Capítulo 344 

“La casa… ya no está a mi nombre.” Gabriel no pudo evitar temblar al decirlo. 

Cynthia perdió la compostura y gritó: “Papá, ¿Acaso vendiste la casa?” 

Ella aún podía captar lo esencial de la situación: “¿Y el dinero de la venta de la casa?” 

Gabriel miró de reojo a Aurora. 

Cynthia lo entendió al instante y enfurecida se volvió hacia su hermana: “Fuiste tú, ¿Verdad? Aprovechaste que no estaba para convencer a mi papá de vender la casa. ¿Así que el dinero está contigo? ¡Devuélvelo ya! Yo soy su hija de sangre, la única heredera.” 

Aurora activó la grabación en su celular y sutilmente fue llevando a Cynthia hacia su trampa: “Hermana, ¿Qué estás pensando? Papá aún no ha muerto, ya sea su casa o su dinero, todo le pertenece a él.” 

“Soy su tutora legal, tengo derecho a cuidar de sus cosas.” Replicó. 

Aurora soltó una risa fría: “Oh, así que recuerdas que eres su tutora. ¿Dónde estabas cuando se enfermó? Ya que me dejaste a cargo de todo, yo soy su tutora.” 

“No eres su hija biológica.” 

“¿Y qué? La ley no dice que una hija adoptiva no tenga derecho a heredar.” 

Cynthia se desesperó y se arrodilló al lado de la cama: “Papá, ¿De verdad le diste la casa a mi hermana?” 

Gabriel asintió. 

“Nunca vienes a visitarme, te esperé con ansias pero nunca llegaste. Necesitaba que una hija firmara el consentimiento para mi cirugía, que se encargara de los pagos. Como no viniste, tuve que pedírselo a tu hermana… Nunca le he pagado por sus favores, ¿Por qué iba a hacer todo eso por mí? Así que le di la casa como recompensa por cuidarme.” 

Cynthia gritó desconsolada: “Yo también puedo cuidarte. ¿Papá, entiendes que me quedé sin hogar porque le diste la casa a mi hermana?” 

Gabriel respondió irritado: “¿Y tú qué has hecho? No contestas llamadas, no respondes mensajes, ¿Realmente te importo?” 

Cynthia pensó que su padre la consolaría como siempre lo hacía. Llorando, dijo: “Papá, lo siento, realmente me arrepiento. De ahora en adelante, te trataré bien…” 

“Es tarde. La venta de la casa ya se completó.” Dijo el hombre entre llantos. 

“Cynthia, te he amado toda la vida. Ahora estoy viejo y enfermo, ten piedad de mí y déjame vivir por mí mismo.” 

Cynthia miró a Aurora con veneno en los ojos: “Ya que te quedaste con todo lo de mi papá, 

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Capítulo 344 

desde ahora, él es tu responsabilidad.” 

Aurora sonrió: “¿Incluyendo los asuntos posteriores a su muerte? Si no te importa que la gente hable, por mí está bien.” 

Cynthia, comenzó a preocuparse por su imagen, sabía cuánto la amaba su padre y que todos sus amigos y familiares lo sabían. Si lo abandonaba en ese momento, probablemente se ahogaría en sus críticas. 

Pensando en lo injusto que sería perder la casa, la amenazó ferozmente: “Me aseguraré de que devuelvas lo que te has llevado.” 

“Y 

yo me aseguraré de que me devuelvas lo que me debes.” Dijo Aurora redoblando la apuesta. 

Cynthia huyó tocándose la cintura. 

Al llegar a casa, se echó en brazos de Isaac, llorando lastimeramente: “Isaac, solo porque he estado ocupada cuidándote y no le presté atención, papá se enojó. En un arranque de ira, le dio la casa a Aurora. Ahora me quedé sin hogar.” 

Isaac, sintiéndose culpable, acarició su rostro: “Cynthia, tranquila, me haré cargo. Te compraré muchas casas.” 

Cynthia, sintiéndose reconfortada por recuperar algo en medio de la pérdida, dijo con mejor ánimo: “Pero tu capital inicial, se fue. ¿Qué vamos a hacer?” 

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