Capítulo 206
Cynthia, furiosa, estrelló su celular contra el suelo, y luego se derrumbó, rompiendo en un llanto desconsolado.
Nunca antes se había sentido tan desesperada.
Justo en ese momento, una llamada de Aurora llegó de manera inesperada.
Cynthia miró la pantalla rota de su celular en el suelo, el rostro de Aurora parecía dividirse en fragmentos de un demonio. Su sonrisa irradiaba una atmósfera aterradora.
Cynthia no quería enfrentarse a su hermana en su momento más vergonzoso. Pero Aurora, tan persistente como siempre, siguió llamándola una y otra vez.
Finalmente, Cynthia, harta del acoso, se agachó para recoger el celular.
“Hola.” La joven contestó la llamada sin ocultar su molestia.
Con una calma desconcertante, Aurora le preguntó: “Esta mañana me llamaron diciendo que parece que nuestro papá no se siente bien. Hermana, papá ya está grande, si le pasa algo estando ahí, ¿Quién va a cuidarte?”
Esas palabras fueron como un cuchillo helado perforando el corazón de Cynthia, causándole un dolor que le impedía respirar.
“Aurora, lo haces a propósito. Sabes perfectamente que estoy atrapada en el hospital. No tengo fuerzas para salvar a papá. En este momento, solo tú puedes hacerlo…”
Con tono de agravio, Aurora contestó: “Hermana, cuando nos hicieron el trasplante de riñón, nadie me cuidó, me acompañé y me consolé yo misma. Solo pude soportar el dolor físico y emocional comiendo lo que pedía a domicilio. Pero recuerdo que papá estuvo contigo las 24 horas. Ahora que él necesita ayuda, tú simplemente lo ignoras. Si papá supiera que lo tratas así, estaría muy decepcionado, ¿No te parece?”
Aurora hizo una pausa, luego dijo con sarcasmo: “Si realmente quisieras salvar a papá, ¿Qué podría detenerte? Oh, olvidé que eres una princesa mimada, siempre en necesidad de ser servida. Sin alguien que te atiende, eres incapaz de hacer algo.
Si es así, que papá se quede donde está.”
Cynthia, con rabia contenida, dijo: “Aurora, no te alegres demasiado, yo sacaré a papá de allí.”
Una tarde, Cynthia logró escapar del hospital.
Nadie supo cómo, pero se coló silenciosamente en la habitación VIP de Salvador.
Al verla, el hombre se quedó boquiabierto.
“¿Señorita Chávez? Definitivamente eres hija de tu padre, ambos comparten la misma audacia: irrumpir en habitaciones ajenas sin permiso“, dijo con un tono cargado de ironía.
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Capítulo 206
Cynthia se acercó rápidamente a él, y con una voz llena de urgencia, dijo: “Señor Nolan, le suplico que deje en paz a mi padre. Haré lo que sea para recompensarlo…”
Salvador, como si hubiera escuchado un cuento de hadas, preguntó sorprendido: “¿Con qué me vas a compensar? No tienes nada que me interese.”
“Soy la esposa de un hombre rico, Isaac me ama mucho. Si le pido que te entregue el proyecto en el que está trabajando, seguro me hará caso.”
Salvador entrecerró los ojos, internamente sorprendido por esa propuesta tan absurda.
“¿Qué proyecto podría tener un hombre rico que me interese?” Salvador, siempre controlando sus emociones, no dejó que Cynthia notara su burla.
“La familia Córdoba tiene muchos proyectos, seguro hay alguno que le interesa…”
Justo en ese momento, el sonido de tacones resonó por el pasillo.
Los ojos fríos de Salvador de repente se transformaron en un manantial de calidez.
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