Capitulo 137
-Ayudarte, no es imposible -declaró con una jugada maestra que dejó a Esther
momentáneamente sin palabras-. Ahora mismo puedes contactar a Anastasia, y encontrar un lugar para hablar tranquilamente.
-Perfecto, eso esperaba -respondió Esther, sacando su celular con determinación.
Mientras tanto, en el coche, Samuel ya mostraba signos evidentes de mal humor. Bianca contestó una llamada en ese momento, y al enterarse de que Esther estaba en el NIZUC Resort & Spa, su expresión se tornó sombría.
-Presidente De la Garza…
-¿La encontraron? -interrumpió Samuel con voz cortante.
-Está en el NIZUC Resort & Spa.
Al oír que Alfonso y Esther realmente habían ido a reservar una habitación juntos, el rostro de Samuel se oscureció instantáneamente. La temperatura dentro del coche pareció bajar diez grados de golpe.
-Presidente De la Garza, esto podría ser solo un malentendido… -intentó mediar Bianca.
-¿Malentendido? -gruñó Samuel, sus nudillos blancos por la presión-. Un hombre mujer solos en un hotel, ¿y me dices que es un malentendido?
Samuel apretó los dientes con fuerza.
-¡Llévame allí ahora!
-Entendido -respondió Bianca, pisando el acelerador a fondo.
En ese preciso momento, Esther ya había marcado el número de Anastasia. Sin embargo, antes de que la llamada se conectara, el celular mostró una llamada entrante de Samuel.
Al ver esto, Esther frunció el ceño y colgó la llamada con un gesto de fastidio.
“¿Llamándome tan temprano por la mañana?“, pensó con irritación. “¡Debe estar loco!”
Por otro lado, al ver que Esther rechazaba su llamada, las venas en la frente de Samuel se
hincharon de ira instantáneamente.
-¡Esther Montoya! -rugió, su voz cargada de furia contenida.
-Presidente De la Garza… -murmuró Bianca con preocupación.
-¡Arranca el coche!
-…Si.
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