Capítulo 329
Al escuchar que Isaac quería abandonarla, Cynthia se puso pálida del susto. Entre Lágrimas, le dijo: “Isaac, ¿Ya no me quieres? ¿Cómo voy a vivir sin ti?”
Su aspecto era el de una flor bajo la lluvia, frágil y desamparada. Isaac se quedó petrificado, sin saber cómo reaccionar.
Finalmente, el joven, consumido por la ira, escupió sangre y se desmayó.
“ilsaac!” Gritó Cynthia, corriendo hacia él de manera torpe.
Pero al parecer, Penélope estaba tan herida por la actitud de su hijo, que ni siquiera se detuvo; simplemente siguió adelante sin mirar atrás.
Cynthia y Fabiola tuvieron que arrastrar a Isaac de vuelta a su habitación. Aquella noche estaba destinada a ser una llena de sobresaltos, sin la posibilidad de dormir.
Aurora estaba atada a una silla y, aunque no podía ver lo que sucedía afuera, solo con escuchar los gritos desgarradores de Cynthia, supo que algo terrible había ocurrido.
Y aunque ellos estuvieran en problemas, en su corazón, ella se sentía aliviada.
Pero no podía evitar preocuparse por su propia situación: si algo le pasaba a su hermana, sabía que Isaac nunca la perdonaría. En su vida pasada, cada vez que Cynthia sufría, Isaac se desquitaba con ella.
Teniendo eso en mente, pensó que necesitaba escapar de allí cuanto antes. Pero Isaac había atado las cuerdas demasiado fuerte; mientras luchaba, sus brazos se marcaron con moretones rojos y morados, lo que generó una vista realmente alarmante.
Aurora, exhausta y sudorosa, finalmente se quedó dormida.
Al despertar, sintió un hambre voraz. Estaba tan débil y mareada que apenas podía moverse. Gritó un par de veces, pero como la casa estaba completamente vacía, nadie respondió.
¿Se habían ido todos? Aurora se sintió desesperadamente sola.
Con el paso del tiempo, su sensación de hambre se intensificó. No sabía cuánto tiempo había pasado sin comer, solo sabia que había oscurecido y amanecido dos veces desde la última vez que comió.
¿Acaso iba a morir de hambre?
¿lsaac, el desgraciado, la iba a matar de esa manera?
Mientras pensaba en eso, su resentimiento hacia Isaac crecía constantemente.
Justo cuando su visión comenzó a oscurecerse y su consciencia a desvanecerse, de repente escuchó ruidos de alguien pateando la puerta en la planta baja y luego pasos apresurados
subiendo las escaleras.
02-20
Capitulo 329
“Aurora.”
Una voz familiar se acercaba cada vez más.
La joven, con los párpados pesados, hizo un esfuerzo por abrir los ojos. Pero como la debilidad causada por la baja azúcar en su sangre era demasiado, finalmente los cerró lentamente.
En ese último momento, alcanzó a ver una silueta entrando. Luego, su cuerpo cayó en unos fuertes brazos.
“Aurora.”
¿Quién la llamaría así, con tanta ternura?
Debía ser una ilusión.
Pero luego, algo cálido rozó su frente con un gesto lleno de una emoción contenida y desesperada.
La poca consciencia que le quedaba le permitió sentir el dominante deseo de posesión de la persona sobre ella. Eso la alarmó y sorprendió al mismo tiempo.
¿Quién besaría a una flor marchita como ella? Seguramente, era una alucinación provocada por su hambre.
Deseaba con todo su ser que alguien la amara.
Aurora se desmayó completamente.
Cuando despertó, se encontró en un hospital, observando como una aguja en su mano le suministraba líquidos nutritivos que le devolvían lentamente la energía.
La habitación era grande y lujosa, una suite individual como nunca había visto.
Al ver a la enfermera que estaba cambiandole el suero, aprovechó para preguntarle: “¿Quién me trajo al hospital?”
La enfermera, con una mirada de admiración, respondió: “Jovencita, fue tu novio quien te trajo. Él es súper atractivo. Y parece que te ama mucho. Cuando te desmayaste, realmente se
preocupó por ti.”
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