CAPÍTULO 11
Suzana Ferrari:
Estoy conversando con mi cuñada Diana sobre cosas de embarazadas cuando veo a Alfredo
entrar en la habitación con una bandeja enorme de desayuno.
-Buenos días -saluda él al parar a nuestro lado.
-Buenos días, Alfredo -todas respondemos juntas.
-Vitor pidió que viniera a cuidar de tu alimentación -responde Stefany.
Sonrío contenta, incluso aunque mi hermano esté molesto, él aún hace lo posible por cuidar
de mí.
-Agradécele en mi nombre -respondo.
Ella asiente con la cabeza.
-Este desayuno tiene muy buena pinta -digo refiriéndome a todo lo que hay en la bandeja.
Veo que hay una botella de jugo, dos manzanas, un sándwich y un vaso.
-¿Por qué no tengo yo uno de estos? -pregunta Diana irritada.
-Porque no estás embarazada -responde Stefany.
Alfredo sonríe con las palabras de Diana.
-Su papá lo mandó para usted -responde Alfredo.
Me siento correctamente y él lo pone sobre las sábanas de mi cama.
-Sabes que no soy “señora” Alfredo -respondo.
-Soy muy joven para ser “señora“, pero Alfredo siempre me llama así -responde Diana de
mal humor.
-Es normal, Vitor también se queja de eso -responde Stefany.
Alfredo sonríe ampliamente con nuestras quejas.
-Disculpen, chicas -dice él.
-Así está mejor -replica Diana.
-No quiero comer nada -digo al sentir el olor del jugo de naranja.
Mi estómago empieza a revolverse.
1/5
CAPITULO 11
Stefany niega con la cabeza
-Tienes que alimentarte bien, Suzana, ¿cómo vas a seguir cargando a tu bebé? -pregunta.
-La alimentación es todo para una embarazada -responde Diana.
-Este jugo me hará sentir mal–respondo.
Intento apartar la bandeja hacia un lado, pero Alfredo la sujeta.
-Debes comer, aunque sea un poco, señora, tu hijo tiene que estar bien alimentado para venir
sano–replica Alfredo.
Respiro pesadamente, mirando la bandeja de desayuno y veo que no tengo otra opción más
que comer.
Bufa frustrada.
-Voy a buscar un vaso para ustedes, niñas -responde Alfredo.
Diana salta de alegría con las palabras de Alfredo, a veces mi hermana parece una niña.
-Te amo Alfredo -dice abrazándolo.
-Yo también te amo, pequeña, a todas ustedes -responde.
Cuando Alfredo sale de la habitación, sigo conversando un rato con mi hermana y cuñada. En
ningún momento me preguntan por el padre del bebé, parece que están tratando de darme
espacio.
-No puedes ir a trabajar hoy, Suzana, sé que no estás bien–responde Diana preocupada
mientras me arreglo.
-Es cierto, te sentías muy mal esta mañana -dice Stefany preocupada.
Les sonrio ampliamente, tratando de mostrar que todo está bien.
-No voy a detener mi vida solo porque estoy embarazada, y además Lívia seguro que me
necesita en la galería -respondo.
Ella niega con la cabeza.
-Creo que deberias quedarte aquí, cuando estés completamente bien, podrás ir a trabajar,
además esa loca se las arreglará sola, estoy segura de que tú en su lugar lo harías -responde
Diana.
Diana nunca ha sido muy amiga de Lívia, tal vez porque las dos son iguales, dos locas de
remate.
Bufa frustrada mientras me pongo mis botas.
2/6
CAPÍTULO 11
-Gente, voy a trabajar. Quédense tranquilas, si me siento mal; llamo -respondo cogiendo mi
abrigo.
Escucho sus respiraciones profundas, mostrando que no están para nada contentas con mi decisión, pero no me importa en lo más mínimo.
-Está bien–responde Stefany, dándose por vencida.
-Ya que eres terca, está bien, ve a trabajar, pero te voy a llevar, no quiero que corras el riesgo de sentirte mal mientras conduces -responde Diana.
-Diana, no soy una niña -respondo enfadada.
-No dije eso, pero no irás sola -responde encogiéndose de hombros.
-Así es, Diana -responde Stefany.
Frunció el ceño al respirar profundamente, Diana es inflexible muchas veces.
-¿Estás segura de que vas a ir a trabajar, Suzan? -pregunta mi papá al entrar en la habitación con sus nietos en brazos.
