Capítulo 351 

Isaac, por alguna razón, se sintió alarmado. Con una sinceridad temblorosa, dijo: “¿Qué tonterías estás diciendo? Solo te amo a ti. Es solo que tu hermana me salvó la vida una vez, y como estoy agradecido con ella, quería devolverle ese favor.” 

Marina no dijo nada durante mucho tiempo. 

Isaac se sintió aún más nervioso. Su instinto le decía que Marina no le creía. 

Pero al final, ella suspiró y dijo: “Isaac, te creo. Después de todo, somos novios, y los novios deben confiar y ser leales el uno al otro. Lo que le debes a mi hermana, te ayudaré a compensarlo.” 

Isaac se quedó congelado en su lugar. 

Al escuchar el principio de los enamorados que Marina defendía: confiar y ser leales el uno al otro, se sintió inquieto. 

Al día siguiente, quizás para cumplir su promesa, quizás para aliviar su culpa, o quizás para conseguir un trasplante más rápido para Cynthia, Isaac tomó a Marina de la mano: “Mar, hoy es un buen día, vamos a registrar nuestro matrimonio.” 

Ella, por supuesto, estaba encantada. 

Cuando obtuvieron su acta de matrimonio y salieron de la oficina del registro civil, Isaac recibió una llamada de Gabriel: “Isaac, Cynthia se enteró de que te casaste con Marina y está haciendo huelga de hambre. No hay manera de que la convenza de ingerir bocado.” 

Isaac se puso pálido: “Voy para allá ahora mismo.” 

Ese día llovía particularmente fuerte. 

Pero Isaac, girándose hacia Marina, la dejó al lado de la calle: “Mar, ha surgido un problema en la empresa, necesito volver a manejarlo urgentemente.” 

Ella se mostró sumamente comprensiva: “Entonces ve rápido.” 

Isaac ni siquiera se molestó en preguntarle cómo volvería a casa, simplemente se subió al auto y se fue. 

Ese día, Marina esperó en el frío y en la lluvia durante media hora antes de poder tomar un taxi. Isaac llegó al hospital y al verlo, Cynthia se lanzó a sus brazos llorando lastimeramente. “Isaac, ¿Ya no me quieres?” 

Isaac olvidó completamente que ahora era un hombre casado, y le palmeó la espalda para consolarla: “Cynthia, me casé con tu hermana, pero todo fue por ti. No debes seguir lastimándote de esta forma, si lo haces ¿No sería en vano todo lo que he hecho?” 

Frente a las dulces palabras de Isaac, Cynthia finalmente dejó de hacer un escándalo. 

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14:35 

Capítulo 351 

Marina, al volver a casa, se sentó frente a la ventana viendo cómo la lluvia golpeaba las hojas de plátano, y en ese momento, una sonrisa de felicidad se dibujó en su rostro. 

Pero de repente, como si recordara algo, se dio una palmada en la cara, recordándose a sí misma: “Marina, no sueñes con depender de Isaac para vivir la vida que deseas. No eres digna de él de esa manera. Necesitas esforzarte más, ser mejor, solo así merecerás estar a su lado.” 

Ella nunca fue frágil como una flor. 

Esa noche, Marina se sentó en la cama, y su rostro era tímido como una rosa ardiente. Sin que pasara mucho tiempo, el sueño la venció, y se quedó dormida sin esperar el regreso de Isaac. 

Él volvió a casa al día siguiente, y como si su ausencia de la noche anterior hubiera sido completamente justificable, al ver a Marina, no le ofreció disculpas ni explicaciones, simplemente compartió el desayuno con ella como si nada hubiera pasado. 

Luego de comer gran parte de su desayuno, el joven se dio cuenta de que ella no había probado bocado. Ella solo lo miraba fijamente, sin un ápice de turbulencia en sus ojos. 

“¿Qué pasa?” Preguntó Isaac indiferentemente. 

“Isaac, ¿Has olvidado que ya estamos casados?” 

El casi se atraganto, y en ese momento, se dio cuenta de la realidad: estaba casado y tenía que cumplir con ciertas responsabilidades. 

Ya no era como antes, que podía hacer lo que quisiera. 

Teniendo eso en cuenta, empezó a sentirse molesto. 

“¿Cómo podría olvidar algo así?” Isaac forzó una sonrisa, sin un atisbo de culpa en ella. 

“Isaac, si todavía no estás listo para casarte, tal vez podríamos…” Dijo Marina. 

Al escuchar esas palabras, se puso nervioso al instante. 

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