Capítulo 208
Aurora, con voz tranquila, dijo: “Está herido, solo puede comer alimentos ligeros.”
“Pero parece que al señor Nolan no le gustan, ¿Verdad?”
“Si no le gusta, que se quede con hambre.” Respondió Aurora con el rostro serio.
La frente arrugada de Salvador se suavizó de inmediato, y lanzándole una mirada feroz a Cynthia, le dijo: “No digas tonterías. Cualquier platillo que prepare tu hermana, me encanta.”
Luego, se disculpó halagadoramente con Aurora: “Ella solo está celosa porque te portas bien conmigo. Está tratando de provocar discordia entre nosotros. La comida que haces es mi
favorita.”
Entonces, tomó sus cubiertos y comenzó a devorar la comida como si fuera un torbellino.
La complacencia de Salvador hacia Aurora, su adulación y dependencia, dejaron a Cynthia completamente atónita.
Ella miró a su hermana con sospecha, y una llama de celos inexplicables ardió en sus ojos, sintiendo un gran resentimiento porque Aurora había encontrado en el señor Nolan un apoyo más precioso que su propio hombre.
Y el señor Nolan, se mostraba completamente sumiso ante ella.
Salvador la miró con desdén, diciendo: “Cynthia, sé que vienes a pedir clemencia por tu padre. Pero esto no está en mis manos, tendrás que hablar con Aurora.”
Cynthia miró a Aurora asombrada, quien no le prestó la más mínima atención, como si ella fuera una hormiga insignificante que no valía la pena ni un segundo de su energía.
Cynthia se sintió débil, dándose cuenta de que para salvar a su padre, tenía que enfrentarse no al señor Nolan, quien no tenía ninguna culpa, sino a Aurora, que la odiaba hasta los huesos.
Aurora fue directa: “Suplicarme no servirá de nada.”
Salvador sonrió: “Es cierto. Si él hubiera apuntado con el cuchillo hacia mí, tal vez lo hubiera perdonado. Pero eligió atacar a la frágil Aurora, así que no tengo más opción que encerrarlo. De lo contrario, la vida de Aurora estaría en peligro y estaría constantemente preocupado por ella. ¿Acaso eso no haría nuestra vida miserable?”
Cynthia miró a Salvador y luego a su hermana, negando con la cabeza desesperadamente: “Señor Nolan, ¿Por qué protege tanto a Aurora? ¿No es ella solo una mendiga de un barrio pobre?”
El movimiento de Salvador se detuvo de golpe, y cuando su mirada oscura se posó en Cynthia, ella sintió un escalofrío.
“¿Qué derecho tienes para despreciar a Aurora? Aunque sus orígenes son humildes, ha sabido jugar sus malas cartas de manera brillante. No como cierta persona, que arruina una mano ganadora,
1/2
17:19
Capitulo 208
Señorita Chávez, la rueda de la fortuna gira. Quién sabe, quizás un día la mendiga seas tú.”
A pesar de tener apenas 19 años, el aura sombría que emanaba era abrumadora, como si pudiera infectar el mundo entero, dominando todo a su alrededor.
Esa era una presencia tan imponente que ni el joven Isaac podría igualar.
Cynthia, sintiéndose aterrorizada, huyó tambaleándose.
2/2