Capítulo 254
“¿Estarías dispuesto a colaborar con nosotros, la familia Hidalgo?”
El celular de Salvador sonó de repente, y con una disculpa en la mirada hacia Mauricio, levantó la mano y se alejó para contestar la llamada.
“¿Bueno?”
“Salvador, soy yo.”
Salvador, claramente confundido, preguntó: “Isaac, ¿Cómo es que me llamas?”
“Salvador, en el mundo de los negocios, quien llega primero, manda. Pero tú has interceptado a mi socio a mitad de camino, ¿No crees que eso es un poco desleal?” Dijo yendo directo al
grano.
Al escuchar eso, no pudo evitar reírse suavemente: “Isaac, eso no es culpa mía. Te has ganado mala fama por tus propios actos, hasta el abuelo lo ha notado. Que Mauricio haya terminado de mi lado fue pura casualidad. Isaac, si el destino te ha abandonado, yo simplemente me estoy alineando con los designios del cielo.”
“Salvador, no te alegres demasiado pronto. ¿Acaso no te has dado cuenta de que tu mano derecha ha desaparecido?”
Una frialdad pasó por los ojos de Salvador, aunque su voz se mantuvo desenfadada: “Ah, te. refieres a Aurora, ¿Verdad? Ella es una tonta, ¿Cómo podría ser considerada mi mano
derecha?”
Al recordar cómo ella había convertido su meticulosamente preparada declaración de amor en una negociación comercial, sintió una frustración que no podía expulsar.
Isaac, se sorprendió, aunque Salvador hablaba despectivamente de Aurora, por alguna razón sintió que él mencionaba su nombre con una suavidad evidente.
Isaac insistió: “Salvador, estoy seguro de que no quieres perderla.”
“Isaac, ¿La has secuestrado? ¿Qué quieres?” Preguntó temblando ligeramente.
“Simple, quiero que te niegues a trabajar con Mauricio.”
Salvador respondió apresuradamente: “Bien, acepto tu trato.”
“Tan pronto como Mauricio firme conmigo, la dejaré ir,” dijo Isaac.
Salvador, entre dientes, exigió: “¡Isaac! Suéltala ahora mismo. Mi palabra es mi compromiso.”
Isaac se rio: “Salvador, ¿Tanto te importa ella?”
“Sí, Isaac. Aurora es muy importante para mí. Así que si le haces daño, te aseguro que tú y todo el Grupo Córdoba pagarán por lo que le pase.” Afirmó con un tono sombrío.
Isaac se quedó asombrado; sabía que Salvador sentía algo de afecto por Aurora. Pero nunca
1/2
22-54
Capítulo 254
imaginó que se preocuparía tanto por ella.
“Señor Nolan, ¿Así de importante es ella?” Preguntó, confundido.
A pesar de que Aurora era atractiva y talentosa, eso no cambiaba el hecho de su humilde origen. Así que, aunque el antiguo amor de Aurora por él fuera profundo, y a pesar de todas las cosas que había hecho para lastimarla, para él, lo que sentía por ella era más una cuestión de culpa, incapaz de despertar amor o piedad.
Salvador, un hombre de tan alto valor, ¿Cómo podría ver a una mujer que ni siquiera Isaac consideraba como un tesoro?
Después de un silencio, Salvador finalmente tomó la palabra: “Isaac, no puedes distinguir entre las perlas y la grava.”
Ese fue un golpe en tres niveles.
No solo criticó la incapacidad de Isaac para reconocer el verdadero valor, sino que también insinuó que su amor por Cynthia era como grava, sin valor para ser mostrado públicamente.
“Salvador, creo que eres demasiado joven y no has visto suficiente el mundo. Agarrarte a una mujer y considerarla un tesoro…”
“Isaac…” La voz de Salvador era firme y resonante.
El joven se quedó sin palabras.
Entonces escuchó a Salvador declarar, palabra por palabra: “El tiempo te demostrará que perder a Aurora, fue el error más estúpido de tu vida.”
23:54