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A Reina Novela 13

A Reina Novela 13

Capítulo 13 

La ironía de la situación no escapaba a Esther mientras observaba la escena desarrollarse ante ella. Pensaba en cómo, en su vida anterior, Anastasia había jugado perfectamente sus cartas: manteniendo a Samuel cautivo mientras pretendía conservar su dignidad intacta

El recuerdo de ese pasado que solo ella conocía le provocaba una amarga sonrisa. Después de incontables obstáculos y manipulaciones, Anastasia y Samuel habían terminado juntos, mientras ella se había convertido en el sacrificio necesario para su amor verdadero, engañada repetidamente por ambos hasta morir en la más absoluta miseria

-Si tanto se aman -pensó Esther con una mezcla de resentimiento y determinación-, ¿por qué debería yo seguir siendo una piedra en su camino

Con una sonrisa calculada, se dirigió a Montserrat

-Señora, esto no tiene nada que ver con la señorita Miravalle -su voz sonaba tranquila y mesurada-. He decidido por voluntad propia cancelar mi compromiso con el presidente De la Garza. Además-hizo una pausa estudiada-, el presidente De la Garza y la señorita Miravalle están verdaderamente enamorados, y yo solo deseo su felicidad

-¡Tonterías! -espetó Montserrat con vehemencia-. eras la nuera que yo elegí, ninguna otra mujer es digna de cruzar el umbral de nuestra familia De la Garza

En ese preciso instante, la taza que Anastasia sostenía resbaló de sus manos temblorosas

estrellándose contra el suelo

-¡Anastasia! -La voz alarmada de Samuel resonó en la habitación

Acababa de entrar y, al ver el rostro pálido de Anastasia, corrió hacia ella. Con delicadeza, examinó la herida en su mano, donde la muñeca vendada comenzaba a mostrar manchas de sangre y sus dedos mostraban señales de quemaduras por el líquido caliente

-¡Abuela! -exclamó Samuel con reproche-. Anastasia está herida. El doctor advirtió que si el corte hubiera sido más profundo, ¡su mano habría quedado inservible! No debería ser tan dura 

con ella

Montserrat soltó una risa gélida ante la defensiva reacción de su nieto

-¿No fue solo una quemadura menor? -respondió con desdén-. Yo no le ordené sostener esa bebida caliente. Si quieres culpar a alguien, culpa a la señorita Miravalle por su terquedad. Aunque sirva bebidas calientes por el resto de su vida, ¡jamás será parte de nuestra familia

Samuel frunció el ceño y dirigió una mirada acusadora hacia Esther

-¿Fuiste quien lo reveló

Había sido muy claro sobre mantener en secreto el intento de suicidio de Anastasia, ¡incluso se lo había advertido específicamente a Esther! No podía creer que se hubiera atrevido a 

traicionarlo

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Capitulo 13 

-¿Por qué culpas a Esther? -intervino Montserrat-. Fue la misma señorita Miravalle quien vino a confesar su error. Samu, aprovecha que todos están aquí para disculparte con Esther, y de paso, aclárele a la señorita Miravalle que debe dejar de soñar con ser parte de nuestral familia. ¡Los De la Garza y los Miravalle jamás se mezclarán

-Señora, por favor, no es necesario-comenzó Esther, pero Samuel la interrumpió con frialdad

-¡Esther, deja de fingir! Si no hubieras hablado de más frente a mi abuela, ¡Anastasia no estaría pasando por esta humillación

-Samu-murmuró Anastasia con voz trémula-. Vine por mi propia voluntad a disculparme, la señorita Montoya no tiene nada que verMe iré ahora mismo, no volverás a verme. La señorita Montoya es quien debe casarse contigo, no pelees con ella por mi culpa

Esther observó cómo Anastasia, pálida y temblorosa, luchaba por contener las lágrimas mientras mantenía esa expresión de noble obstinación que tanto conmovía a los demás. Era su especialidad: sus palabras y sus acciones nunca coincidían

Tal como Esther anticipó, al siguiente instante Anastasia se desvaneció teatralmente en los brazos de Samuel. Él le dirigió una última mirada gélida antes de levantarla en brazos

-¡Samu! ¡Detente ahí mismo! -la voz de Montserrat resonó cuando Samuel se dirigía hacia la puerta

Samuel se detuvo brevemente, permitiendo que su abuela continuara

-Esther es tu prometida, ¿cómo te atreves a irte con otra mujer y dejarla así

-Abuela -respondió él con voz cortante-, la familia De la Garza no necesita a una mujer de doble cara como ama de casa, y yo no necesito una esposa con malas intenciones

Sin más palabras ni una mirada atrás, Samuel salió de la residencia De la Garza llevando a Anastasia en brazos, dejando tras de un silencio cargado de tensión

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A Reina Novela

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Score 9.9
Status: Ongoing Type:
A Reina Novela

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