Capítulo 247
Aurora, siempre lista a complacer, secundó: “Por supuesto. Eres la viva imagen de la juventud y la belleza, y junto a nuestro señor Nolan, forman la pareja perfecta. Ustedes dos…” Dijo extendiendo los pulgares, haciendo un gesto de emparejamiento.
Pero en ese momento, Salvador le lanzó una mirada intensa y fría, feroz como si fuera un puñal, haciendo que ella palideciera instantáneamente.
Aurora lo miró desconcertada, con un brillo de agravio en sus ojos. ¿Acaso no era la asistente más diligente y abnegada? Siempre disponible para conducirlo a donde necesitara y hasta preocupándose por su futuro matrimonial. ¿Cómo es que no apreciaba su esfuerzo?
Salvador observó las flores sobre la mesa, y su buen humor se esfumó por completo.
Llamó al mesero y le ordenó: “Quita las velas y las flores.”
Aurora murmuró confundida: “Pero si estaban perfectas, ¿No?”
Sin embargo, él ya había controlado sus emociones, volviendo a ser aquel hombre decisivo y agudo que dominaba los negocios.
“Mauricio Hidalgo, cuánto tiempo sin vernos.”
“Salva, realmente no esperaba que en tan solo unos pocos
Sanos, te hubieras convertido todo un
adulto. He oído que tu marca de ropa está teniendo mucho éxito…” Dijo con una sonrisa.
Salvador le echó un vistazo a Aurora, diciendo: “Para ser honesto, lancé mi marca de ropa solo para ayudar a mi familia. Mi verdadera pasión está en el campo de la tecnología.”
Mauricio se mostró sorprendido: “Oh, no tenía idea de que también te interesara el campo tecnológico.”
Sin embargo, la intención de colaborar de Mauricio estaba con Isaac, por lo que su conversación con Salvador no podía profundizar mucho.
Pero él subestimaba a Salvador, quien era como un zorro milenario, siempre listo para no dejar pasar una oportunidad.
“Parece que realmente te has vuelto viejo. Desconoces el desarrollo del sector tecnológico en Ciudad de México. Hace tres años, Isaac era la carta más fuerte en tecnología; hace dos años, su empresa fue dividida por su medio hermano. El pastel tecnológico del Grupo Córdoba se dividió en pedazos. Esa división significó que Isaac y su hermanastro empezaran de nuevo. Ahora, la mejor tecnología está conmigo, en Pioneer Wave.”
Mauricio siempre había subestimado a Salvador, creyendo que su auto proclamación como el mejor era solo arrogancia juvenil.
No sabía que él era en realidad muy modesto. Decir tal cosa ya era una muestra de humildad, considerando la posición actual de Pioneer Wave.
Mauricio, quien confiaba plenamente en Isaac, dijo: “Pero él tiene experiencia, creo que podrá
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superarse a sí mismo y brillar aún más.”
Salvador le sirvió vino a Mauricio, diciendo: “Lo estás sobrevalorando. Conmigo aquí, él no tendrá oportunidad de destacar en esta vida.”
Mauricio tembló, derramando accidentalmente algo de vino.
“Salva, la inteligencia artificial necesita de los chips y los controladores de nuestro Grupo Z–World. Con el fuerte respaldo de nuestra compañía, Isaac no perderá.”
Salvador respondió: “Cuando la oferta supere la demanda y los productos se acumulen en el almacén, no solo Isaac perderá, tu compañía también.”
Mauricio replicó: “Los productos previos de Isaac se agotaron tan pronto como llegaron al
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mercado. ¿Cómo es que ahora dices que dejarán de venderse?”
Salvador afirmó: “Porque esos productos, ya sea en calidad, rendimiento o control de calidad… todos serán aplastados completamente por los de Pioneer Wave.”
Mauricio, aún escéptico, preguntó: “¿Y qué hay de los chips y los controladores? Los que usa Pioneer Wave, ¿Son mejores o peores que los del Grupo Córdoba?”
“Este es el único aspecto en el que Pioneer Wave está detrás del Grupo Córdoba.”
Al escuchar eso, Mauricio soltó una risa aliviada: “Los chips y los controladores son la tecnología central de los productos inteligentes. Si tus chips y controladores no son tan buenos como los de Isaac. ¿Cómo podrían tus productos competir con los suyos?“.
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