaba y sus dedos se cerraron en un puño.
En los últimos días, la había visto partir varias veces y se percató de que ella nunca había
mirado atrás.
Benjamín permaneció allí por un buen rato antes de hablar fríamente: “Omar, explícame qué está pasando.”
Omar, al escuchar su nombre, tembló y se arrodilló de inmediato mientras suplicaba: “Sr. Benjamín, yo… no fue intencional, le ruego que me perdone esta vez, ¡prometo trabajar más duro para usted!”
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Omar solo quería manchar la reputación de Manuela para que Benjamín la dejara pronto, pero no esperaba que Benjamín confrontara a Manuela directamente, revelando su mentira.
Benjamín lo miró fijamente y le dijo: “Tú también me traicionaste.”
Después de decir esas palabras, Benjamín cerró los ojos, sintiéndose exhausto, ya que demasiadas cosas habían salido mal esos días.
“Mañana pasa por recursos humanos para arreglar tu salida, no quiero volver a verte.” Sentenció Benjamín.
Por otro lado, al salir del hotel, Manuela fue al hospital a ver a Walter, aprovechando para llevarle algunos dulces.
Recién salida del ascensor, vio a su tío y a la hija de este saliendo de la habitación.
Jesús la reconoció y la saludó con entusiasmo: “Manu, ¿cómo es que llegas tan tarde?”
Jesús parecía un hombre honorable, pero en realidad no había hecho muchas cosas correctas, por lo que Manuela no tenía buena impresión de él, pero no lo mostró, en cambio respondió: “Recién terminé de trabajar. ¿Cómo es que vinieron sin avisar? Yo…”
Iba a decir que podría haberles traído más comida, pero fue interrumpida por su prima Luz Saenz: “¿Qué, necesitamos reportarte cada vez que visitamos a alguien? ¿Acaso el hospital es
tuyo?”
Manuela alzó una ceja y dijo: “Hace tiempo que no te veo, pero parece que tu lengua afilada ha empeorado. ¿Necesitas que te recomiende un médico?”
“¡Tú!” Exclamó Luz, pero no pudo continuar hablando ya que Jesús rápidamente intervino para calmar la situación: “Manu, Luz es joven e inmadura. Somos familia, tenle paciencia.”
“Si Luz tuviera la mitad de tu sentido común, no la detestarían en todas partes.” Comentó Manuela y Luz, indignada, quiso responder, pero Jesús le lanzó una mirada de advertencial antes de entrar en materia: “Manu, he oído que te encargaste del proyecto de Vistazo Futuro. ¿Cómo te fue esta noche hablando con el Sr. Tomás?”
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