Capítulo 190
El equipo del programa aprovechó la situación para animar el ambiente: “Les permitiremos hacer una llamada para pedir ayuda externa. Pueden pedir a alguien que les traiga provisiones.” Dijo el director con una expresión particularmente traviesa.
El invitado que sacó el número uno, al tomar su celular, dijo con un semblante desolado hacia la cámara: “Quiero llamar a mi papá. Después de que mis padres se divorciaron, él se fue de casa. Durante todo el tiempo que he crecido, nunca le he pedido nada, se perdió cada
momento importante de mi vida. Quiero saber si todavía tengo un lugar en su corazón, aunque sea pequeño.”
Cuando la llamada se conectó, del otro lado se escuchó una voz varonil y madura: “¿Quién es?” Al escucharla, Salvador cambió de color.
Esa voz le era muy familiar, por lo que miró al joven del otro lado con una mirada sombría.
“Papá, soy yo.”
La persona del otro lado se quedó en silencio por un momento. Al hablar de nuevo, la voz se tiñó de impaciencia: “¿Qué quieres?”
“Estoy en un programa de televisión…”
“Te equivocaste de número.”
Antes de que el joven pudiera terminar, la otra parte colgó.
Mirando el teléfono, los ojos del joven se llenaron de lágrimas.
El ambiente se volvió algo incómodo, y el director rápidamente intentó suavizar la situación: “La señal no es buena en la montaña. ¿Quieres intentar llamar a alguien más?”
El joven negó con la cabeza: “Está bien, esta noche me quedaré aquí, no pasa nada.”
Todos entendieron la situación del joven, era alguien no reconocido por su padre, escondido en las sombras. Sintieron lástima por él, pero nadie dijo nada al respecto.
Luego fue el turno de Isaac, quien eligió llamar a su esposa.
“Cynthia, estoy en la montaña, hace algo de frío…”
La joven respondió de inmediato: “Entonces, le diré a mi asistente que te lleve algo de ropa para que estés bien abrigado.”
Isaac quedó satisfecho con su respuesta.
Todos comentaron: “La señora Córdoba realmente ama a su adinerado esposo.”
Isaac lanzó una mirada provocativa hacia Salvador, quien sosteniendo su celular, dudaba.
Luego, provocándolo, le preguntó: “¿Qué, te da miedo llamar a tu novia? ¿Temes que
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Capitulo 190
descubramos que su relación es falsa?”
No creía ni por un momento que Salvador pudiera amar verdaderamente a Aurora. En su opinión, él solo se había acercado a ella por un cálculo empresarial.
Salvador, quien no soportaba que lo desafiaran, inmediatamente marcó el número de Aurora.
Al ver lo familiar que Salvador era al marcar el número de Aurora, Isaac se sintió incómodo. Después de todo, cuando Aurora era su esposa, él nunca se molestó en recordar su número.
Después de un largo rato, la llamada finalmente se conectó.
“Salva.” La voz suave de Aurora, por sí sola, tenía un poder curativo.
Esa dulzura hizo que Isaac recordara el momento en que la conoció. En aquel entonces, era una chica tierna y adorable. Lo miraba con ojos brillantes, y su voz era suave como el agua.
Nada que ver con la de ahora, que lo mira con frialdad y habla con sarcasmo.
En realidad, el cariño que ella tenía por él ahora lo había trasladado a otro hombre.
Isaac se sintió inexplicablemente frustrado.
Pero lo que más le molestó fue la voz de Salvador, aún más empalagosa, completamente diferente cuando enfrentaba a Aurora, como si fuera otra persona.
Incluso se puso tierno: “Aurora, ¿Qué estás haciendo?”
No necesitaba dramatizar, el cuidado de Aurora por él era natural: “Oh, estoy preparando unos bocadillos para mi peque.”
“Envidio a Valeria.”
“También hay para ti.”
La sonrisa de Salvador se iluminó de inmediato: “Guárdame un poco, los comeré cuando regrese a casa después del trabajo.”
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