Capítulo 170
Recordó vagamente el día que llevó a Marina a la familia Córdoba…
“Te daré un hogar tranquilo.” Le dijo.
Ella lo abrazó con una sonrisa radiante, y con dulzura, dijo: “Eres demasiado bueno conmigo, te lo agradeceré siempre.”
Pero el hogar que él y Marina intentaron construir quedó en ruinas.
En otra ocasión, con un tono lleno de culpa y buscando complacer, Isaac dijo: “Marina, mi único error fue no amarte. Pero los sentimientos no se pueden forzar. Marina, ignórame, déjame ir. Te enviaré al extranjero, lejos de la Ciudad de México, podrás empezar de nuevo, ¿Qué te parece?”
Aurora esbozó una sonrisa burlona: “¿Y tú quién crees que eres para planear mi vida?”
Isaac, agitado, tomó su mano: “¿Qué necesitas para salir de mi mundo? Marina, tu presencia ya ha afectado gravemente mi vida y mi carrera.”
Aurora lo miró fijamente, sin expresión alguna: “¿Alguna vez pensaste que todo esto lo hice a propósito?”
Isaac, al ver la burla en sus ojos, soltó su mano, sin fuerzas.
Finalmente, se dio cuenta de que la Marina que tenía en frente, no era aquella chica inocente y despreocupada que él podía controlar. Se había convertido en un gran tigre que él mismo había
alimentado.
Si no tenía cuidado, ella lo devoraría.
“¿Así que te robaste mi negocio deliberadamente?”
La sonrisa de Aurora estaba llena de significado. Ella se alejó llevándose a Salvador.
Al pasar junto a Cynthia, escuchó un tímido recordatorio: “Mar, por favor no hagas tonterías. Los herederos de grandes familias nunca se casarían con una mujer divorciada.”
Aurora se detuvo, y regresó su mirada a su anillo de bodas, notando un diamante enorme, de gran valor.
El anillo de bodas que Isaac le había dado años atrás, en comparación, tenía un diamante diminuto.
Aurora, con una sonrisa, dijo: “Hermana, ¿Qué crees que haría la señora Córdoba contigo si se entera que le robaste a su preciado hijo?”
El rostro de Cynthia palideció. Intencionalmente, pasó su mano con el anillo de bodas por su cabello: “Mar, no te preocupes por mí. No me importa casarme en una familia rica, siempre y cuando Isaac me ame.”
“Vaya, eres toda una zorra.” Exclamó Salvador impresionado.
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Capitulo
Ese comentario punzante hizo que Cynthia se encogiera.
Salvador y Aurora se alejaron riendo.
Cynthia escuchó cómo hablaban abiertamente de ella.
“Aurora, ella no es tan bonita como tú, ni tiene tu elegancia, y encima huele a perfume barato,
no tiene sentido que pierdas contra ella.”
“Hay quienes tienen el gusto en el suelo.”
“No, es que la basura siempre busca en la basura qué comer.”
“Hicieron bien en rechazarlo, para evitar dañar a inocentes.”
“Jajaja.”
Cynthia apretó los puños de rabia.
“Isaac, me están insultando.” Le dijo con coquetería.
Pero él tenía el rostro sombrío, su ánimo no estaba mejor..
“Vamos.”
No fue hasta que ambos salieron de la villa de los Nolan, que el enojo de Cynthia disminuyó un poco.
“Es demasiado. Marina se ha pasado de la raya. ¿Cómo se atreve a humillarnos de esa forma?” Isaac, al haber perdido oportunidades de negocio y tecnología clave, su carrera sufrió un golpe devastador, por lo que ya no tenía ánimos de preocuparse por los insultos de Marina.
“Comparado con insultarnos, lo que ella ha hecho para vengarse de mí ha sido verdaderamente cruel.” Dijo desalentado.
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