Capítulo 274
Ella se preguntaba si Gabriel se arrepentiría de su dedicación al enterarse de que la pequeña princesa que había cuidado toda su vida lo despreciaba.
Aurora no dejaba pasar ninguna oportunidad para alabarse a sí misma. “Mi mamá me crio y ahora que está viejita, yo cuidaré de ella. Eso es lo más natural del mundo, ¿No?”
Cynthia mostró una expresión de preocupación. Era evidente que no quería perder a su mano como mano de obra gratuita. Pero, para mostrarle a Isaac su gran amor, se vio obligada a ceder.
“Está bien, te lo prometo. Si dejas de culpar a Isaac, aceptaré que te lleves a mamá.” Cynthia renunció a Fabiola como si fuera un juguete, sin sentir el menor remordimiento.
Mirando a su hija con el rostro arrugado y una expresión desolada, Fabiola parecía agrietarse en pedazos. Aurora la miraba con frialdad. Ella no creía que su hija fuera sinceramente devota hacia ella. Buscó ayuda en Cynthia, pero ni siquiera la miró, como si fuera un perro que había criado y ella tuviera el control total sobre su destino.
Fabiola bajó la cabeza, y las lágrimas comenzaron a caer.
Finalmente, Aurora se la llevó.
El oficial se fue, y el drama finalmente llegó a su fin.
Pero la historia en el hospital aún no había terminado…
No mucho después de que Fabiola se fuera, Gabriel comenzó a sufrir de incontinencia.
El olor en la habitación del hospital se volvió insoportable.
El médico solo pudo contactar a Cynthia, y le dio una severa reprimenda: “Señorita Cynthia, usted conoce perfectamente el estado de su padre. Está mentalmente traumatizado y no puede cuidar de sí mismo. No puede quedarse solo en la habitación del hospital. Su incontinencia ha pasado desapercibida varias veces. Venga inmediatamente a limpiar la habitación.”
Cynthia e Isaac llegaron juntos a la habitación.
Cuando vieron los desechos en la cama, ambos casi vomitan de disgusto. Se miraron desconcertados.
Cynthia esperaba que Isaac la ayudara a cuidar de su padre, pero él, un joven nacido en una cuna de oro, siempre había sido atendido por otros, ¿Cómo podría rebajarse a cuidar de alguien más?
Ambos vieron la resistencia en los ojos del otro.
Gabriel, sin darse cuenta de la situación, comenzó a quejarse: “Cynthia, ¿Dónde está tu mamá? ¿Dónde se metió? ¿Por qué anoche no vino a cuidarme?”
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Capitulo 274
Cynthia le informó: “Aurora se la llevó.”
Gabriel se quedó atónito.
“¿Se… se fue?”
La arrogancia de Gabriel desapareció de inmediato. Con el rostro enrojecido, finalmente tuvo que suplicarle a su hija: “Cynthia, papá se siente muy mal, ayúdame a limpiarme… allí abajo.”
Cynthia se sintió avergonzada y molesta…
“¿Qué estás diciendo? Hay que mantener las distancias entre hombres y mujeres. No voy a hacer eso.” Dijo reprendiendo a su padre sin paciencia.
Al escuchar eso, el hombre se sintió decepcionado: “Soy tu padre. Estoy sufriendo y tú solo te preocupas por tu reputación…”
Cynthia se volvió hacia Isaac suplicante: “Isaac.”
El joven frunció el ceño, negándose rotundamente: “Yo tampoco lo haré.”
Los dos se quedaron parados en medio de la habitación, sintiéndose extremadamente incómodos.
Al final, Isaac tuvo que llamar a una enfermera, quien aprovechó la situación para pedir un precio casi diez veces mayor al del mercado antes de aceptar cuidar de Gabriel.
Cynthia suspiró aliviada. Pero al darse la vuelta, vio una sombra de preocupación en el rostro de Isaac, lo que hizo que su corazón se hundiera de nuevo.
Con el salario de la enfermera costando varios miles al mes, y con Isaac sin trabajo ni ingresos, temía que no pudieran sostenerse por mucho tiempo.