Capítulo 323
Todos los médicos y enfermeras miraban a Aurora como condenándola.
Sin embargo, ella los miraba con calma: “Cynthia, aunque él es mi padrastro, nunca me ha apoyado ni un día, ni he gastado un peso en mí. Más bien, él usó el nombre de mi padre para robarme un riñón, permitiéndote obtener un riñón a bajo costo. Ahora que vine a verlo, he hecho todo lo humanamente posible.
Pero tú eres su hija biológica, a quien él tanto adora, ayer se enfermó y tú te quedaste durmiendo en casa. Hoy llegaste tarde al hospital, sin preguntar por su estado, solo quejándote de su olor. Tú, ingrata, ¿Qué derecho tienes para reprenderme?”
Los médicos y enfermeras, como si hubieran escuchado un cuento de hadas, dirigieron su mirada hacia Cynthia. En esa oportunidad, la mirada nó fue de condena, sino de desdén.
Aurora se levantó sonriendo y le entregó a Cynthia una pila de recibos de pago. “Estos son los gastos médicos de tu papá, el salario del cuidador y la tarifa del cuarto VIP. Asegúrate de pagar todo.”
Para prevenir que Cynthia jugara sucio y retrasara el pago, Aurora agregó: “Ah, por cierto, mañana me voy de viaje de negocios, así que tendrás que cuidar de tu papá tú misma.”
Cuando Cynthia miró las facturas, el total le dolió en el alma.
“¿Cómo se gastó tanto?”
“Oh, pensé que como tu papá siempre te dio lo mejor, ahora que está enfermo, tú, como su hija, deberías devolverle el favor. Así que escogí la mejor habitación para él, el cuidador más profesional y los medicamentos importados más caros.”
Cynthia no pudo evitar enfurecerse.
Con todas las enfermedades de su padre, si usaban medicamentos importados, ¿No serían esos gastos médicos exorbitantes?
Pero el chantaje moral de Aurora era como una montaña presionándola, sin darle espacio para resistir. Solo podía tragarse su frustración y aceptarlo.
“Si es por el bien de papá, lo acepto.” Dijo con una sonrisa que nunca llegó a sus ojos.
Después de la transferencia, Aurora se fue sin mirar atrás. Pero desafortunadamente, cuando tomó el elevador, no se imaginó que se encontraría con la persona a quien menos quería ver en
ese momento.
Salvador y Daniela estaban juntos, y sus miradas llenas de resentimiento fijas en ella.
Aurora se detuvo en la puerta del elevador, con un pie en el aire, antes de retractarse.
“Mejor no los molesto. Adelante, vayan ustedes.”
Daniela apreció su consideración y le sonrió con satisfacción.
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Capitulo 323
Las puertas del elevador se cerraron lentamente, y Aurora se tocó el pecho, aliviada.
Pero algo parecía faltar en su corazón.
Salvador la había visto, pero ¿Por qué no la saludó?
¿Ahora que tenía a una amiga nueva se había olvidado de ella?
¡Ese tipo! Justo cuando las puertas del elevador estuvieron a punto de cerrarse, una mano pálida se colocó sobre ellas, lo que hizo que Aurora casi perdiera el aliento del susto.
¿Eso era un desafío a la muerte?
Al segundo siguiente, el dueño de esa mano abrió con fuerza las puertas del elevador. Salvador salió con un resentimiento profundo.
Mientras que Daniela fue llevada abajo por el elevador.
Cuando Aurora miró a Salvador, los latidos que había perdido volvieron con fuerza.
“¿Estás loco?” Preguntó sin poder evitar regañarlo.
“Mi vida no vale mucho, al final, si vivo o muerto, a nadie le importa.”
El tono autocompasivo de Salvador, de alguna manera, le resultó especialmente conmovedor.
“No digas eso, tu abuelo realmente se preocupa por ti.” Dijo Aurora mostrándose compungida.