Capítulo 167
Salvador miró a Cynthia y soltó una risa tranquila, sin decir palabra.
“Y yo que pensaba que la diseñadora de renombre contratada por este rico heredero era alguien importante… pero resultó ser su amor platónico.”
Con esa broma, se dejó en evidencia la estupidez de Isaac por favorecer a sus allegados.
Eso, era justamente lo que Florentino más detestaba.
Cynthia, impaciente, le entregó su carpeta de diseños al hombre.
“Florentino, por favor, échales un ojo.”
Con toda la calma del mundo, Florentino dejó su taza de café en la mesa y tomó la carpeta de Cynthia, abriendo la primera página.
El concepto uniforme de diseño y la manera tradicional de expresarlo le causaron dolor de cabeza, luego ojeó las páginas de manera superficial y rápida, y pronto llegó al final.
La impaciencia evidente en el rostro del anciano demostró claramente su insatisfacción con el proyecto.
Cynthia e Isaac se miraron, compartiendo la misma confusión en sus rostros. Ninguno de los dos podía creer que el proyecto de Cynthia fuera inferior al de Marina.
Federico, siempre tan lento, preguntó con entusiasmo: “Abuelo, ¿Qué te parece? ¿Es mejor que el de Marina?”
Florentino soltó un gruñido desde su nariz: “Hmph.” Y sin más, con un gesto que decía “Me has hecho perder el tiempo“, dejó la carpeta sobre la mesa.
El rostro de Cynthia se descompuso inmediatamente, y no muy convencida, preguntó, “Florentino, si cree que mis diseños no son buenos, ¿Podría darme algunos consejos constructivos?”
Estaba segura de que el viejo estaba favoreciendo a Marina a propósito, así que pedirle que comentara el proyecto le daría la oportunidad de descubrir sus verdaderas intenciones.
Pero el viejo señaló sus fallas sin cortesía: “Tu proyecto es demasiado común. Carece de la grandeza de los grandes maestros, hay mucho por mejorar en todos los aspectos.”
Isaac, sin embargo, mantuvo la calma, “Cynthia es aún joven, es cierto que todavía no está a la altura de esas alabanzas. Pero comparada con gente de su edad, sus diseños son sobresalientes.” Al mencionar a los de su edad, miró intencionadamente a Marina.
“Supongo que el proyecto de Marina tampoco es perfecto. Pero, como se dice, para gustos se hicieron colores. Si a ti te gusta el proyecto de Marina, no tengo nada más que decir. Pero estoy seguro de que el proyecto de ella no es mejor que el de Cynthia.”
Con esas palabras, Cynthia se llenó de orgullo.
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Capitulo 167
Florentino mostrando una expresión confundida, preguntó: “¿Marina?”
Isaac tuvo que corregirse, por lo que mostrándose un poco avergonzado, dijo: “Marina es la
señorita Aurora.”
Florentino sonrió comprensivamente: “El proyecto de la señorita Aurora ya ha superado las limitaciones de su edad. Es como si fuera una artista con una vasta experiencia, capaz de manejar todos los estilos. Decir que es una gran maestra, es más que merecido.”
Isaac se quedó estupefacto en el acto.
No podía creer lo que veía en Aurora, quien por su parte, permaneció serena, sin inmutarse.
“Esto no puede ser… Marina, ¿Acaso copiaste el proyecto de alguien más?” Balbuceo Cynthia.
Salvador la miró fríamente: “¿Acusar a otros de ser mejores que tú? Señorita Chávez, tu estrechez de miras es lamentable. No es de extrañar que tus diseños no avancen, solo gastas tu energía en envidiar a quienes te superan.”
Salvador guardó el portafolio de Aurora como si fuera un tesoro, y luego se despidió de Florentino: “Abuelo, Aurora y yo tenemos otros planes, no te molestaremos más.”
El anciano sonrió con el rabillo del ojo: “Adelante.”
Salvador, llevando a Aurora de la mano, se apresuró a salir del salón, sin imaginar que Isaac los seguiría.
“Marina.” Con sus largas piernas, Isaac la alcanzó rápidamente y le bloqueó el camino. “Tengo algo que decirte, declaró con una autoridad indiscutible.
Salvador resguardó a Aurora detrás de él, y en ese momento, su rostro distinguido se torno frío e imponente. “Disculpa, niño de papá, ¿Acaso me estás ignorando mientras acosas a mi
novia?”
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