Capítulo 263
Le había enseñado a Salvador a ser una persona honesta y transparente, pero ¿y ella? Se comportaba de manera contradictoria, siendo una persona sibilina y traicionera.
Salvador probablemente se sentiría muy decepcionado de ella.
Aurora, incómoda, desvió la mirada, incapaz de enfrentarse a los ojos de Salvador.
Cynthia, por su parte, no podía parar de regodearse: “Aurora, con esa maldad, seguro que no te esperan buenos finales.”
“Qué risa, Cynthia. ¿Alguna vez he tenido buenos finales?” Preguntó mirándola serenamente.
A lo largo de su vida, las personas con las que se había encontrado no habían sido buenas.
Su padre la abandonó siendo apenas un bebé.
Su madre la golpeaba y la maldecía. Isaac la engañó y la traicionó.
Cynthia se aprovechó de ella y luego la pisoteó…
En su vida pasada, no había hecho nada que traicionara su conciencia, sin embargo, sufrió inmensamente y murió trágicamente.
Entonces, en esta vida, ¿Por qué debería seguir siendo buena?
Aquellos que no podían alcanzarla, eventualmente se convertirían en el filo con el que se levantaría para contraatacar.
Y la única variable era Salvador. Era la única persona a la que, en esta vida, quería tratar con
sinceridad.
Cynthia, viendo la debilidad de su hermana, supo muy bien cómo atacar donde más le dolía. Ante Salvador, insistió: “Señor Nolan, créame, mi hermana no es una persona bondadosa. Si sigue cerca de ella, acabará siendo herido. Sería mejor que se alejara.”
Salvador ignoró completamente el parloteo de Cynthia.
Su mirada permaneció fija en el rostro de Aurora, y al ver la desesperación en sus ojos, un dolor
inmenso brotó en su corazón.
Él pudo sentir bajo el odio inmenso de Aurora, una desesperación y resignación tan grandes como si su corazón estuviera muerto.
Si no hubiera sido herida tan profundamente, ¿Cómo podría desear arrastrar a Isaac y a los demás al infierno incluso a riesgo de su propia reputación en los mejores años de su carrera?
El odio y el dolor de Aurora eran como una mano revolviendo el corazón de Salvador, causándole un dolor agudo.
“¡Cállate!” Salvador, fastidiado por Cynthia, la reprendió.
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Capítulo 263
Al escuchar que el joven le pidió que se callara, se quedó paralizada, y al ver a Salvador no tan sereno, pensó que su estrategia de división estaba funcionando.
Lanzándole a su hermana una sonrisa triunfal, dijo, “Aurora, la justicia siempre sale a la luz. Seguramente pagarás por tus acciones.”
“Vete.” Dijo Aurora.
Cynthia se quedó paralizada, notando que tanto Salvador como su hermana compartían la misma manera de expresarse.
Sin ánimos de quedarse, se marchó con resentimiento.
La habitación recuperó una tranquilidad nunca antes vista.
“¿Es cierto lo que dijo?” Preguntó Salvador.
Aurora asintió apenas perceptiblemente.
No quería engañarlo.
“Sabiendo que soy esta persona despreciable y cruel, ¿Estás decepcionado?” Preguntó con la
voz ronca.
“¿Por qué lo hiciste?” Preguntó Salvador con un tono más severo.
Obviamente, estaba enojado.
Aurora sintió cómo si todas sus defensas internas hubieran colapsado, envolviéndose en un profundo sentimiento de pérdida. Probablemente había perdido a la única persona que había
sido buena con ella en este mundo.
“No te preocupes, no te arrastraré conmigo.” Su tono no podía ocultar su tristeza.
Salvador suspiró, se acercó a la silla al lado de la cama y se sentó erguido.
Luego, tomó la mano de Aurora gentilmente y murmuró: “No estoy enojado contigo porque esté decepcionado. Me molesta que no te cuides a ti misma, que uses estos métodos tan drásticos para vengarte. Te has lastimado demasiado a ti misma, ¿Sabes cuánto me preocupa eso?”
Aurora se quedó atónita.
El sentirse elegida y protegida firmemente por Salvador, calentó su corazón helado una vez
más.
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