Sonrío a los pequeños, voy hacia ellos y les doy un beso a cada uno.
-Te amo papá. No te preocupes, si me siento mal te aviso -digo.
Él frunce el ceño, sé que es otro que no estará de acuerdo con mi decisión.
-Puedes
Suzan
pasar todo este embarazo acostada si quieres, no quiero que hagas esfuerzos,
-responde.
Me rio a carcajadas con las palabras de mi papá.
-Papá, no voy a pasar nueve meses acostada en una cama, además Lívia me necesita –
respondo.
-Esa niña no puede hacer nada por sí sola -dice Diana irritada.
-Diana, te metes demasiado con ella -digo.
Veo a mi hermana encogerse de hombros, ignorando lo que acabo de decir.
-Está bien, Suzan, pero si necesitas algo, nos llamas inmediatamente. – advierte mi padre.
Asiento con la cabeza en señal de acuerdo.
-Vale, tranquilo -me despido de mi cuñada y de mi padre.
Salgo de casa tarde, Diana insiste en llevarme al trabajo, aunque le haya dicho que no se
3/5
+25 Punta
CAPÍTULO 11
preocupe. Es horrible pasar unos pocos minutos en el coche con mi hermana mientras trata
de convencerme constantemente de volver a casa.
-¿Estás segura de que no quieres irte? – pregunta al parar frente a la galería.
Suspiro frustrada.
-¡Diana! -me quejo molesta.
Ella levanta las manos en rendición.
-Vale, Suzana, pero si necesitas algo, llámame inmediatamente. -responde irritada.
Le doy un beso en la mejilla a mi hermana, sé que solo quiere lo mejor para mí.
-Te quiero -digo.
Antes de salir del coche, Diana agarra mi mano.
-Suzan, sé que siempre quieres resolver tu vida por ti misma, sin importar la situación, pero
en lo que respecta a este bebé, si necesitas algo, llámame inmediatamente -me dice
preocupada.
-Puedes estar tranquila, si necesito algo, te llamaré de inmediato. -respondo.
Ella frunce los labios mostrando que no cree lo que digo, pero me deja salir del coche.
Entro en la galería y Lívia ya está trabajando, siempre llega temprano para organizar todo.
-Suzan, estaba preocupada, intenté llamarte al móvil, pero estaba apagado. Llamé a tu padre
y me informó de la situación, pero no deberías desaparecer así, Antonela está muy alterada dice preocupada.
-Está todo bien, necesitaba ese tiempo a solas -aseguro.
-Lo sé, pero nos preocupamos. -dice.
-Ahora vamos a trabajar. -digo.
-¿Ya comiste? -pregunta.
-Sí, mi hermano mandó a Alfredo a casa -respondo.
Ella sonríe ampliamente.
-¿Entendió tu embarazo? -pregunta.
Suspiro profundamente.
-Aún no, pero sé que lo entenderá -digo.
4/5
CAPÍTULO 11
+25 Puntos
C
-Pronto todo estará bien, ya verás -responde.
Asiento con la cabeza en señal de acuerdo y comienzo a trabajar.
Hoy decido pintar un deseo de un niño, no sé por qué, pero siento que estoy esperando una niña. Comienzo mi obra de arte con una gran sonrisa en mi rostro, después de unos minutos
veo a Lívia acercarse hacia mí.
-¿Es una niña? -pregunta deteniéndose a mi lado.
Asiento con la cabeza afirmativamente.
-Sí, es hermoso -respondo.
Lívia se sienta en el banco y observa la imagen.
-¿Crees que tu bebé es una niña? -pregunta.
Levantando una ceja, pienso un poco sobre eso.
-Siento que sí, pero estaré muy feliz con lo que venga. -respondo.
Ella sonríe ampliamente.
-Lo importante es tener salud, creo que Murilo tendrá una novia -responde.
Rio ante sus palabras.
-Por eso tu hermana y tú no se llevan bien, son demasiado locas para estar juntas -digo.
-Tu hermana es loca, yo parezco normal junto a ella -responde defendiéndose.
Frunciendo el ceño, pienso en cómo responder, pero decido cambiar de tema.
-Sí, ahora necesito descansar un poco -suspiro levantándome de la silla.
Me levanto de la silla y cuando me giro hacia un lado, me sorprendo al ver quién está frente a mí.
Cómo puede ser tan descarado como para aparecer delante de mí después de todo lo que pasó,