Capítulo 22
Después de encontrarse con Carmen en la cafetería, Alicia sintió como si hubiera pasado una eternidad.
Un mes sin verse, y Carmen parecía haberse marchitado un poco; su semblante ya no era el mismo de antes.
Alicia estaba sorprendida por el cambio, pero aún así la saludó con cortesía.
Después de hacer el pedido, ambas, que apenas se conocían, no sabían qué
decir.
Finalmente, Carmen rompió el silencio.
-Ali, te he pedido que vengas hoy porque realmente necesito disculparme contigo, lo siento mucho.
Ante su sincera disculpa, Alicia mostró una leve sorpresa y rápidamente
hizo un gesto con la mano.
—No ha pasado nada entre nosotras, no tienes por qué disculparte.
Al oír la magnanimidad de Alicia, la culpabilidad en los ojos de Carmen se
intensificó.
-Ese día no sabía que tú y Rafa estaban casados; dije muchas cosas que te lastimaron, lo siento.
Resulta que se trataba de algo tan trivial.
Un leve oleaje se levantó en el corazón de Alicia, mirando a Carmen con un atisbo de compasión.
-Fui yo quien te ocultó eso, solo dijiste lo que sentías; no me lo tomo a mal. Además, en ese momento ya había decidido divorciarme, tus palabras en realidad me reafirmaron. Debería agradecerte, quizás sin ellas no habría podido superarlo tan rápidamente.
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Carmen sabía que esas palabras eran para consolarla, pero aún no podía superar el obstáculo en su corazón, y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
-Lo que ha pasado hasta ahora es culpa de ambos, Rafa y yo, te hemos fallado.
Viendo que Carmen insistía en asumir la culpa, Alicia no supo qué decir por
un momento.
Carmen, sumida en la culpa, comenzó a emocionarse cada vez más.
-Ali, en realidad también quería decirte que ya he hablado con Rafa, de ahora en adelante solo seremos como hermanos, ¿podrías darle otra oportunidad?
Este cambio abrupto en la conversación dejó a Alicia estupefacta.
¿No se suponía que su relación era de mutuo amor, obteniendo un
certificado de matrimonio el mismo día que se divorciaron?
¿Por qué de repente todos empezaban a sugerirle que se reconciliara?
Esta duda había rondado la mente de Alicia por un tiempo, y finalmente no pudo resistirse a preguntar.
—Si ya están divorciados, ¿por qué no están juntos?
La voz de Carmen empezó a quebrarse.
Supe que Rafa me quería desde hace mucho tiempo, pero siempre lo vi como un hermano, así que pretendía no saberlo. Luego me casé con mi primer amor, pero él me engañó a los pocos meses. Estaba devastada y Rafa me ayudó a superar esos tiempos oscuros; pensé que él todavía me quería y poco a poco me convenció.
—Pero gradualmente, sentí que su cariño hacia mí había cambiado. Antes, la manera en que me miraba era de atracción hacia el sexo opuesto, pero
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después de mi divorcio, aunque me ayudaba con entusiasmo, sentía que me trataba casi como a un hermano, a veces hasta pensaba que tenía dos
hermanos.
-Ese día hablamos mucho, ¿verdad? La razón por la que te pregunté sobre Rafa fue porque los observadores son claros, no podía entender sus sentimientos hacia mí, pero después de oírte, pensé que me había equivocado, y eso me llevó a querer estar con él.
-Después de tu divorcio, cuando fui a buscarlo, me enteré de la verdad. Me sentí muy culpable; mi propio matrimonio había sido interferido por otra persona, así que no podía aceptar el hecho de haber arruinado el matrimonio de Rafa, no importa lo que él pensara, nuestra historia solo podía terminar en amistad desde ese momento.
–Más tarde, al ver a Rafa buscándote desesperadamente, vi en sus ojos el mismo afecto que tenía por mí al principio, y entonces entendí que mi intuición era correcta; él ya no me quería, había formado una nueva familia, estaba superando su pasado y empezando una nueva vida. Todo debería haber ido en una buena dirección, pero yo alteré el curso de la historia. Ali, ¿ cómo no iba a sentirme culpable?
